Vivimos en un mundo cada vez más globalizado, donde la sociedad demanda más consumo de energía. De hecho, según la Agencia Internacional de la Energía en su último estudio, está apuntando a un incremento del consumo de un 30% de aquí a 2040. Es decir, vamos a tener una necesidad imperiosa de consumir los recursos naturales de una forma mucho más inteligente, de una forma mucho más racional. De hecho, la sociedad lo está demandando. La gente cada vez es más consciente de las limitaciones de los recursos naturales, está más informada y demanda un uso racional. Desde el punto de vista crediticio, los bancos también nos están pidiendo que desarrollemos planes de descarbonización alineados con las políticas y acuerdos firmados en París en 2015. Debemos tener un plan de descarbonización, un plan de reducción de emisiones, y no solamente eso, sino políticas de diversidad, de inclusión que ayuden a que realmente haya equidad, igualdad dentro de las compañías y se premie la meritocracia. Desde Exolum estamos trabajando en un plan de sostenibilidad, en un plan IEG, que va a estar fundamentalmente basado en los tres pilares habituales en un plan como este, como son medioambiente, gobierno y sociedad. En Auara entendemos el camino de la sostenibilidad como un camino infinito. No hay un principio ni un fin, no es que vayas a llegar a un punto, no es que tengas un objetivo, un destino. Es como una mejora constante. Yo creo que la idea es que todos los días tienes que mejorar porque nunca vas a ser 100% sostenible. Nunca vas a ser una empresa sostenible; es un camino hacia ser más sostenible cada día. Y, en ese sentido, no es que estemos en algún lugar de un camino con ese destino, sino que esto es como una aventura diaria constante en la que tratas de encontrar formas de mejorar cada día, porque todos los días puedes mejorar algo. Y creemos mucho en esa idea de mejora constante, como del interés compuesto, de mejorar un 1% cada día, y al final, en un período largo, el crecimiento y la mejora es exponencial. Pero el objetivo es siempre estar en constante mejora, porque creo que esa es la forma de afrontar la sostenibilidad. No hay destinos, no hay finales, no es un camino que termina un día cuando has llegado a un objetivo. El objetivo es que la mejora sea todos los días. Más que exigentes, lo que necesitamos desde Exolum de una entidad como BBVA, es que sea capaz de acompañarnos en este camino, en esta transición, que no puede producirse de la noche a la mañana. Somos una empresa que presta un servicio esencial en el país. De hecho, transportamos más del 80% de los hidrocarburos líquidos que se manejan en la península. Y en Europa estamos también dando un servicio esencial, por ejemplo, en el Reino Unido, de transporte de queroseno a los principales aeropuertos del país. Sin duda alguna, aunque nuestro deseo es estar alineados con las políticas de descarbonización que están marcando los gobiernos y las administraciones, no podemos hacerlo a la velocidad que nos están pidiendo, necesitamos más tiempo. De hecho, la sociedad, el propio ciudadano, está viendo como hay un impulso enorme para transformar el parque automovilístico del país en coches eléctricos, que actualmente, viene siendo un 4% del total, pero son coches muy caros, que son complicados de acceder a esa compra a no ser que tengas un crédito. En este sentido, lo que le pedimos a una entidad como BBVA simplemente son sistemas flexibles e inteligentes que permitan tanto al ciudadano como a las empresas seguir manteniendo sus negocios, seguir añadiendo valor y creciendo. Desde Auara, yo creo que lo que intentamos aportar a clientes como BBVA es que lo que antes era una acción con poca trascendencia, como era beber agua, comprarte una botella de agua, consumir agua en tu lugar de trabajo, se convierta en un acto extraordinario. Siempre decimos que lo que buscamos es convertir actos cotidianos en extraordinarios. Somos una empresa social y el 100% del beneficio que generamos lo invertimos en proyectos de acceso a agua potable en países en vías de desarrollo. Entonces, cada vez que compras una botella de Auara estás ayudando a que otras personas tengan agua en otros lugares del mundo. Y luego, además, en la parte de sostenibilidad, el aporte fundamental es