[MÚSICA] [MÚSICA] ¿Qué podría ser más crucial para la performance de una empresa, que decidir cultivar a sus futuros líderes? Desarrollar la línea de liderazgo es una tarea muy intensa, pero el premio a este esfuerzo, es de justamente contar con líderes en la cima de la organización, pero también a lo largo de toda la empresa. Para ello habría que hacer foco en cuatro factores. En el desarrollo específicamente, en la identificación de las posiciones claves, en hacer el proceso de forma transparente y el medir regularmente. Arranquemos por principio entonces. Hacer foco en el desarrollo, integrar los planes de sucesión, con el desarrollo del liderazgo para asegurarnos de conocer, cuáles son las habilidades de los futuros líderes, que tiene que tener y cómo vamos a ayudarlos a adquirirlas. Para ello, necesitamos exponer a esas personas, a situaciones en donde tengan que resolver problemas reales y rodearlos con expertos que los puedan ayudar e ir conteniendo. De ahí la importancia de que la sucesión sea un sistema flexible, orientado a actividades de desarrollo. En vez de que sea una lista rígida de gente, que alguna ves pasaron por una [INAUDIBLE] de potencial. El segundo factor, tiene que ver con identificar las posiciones claves, identificar cuales son las posiciones en la línea media, si son esenciales en la organización a largo plazo. Para esas posiciones, hay que tener identificados a los altos potenciales y desde esas mismas posiciones, es importante comenzar a asignarles tareas especiales, que puedan realizar con un grupo soporte y por supuesto en lo mejor de los casos, incluido un líder de alto rango que vaya supervisando el proceso. A estas personas, hay que medirles la performance de manera regular, ¿por qué? Porque necesitamos calibrar los desafíos que les vamos asignando. Mientras que los planes de sucesión se enfocan en unas pocas posiciones en la cima de la escala, el desarrollo del liderazgo comienza en las posiciones intermedias. Detecciones tempranas, ayudan a alimentar la sucesión, pero a la vez obligan a la empresa, a focalizar sobre el desarrollo del liderazgo, sin importar tanto la escala jerárquica, que esto es lo que más me interesa focalizar. El tercer factor, tiene que ver con hacer el proceso de forma transparente. Para crear una plataforma de liderazgo sólida, es importante comunicar abiertamente en que situación está ese grupo al que vamos a desarrollar y todo lo que van a necesitar para hacer, para poder avanzar. En general, las organizaciones tienden a no comunicar abiertamente quienes están en la línea de desarrollo, porque parten de la falsa creencia, que suelen desmotivar a quienes no están en esa línea. Esto tal vez funcionaba para la época anterior, más paternalista, un poco más rígida y también favorecía el cambio de decisiones a último momento. Muchas veces, pasando por alto el desarrollo necesario. Sin embargo, hoy el crecimiento está más basado en performance, que en lealtad o antiguedad. Por ello es importante mantener informada a la gente, acerca de donde se encuentra y a donde puede esperar llegar. El cuarto y último factor tiene que ver con medir el proceso de manera regular, como decíamos desarrollar líderes, es un proceso de largo plazo, por eso es muy importante comprender, si tenemos a las personas correctas, moviéndose al ritmo esperado. Las métricas ayudan a verificar si mi pool de talentos, es acorde a la cantidad de puestos que voy a tener que cubrir y cuanto esfuerzo de retención voy a necesitar hacer. Para ello sirve saber cuantas posiciones claves, perdón se cubren con candidatos internos, cuantos puestos del plan de sucesión tengo ready now, y cuantos de los empleados tengo ready now, pero todavía no tengo los puestos para cubrir. De ahí la necesidad de ciertos esfuerzos de retención. Tal vez, la lección más importante que tenemos que tener en cuenta para los tiempos que corren, es que un buen sistema de sucesiones es posible, si hay una cultura organizacional que aliente la franqueza y la toma de riesgo a nivel ejecutivo. Por que en este contexto, la verdad debe estar por encima de la politiquería. [MÚSICA]