En este video vamos a profundizar más en el modelo biopsicosocial, y como implicarnos en él. En el video anterior ya vimos cómo el modelo biopsicosocial se entiende como un modelo conceptual en el que se incluyen no sólo las variables físicas, sino también los factores psicológicos y sociales, y todo ello para tener una mejor comprensión de la condición de salud. Si entendemos el dolor no sólo como un síntoma, sino como un patrón de conducta en el que se dan los componentes físicos y psicosociales, es importante que se realice este abordaje. Concretamente, en el ámbito clínico se utilizan códigos de colores a través de banderas para hacer esta suma de componentes. Concretamente, tenemos la bandera roja para hablar de aquellos aspectos clínicos que requieren de una mayor investigación o incluso de una derivación urgente. En este ámbito, podríamos encontrar no sólo problemas musculoesqueléticos de primer orden, que implica una patología grave, sino también incluiría otros aspectos como, por ejemplo, enfermedades de tipo neurológico o inflamatorias. También tendríamos, en relación a esto, infecciones sospechosas, tumores y otro tipo de desórdenes o trastornos circulatorios, entre otras muchas condiciones de salud. A continuación, tendríamos las banderas azules. Las banderas azules se utilizan para hablar de la relación o la perspectiva que tiene una persona, en relación al ámbito laboral y su salud. También, recientemente se ha incluido la bandera naranja. Se utiliza para hablar sobre la salud mental y, concretamente, de los problemas psicológicos, y los profesionales de la salud pueden utilizarlas concretamente para hablar de problemas psiquiátricos que requieren de una derivación a un especialista. Por ejemplo, tendríamos problemas de ansiedad, o trastornos de personalidad, o trastornos postraumáticos, cuadros de ansiedad. Y también se incluiría en este ámbito cualquier adicción a drogas, alcohol y también depresión clínica. Por último, tendríamos las banderas amarillas. Las banderas amarillas se utilizan para reflejar precisamente los factores psicosociales que, en ocasiones, son difíciles de aflorar y, sin embargo, tienen un importante impacto en nuestras vidas. Y, precisamente, pueden provocar que se alargue o que se presenten dificultades e incapacidades asociadas al hecho de sufrir dolor. Y es muy importante que estas banderas amarillas sean abordadas adecuadamente por parte de nuestra atención con el objetivo de reducirlas o, al menos, evitar que se cronifique el dolor. Según la literatura, la identificación de todos estos factores es importante que se realice durante la evaluación clínica, y cada profesional lo realiza de una manera diferente. La identificación también de los factores determinantes que pueden acabar afectando la evaluación clínica, como son las creencias, valores y juicios, el comportamiento ante el dolor, o cómo respondemos ante el mismo, es crucial que se realice junto al profesional de salud. Especialmente, porque una persona puede beneficiarse de ese abordaje si se implica activamente en la detección y la identificación de esos factores que, al fin y al cabo, van a acabar siendo igual de relevantes que los factores biológicos que, evidentemente, debe realizarse al mismo tiempo que se realiza esta valoración de las famosas banderas amarillas. Lo que es importante es que la persona salga de la consulta sin que surjan nuevas banderas amarillas, y se haya abordado todas estas cuestiones que acaban teniendo un importante impacto en su vida diaria. También es importante, en este abordaje, que se realice una buena comunicación con el profesional de salud. Como comentábamos, la implicación es fundamental y la persona que sufre dolor debe sumarse al binomio profesional - paciente con el objetivo de proveer, pero también de obtener la información que requiere para hacer un buen abordaje de su estado de salud. También es importante que se implique en la definición del problema, es decir, que ayude a hacer esta identificación que os comentaba anteriormente, de esas banderas amarillas. Pero ¿cómo podemos definir estas banderas amarillas? Porque en ocasiones hablamos de estos factores psicosociales, pero puede ser difícil identificarlos claramente. Pues vamos a poner una serie de ejemplos que, quizás, os puedan ayudar a entender el tipo de factores psicosociales que se pueden presentar y que pueden ser de utilidad en la visita médica. Por ejemplo, que creamos que nuestro problema es más grave o que genera más incapacidad de lo que realmente es, y es importante que lo compartamos con nuestro profesional de salud, esta creencia. O que restrinjamos nuestra actividad física por miedo a tener una lesión o hacernos más daño del que desearíamos. También puede darse el caso que, por ejemplo, nuestro problema de salud venga relacionado con un accidente y no queramos presentar litigios o compensaciones económicas, y toda esta información nos la guardemos y, a la vez,esto genere mucha frustración o ansiedad. También podría darse el caso que tengamos dificultad, por ejemplo, de afrontamiento con la enfermedad debido a que hemos tenido una serie de diagnósticos erróneos, o que hayamos recibido información incorrecta en algún momento dado, y esto nos haya creado una situación de bloqueo ante la propia condición de salud y esto evidentemente tiene que ser resuelto de alguna manera. También podemos generar ansiedad por el miedo que podamos tener a la afectación que puede tener nuestra condición de salud en nuestras diferentes esferas de la vida o, por ejemplo, también, podría ser el miedo al impacto que pueda tener esta condición de salud en nuestro ámbito o entorno familiar. Por ejemplo, por nuestras conductas erróneas, que a veces se producen de manera involuntaria, por ejemplo, evitación o miedo a contrariar, entre otros aspectos, a nuestro entorno familiar y por eso hagamos una serie de actitudes de ocultación o de relativización de nuestro estado de salud. Todos estos aspectos, evidentemente, tienen que ser resueltos y es fundamental establecer unos buenos canales de comunicación con nuestro profesional y que tengamos la oportunidad de crear un diálogo abierto, sincero en el que se puedan contemplar todos estos aspectos, adicionales a los aspectos biológicos que os comentaba anteriormente.