Si ya habéis podido visualizar el corto de animación que os recomendábamos, habréis podido comprobar la determinación que tenía uno de sus personajes para lograr su meta. Pero, aparte, demostraba una capacidad innata fundamental. Se trata de la resiliencia, que es una capacidad que ciertas personas tienen para enfrentar, adaptarse y rehacerse ante situaciones adversas. Precisamente, como comentábamos, es una capacidad innata, pero, sin embargo, podemos aprender a ser más resilientes si analizamos las cosas que nos pasan en la vida y vamos incorporándolas en nosotros mismos para evitar que en un futuro no nos vuelvan a suceder las cosas de la misma manera. Por tanto, es muy importante que aprendamos a decodificar lo que pasa en nuestro entorno. Y, por último, también debemos entender la resiliencia como una capacidad de afrontamiento de la adversidad, como algo que requerimos para poder, sobre todo, salir del círculo del dolor. ¿Qué podemos hacer para ser personas más resilientes? Podemos poner en marcha una serie de estrategias. En primer lugar, conectarnos con nuestro entorno, con familiares y amistades y, para ello, es primordial que tomemos una actitud mucho más abierta y estemos dispuestos a escuchar activamente y también, estaremos abiertos a recibir consejos. Esto puede ser de mucha utilidad. En segundo lugar, es útil ser una persona constructiva, mirar las situaciones desde un plano superior y tomando un poco de distancias respecto a las habituales respuestas que tenemos ante las cosas, sobre todo, para ver la causa efecto de las situaciones que se dan en nuestra vida. En tercer lugar, también puede ser útil desarrollar la técnica de metas y objetivos. Ya hemos visto que puede ser útil poner por escrito nuestras metas e ir viendo cómo avanzamos para lograrlas y, sobre todo, disfrutar de los éxitos porque no estamos muy habituados a hacerlo y realmente es importante también disfrutar cuando logramos una cosa positiva. También, debemos aceptar la realidad. En ocasiones, la vida está llena de vicisitudes que complican mucho nuestra existencia, pero tenemos que aprender a ver que esta vida es así y que, en muchas ocasiones, vamos a tener muchas dificultades para continuar adelante y, sin embargo, podemos hacerlo tomando la actitud adecuada. También es útil actuar, no quedarnos tal como estamos, siendo personas pasivas sino tomando acción ante las cosas, intentando cambiar aquello que no nos gusta, y si recordamos la famosa frase que puso Obama de moda el "Yes, we can", es verdad, podemos cambiar aquellas cosas que no nos gustan si intentamos ser más activos y proactivos en modificar aquello que realmente no acaba de cuadrarnos. Quizás, el objetivo sería llegar a ese punto donde queremos estar, sin que suponga un efecto negativo para nosotros. Por otro lado, es importante ser optimistas. No se trata de tirarnos a la piscina sin que haya agua, sino simplemente tomar esa actitud de querer modificar las cosas a nuestro alrededor, pero desde un plano positivo. Hay personas que no les gusta cambiar aquellas cosas que dependen directamente de ellas y pueden sentir vértigo y, en cambio, otras personas que estas cosas no les inmovilizan. Quizás, el punto es llegar a ese equilibrio entre lo uno y lo otro para que podamos estar activos y cambiar eso que no nos gusta y ser optimistas en la manera de proceder. Y, por último, aprender a crecer de nuestros problemas. Sinceramente, en ocasiones, si vemos que hemos desarrollado durante nuestra vida diferentes situaciones en las que hemos cometido errores, porque errar es humano, y no hemos aprendido nada de ello, no nos ha dejado huella, es quizás indicativo que no estamos aprendiendo cosas positivas que podemos incorporar en el bienhacer del futuro. Por eso es quizás importante visualizar los errores, no como un problema, sino como una oportunidad para cambiar nuestras actitudes e incorporarlo a nuestra manera de proceder para el futuro. Y esa oportunidad, realmente, nos va a aportar cosas muy positivas, si lo vemos de esta manera.