El dolor crónico puede desencadenarse por una serie de hábitos, de conductas o de aspectos emocionales que lo producen o incluso pueden agravarlo. En ocasiones, no vemos la manera de atajarlo o de poner freno a esos mecanismos de dolor que se han puesto en marcha. Precisamente, en este vídeo lo que queremos abordar es esos aspectos que pueden inducir a que se ponga en marcha el engranaje del dolor. Precisamente, para que puedas anticipar esos aspectos y que puedas intentar controlarlos de cara al futuro. El primer paso es recuperar el control sobre nuestro cuerpo. Básicamente, se basa en que mejoremos nuestra percepción en base a una autoobservación. En ocasiones, puede ser difícil aprender estos ejemplos, estos ejercicios de autopercepción, pero pueden ser muy útiles si desarrollamos una actitud como si fuéramos unos sabuesos, rastreando pistas, buscando esas señales o indicios que nos explican por qué, en ocasiones, nuestra percepción del dolor se ve modificada en algún aspecto. Quizás, hemos notado un agravamiento y es importante que observemos cuándo se han producido esas situaciones, y que analicemos qué factores han intervenido para que notemos ese empeoramiento. Si tienes más dificultad en hacer esa autoobservación porque, en ocasiones, no estamos acostumbrados a hacer ese uso activo de ese análisis interior, hemos realizado un pequeño listado con preguntas que pueden ayudarte a elaborar ese análisis, ese escáner interior. Vamos a revisarlas conjuntamente. Imagínate en algún momento que hayas experimentado un agravamiento de ese dolor, y ahora pregúntate, ¿dónde se localizaba ese dolor?, ¿en alguna ocasión habías notado un dolor tan intenso?, ¿y a qué se debía?, ¿habías realizado algún tipo de sobreesfuerzo que pueda explicar ese empeoramiento?, ¿estabas en un estado de estrés o ansiedad que pueda haber inducido a estar peor?, ¿te habían dado algún tipo de mala noticia o estabas con una sensación de disgusto por algún motivo concreto?, ¿cómo te impactó esa situación?, ¿lograste controlarlo?, ¿cómo y qué fue de utilidad para hacerlo?, ¿qué empeoró el abordaje de ese dolor?, ¿compartiste con alguien?, ¿cómo te sentías en ese momento?, o, ¿te dieron algún tipo de consejo que te fue de utilidad? Realmente, el uso de este tipo de preguntas puede ser de ayuda. Pero, realmente, lo que es de más utilidad es continuamente valorar, cuándo se produce un agravamiento, esos factores que puedan estar relacionados, y en ocasiones, van a ser muchos factores a la vez. Pero, sí podemos intentar anticiparlos, simplemente para que en una ocasión futura no sintamos un agravamiento como el que hemos podido experimentar, ya va a ser de gran ayuda para mejorar nuestra percepción de calidad de vida. Realmente, el objetivo es reducir el daño grave que nos podemos causar nosotros mismos cuando sufrimos ese agravamiento debido a esos factores. Finalmente, y lo importante de todo esto, es que desarrollemos esa autoobservación para mejorar el manejo. Durante los siguientes vídeos vamos a hacer una especial mención a la importancia de la autoobservación porque, realmente, es una de las estrategias importantes en el manejo.