que hemos sido la primera marca en Europa en fabricar botellas con plástico totalmente reciclado. Entonces, de alguna forma, cada vez que compras una botella de Auara estás no contribuyendo a generar más plástico, sino reciclando el que ya existe para que no termine donde no debe. Respecto a la acción climática tenemos un plan que está basado en cuatro pilares básicos, los cuales son, en primer lugar, que es quizás el más importante, la descarbonización paulatina de nuestras operaciones; fundamentalmente, lo que sería la reducción de la huella de carbono, a base de un uso mucho más eficiente de la energía eléctrica, e incluso también de esa energía, cómo la vamos a consumir con origen renovable. Desde el punto de vista del agua, también tenemos un plan de reducción de la huella hídrica. Y, por supuesto, lo que mantenemos como un pilar fundamental en la compañía es evitar derrames al medio ambiente a través de las políticas y planes de integridad que venimos manejando desde los últimos años. Y, por último, el cuarto pilar sería el impacto de nuestra actividad en el ecosistema. Además de estos cuatro pilares fundamentales que están muy ligados al negocio tradicional, por supuesto, tenemos un plan de diversificación, el cual nos va a permitir que los servicios que ofrecemos a la sociedad sean mucho más neutros en el punto de vista de emisiones de gases de efecto invernadero. Principalmente, estamos hablando del uso de biocombustibles de primera generación, los cuales ya llevan muchos años manejando y gestionando en nuestra red logística. Pero, sin duda alguna vienen también los de segunda y tercera generación, los más avanzados, que van a permitir que en su ciclo de vida, las emisiones de CO2 van a ser mucho menores. Desde el punto de vista de la diversidad, lo primero que hemos hecho es entender dónde estamos. Hemos desarrollado un plan de diversidad donde hemos mapeado nuestra situación como compañía y lo que nos hemos dado cuenta es que, para empezar, hemos crecido tan rápidamente en los últimos años, estamos ahora presentes en nueve países, que tenemos una diversidad cultural y geográfica que supone un reto para la compañía. Tenemos más de 31 nacionalidades ahora mismo trabajando juntas. Esto, sin lugar a duda, requiere de un análisis para entender dónde estamos, desarrollar acciones, desarrollar planes que podamos medir. Y en esta línea, vamos también a desarrollar un plan de diversidad que nos permita ir dando seguimiento a las medidas de mejora para nuestros trabajadores, nuestros empleados, y poder ir evolucionando y medir cómo vamos a ir del punto de vista social, mejorando la vida de nuestros empleados en el día a día. Desde el punto de vista de la acción climática, en Auara trabajamos sobre todo la economía circular, y el objetivo es tratar de dejar de fabricar plástico nuevo, reciclar el plástico que ya existe, que es mucho, y volver a convertirlo en una materia prima para volver a meterlo en la economía y volver a convertirlo en productos. En lugar de fabricar plástico nuevo, reciclar el que ya existe y que no termine en la naturaleza. Ese es un poco el foco, que tiene dos impactos: uno, el hecho de reciclar el plástico existente y otro, la reducción de huella de CO2. Porque al final, en todo el proceso, si tú reciclas un material que ya existe, que ya está cerca, reduces significativamente la huella de CO2 que tiene todo el proceso de fabricación. Desde el punto de vista del crecimiento inclusivo, nuestro trabajo, fundamentalmente, es con comunidades muy remotas y muy rurales de países en vías de desarrollo, donde impactamos especialmente en la vida de mujeres y de niños, que son normalmente los encargados de buscar agua todos los días. Y, además, los niños son la población más vulnerable a las enfermedades derivadas del consumo de agua contaminada, y eso tiene un impacto claro en la salud de estas personas, tiene un impacto claro en el tiempo disponible porque normalmente tienen que buscar agua durante muchas horas al día. Mujeres y niños no pueden ir al colegio, no pueden tener un empleo. Te das cuenta de que el impacto, además de ser un impacto en salud, es un impacto en igualdad, en educación, en muchos ámbitos y además es la base del desarrollo económico primario de estas comunidades.