BlackRock es una gestora de activos global fundada en 1988 y que opera en España desde 1994. Nos dedicamos a gestionar el dinero de nuestros clientes, gestionar fondos de inversión en nombre de inversores institucionales, principalmente fondos de pensiones, compañías de seguros, gestoras de fondos, bancas privadas que, a su vez, gestionan el dinero de sus clientes. Y todo ello lo hacemos siempre con vocación de largo plazo, donde prevalece la gestión del riesgo y poniendo la sostenibilidad en el epicentro de todas nuestras actuaciones, tanto a la hora de integrar la sostenibilidad en los procesos de inversión como a la hora de ofrecer soluciones de inversión sostenibles para nuestros clientes. Nuestro propósito es muy claro, es ayudar cada vez a más personas a alcanzar su bienestar financiero. A la hora invertir en empresas tenemos en cuenta criterios o factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, porque generan un impacto positivo en las empresas, en la sociedad y, por tanto, en los inversores. La inversión responsable no es más que invertir en el progreso, invertir en el futuro, invertir en aquellas compañías que son capaces de capitalizar las oportunidades y los desafíos y retos a los que todos nos enfrentamos. Desde un punto de vista de sostenibilidad, nosotros tenemos el claro convencimiento de que la inversión sostenible, inversión responsable, ofrece una mayor, una mejor rentabilidad, ajustada al riesgo, siempre en el largo plazo. Los inversores juegan un papel fundamental en materia de sostenibilidad a la hora de canalizar la inversión en sectores de actividad, sectores económicos que pueden dinamizar realmente una economía. Nosotros tenemos una responsabilidad fiduciaria, representamos a nuestros clientes a la hora de mantener diálogos con las compañías en las cuales estamos invertidos; y representamos, no únicamente sus intereses, sino los intereses de todas las partes interesadas, tanto de los clientes de una compañía como de los proveedores, del talento o del equipo de esa compañía, incluso de las comunidades en las que operamos. Desde BlackRock asumimos esta responsabilidad fiduciaria de invertir en nombre de nuestros clientes en materia de sostenibilidad, pero también tenemos claro que no es una labor exclusiva del sector privado. Debemos abordarla colectivamente, en conjunto con el sector público y también de la mano de los reguladores. La industria de gestión de activos, nosotros desde BlackRock, tenemos un papel importante en la sociedad. Por un lado, invirtiendo en infraestructuras vitales, en proyectos que tienen un impacto positivo en las personas. Y por otro lado, operando localmente en las comunidades en las cuales actuamos. Me gustaría dar tres ejemplos: en España colaboramos con Generation para combatir el desempleo juvenil; con Inspiring girls para aumentar la autoestima de las niñas, y en nuestro caso en concreto, para fomentar la educación financiera; y con el banco de alimentos para atajar un problema creciente, que es el de la desnutrición. La industria de gestión de activos tiene un papel fundamental a la hora de combatir los retos a los que nos enfrentamos desde un punto de vista medioambiental. Y en BlackRock hemos ido la vanguardia, no solo desde que en 2008 nos adherimos a los principios de inversión responsable de Naciones Unidas, sino en los últimos años, a través de las cartas de nuestro consejero delegado, Larry Fink a los consejeros delegados de las compañías en las cuales estamos invertidos. En dichas cartas, Larry Fink, lo que pone de manifiesto son aspectos relevantes para la generación de valor a largo plazo. En el año 2020, su carta giró en torno al riesgo climático como riesgo de inversión; por tanto, lo que decíamos es que ello acarrearía una importante reasignación del capital. En la carta de 2021 fuimos un paso más allá, no solo hablando de la oportunidad histórica que representa el cambio climático, sino también marcando objetivos claros a la hora de alcanzar cero emisiones netas de carbono antes de 2050. Desde BlackRock lo que pretendemos es ayudar a nuestros clientes a navegar esta transición energética, a identificar aquellas empresas que son ganadoras en sus sectores de actividad, y sobre todo también, a identificar las nuevas tecnologías que van a ayudar en la descarbonización de la economía. En BlackRock contamos con una amplia oferta de productos sostenibles, concretamente más de 300 fondos de gestión activa y gestión indexada de estrategias sostenibles dedicadas. El año pasado en 2021 lanzamos más de 100 productos. Me gustaría destacar tres. En primer lugar, un fondo de energía sostenible que invierte en las energías renovables, energías del futuro que ayudarán en la descarbonización. En segundo lugar, un fondo multiactivo ASG, que ayuda a combatir las volatilidades de mercado y a proteger ante repuntes en la volatilidad. Y el tercer fondo, es un fondo de economía circular que invierte, precisamente, en el reciclaje; en un modelo alternativo al tradicional de hacer, usar, tirar.