[MÚSICA] Recuerda que este curso está enfocado en que te conozcas a ti mismo como estudiante en el proceso de aprendizaje y que, a la vez, puedas conocer el proceso de estudio, de manera tal que puedas gestionarlo en función de los objetivos académicos que te has propuesto. Teniendo esto presente, hay un aspecto muy interesante que nos gustarÃa abordar ahora, y dice relación con alguna de tus creencias, tu mentalidad, la cual influye en tu disposición, decisiones, acciones frente al estudio. Podemos sumarle adentro a las que you conocimos en la semana introductoria, cuando vimos motivación y autoeficacia. ¿A qué creencias crees que me refiero? A las que tienes respecto al aprendizaje, las habilidades y la inteligencia principalmente. Te invitamos a responder primero unas preguntas de verdadero y falso, siendo lo más honesto posible contigo mismo. Las respuestas solo serán para ti y te ayudarán a identificar qué mentalidad tienes. Veamos cuatro frases que te invito, entonces, a que respondas verdadero o falso. La primera, la inteligencia es algo muy básico sobre lo que nadie puede ejercer muchos cambios. ¿Verdadero, falso? ¿Qué dirÃas tú? La segunda, aprender cosas nuevas es posible, pero lo que no se puede cambiar es el nivel de inteligencia de cada uno. ¿Qué crees? Independiente del nivel de inteligencia que que se tenga, siempre se puede cambiar un poco. ¿Verdadero o falso? Y cuatro, siempre es posible cambiar de forma sustancial el nivel de inteligencia que se posee. Por última vez, ¿qué opinas tú? ¿Verdadero o falso? ¿Cómo te fue respondiendo las preguntas? Las dos primeras frases apuntaban a mentalidad fija y las dos últimas a mentalidad de crecimiento. Empecemos a revisar estos conceptos, lo cual nos lleva a la vieja pregunta, ¿se nace o se hace? ¿Qué crees tú? ¿Existe ser bueno para las matemáticas o negado para las matemáticas? Los grandes músicos, deportistas, cientÃficos, filósofos, ¿iban a ser los genios, excelentes, maestros que han sido desde que nacieron? O, independiente de los puntos de partida, ¿se fueron formando con la experiencia, con las oportunidades que tuvieron y la práctica? Más allá de la respuesta a esta pregunta, vale la pena pensar también en cuáles son los efectos de creer una u otra cosa. Tal como plantea Carol Dweck, ¿cuáles son las consecuencias de creer que la inteligencia o la habilidad son algo que podemos desarrollar, versus creer que son caracterÃsticas fijas de las personas y que, por tanto, las determinan? Se sabe que el ser humano tiene la capacidad de aprender durante toda su vida y, con ello, desarrollar su cerebro. Por tanto, si bien es innegable el rol de la genética, que se puede partir con caracteres y con actitudes distintas, también es evidente que la experiencia, la formación, el esfuerzo personal son elementos clave en lo que las personas llegan a ser y desarrollar. Podemos tener distintas mentalidades para distintas áreas de nuestra vida o tener una mezcla de ambas mentalidades. Pero, en general, solemos inclinarnos más hacia una, mentalidad fija o mentalidad de crecimiento. Ahora, si bien la mentalidad puede ser bastante arraigada en nosotros, puede cambiarse y el simple hecho de saber que existen y tomar más conciencia de ellas es un primer paso para reflexionar y actuar de forma distinta. Revisemos la mentalidad fija. Cuando te sientes inteligente, ¿cuándo es? ¿Cuándo te siente hábil? ¿Cuando haces algo impecable, sin cometer errores o cuando algo te resulta difÃcil, pero ahora empiezas a comprenderlo? ¿Cuando terminas una actividad rápido y se te hace fácil o cuando afrontas algo y logras avanzar? Si asocias inteligencia a rapidez, perfección y esfuerzo más bien a algo como que te falta talento, probablemente te encuentras en esta mentalidad. Lo anterior se relaciona con una descalificación del esfuerzo. ¿Has escuchado o has pensado, por ejemplo, a Magdalena le fue bien pero estudió cualquier cantidad? O pobrecito, se ganó el premio al esfuerzo. ¿Lo has escuchado? Para este estudiante esforzarse resta mérito, por tanto, ¿cómo crees que resuelve él cuando le va mal? El esfuerzo no es motivo de orgullo, sino que algo que pone en duda el talento que se tiene. Las personas con la mentalidad fija suelen ver el logro o el fracaso no como una opción, sino que como parte de su identidad. Y, sin duda, el fracaso es una palabra fuerte, afecta a cualquier persona, pero no define cómo es. Es un problema, claro que lo es, nadie quiere fracasar. Pero eso implica que, por lo tanto, debes que afrontar el problema, gestionar tus distintos recursos y estrategias para resolverlo y aprender de eso, crecer. Estos estudiantes en vez de mover sus recursos para lograr avanzar, lo hacen más bien para proteger su ego, por ejemplo, reconociendo menos los errores y responsabilidades frente a sus resultados bajos, lo esperado. Por ejemplo, me fue mal porque el profesor es pésimo y pregunta lo que no enseña en las pruebas. O pasa que este ramo en realidad no sirve para anda en la carrera, entonces no pienso dedicarle más tiempo. Entonces, ¿cómo aprenden de sus errores? Casi no aprenden. ImagÃnate, ¿cómo sigue ese alumno en este ramo si cree que lo que determina los resultados no es su trabajo, sino que otras variables? Se desmotiva, se frustra y, probablemente, esto influirá en cómo estudia. Los estudiantes con mentalidad de crecimiento creen, en cambio, en la posibilidad de aprender y que eso está dado por el esfuerzo, el trabajo, la dedicación. Por lo tanto, asà afrontan los desafÃos en la universidad, haciendo uso de sus recursos, probando distintas opciones, no siempre lográndolo, pero siempre intentándolo. Aprendiendo de eso y avanzando. Los distingue la motivación por esforzarse, incluso cuando las cosas no van bien. Ojo, que esto no quiere decir que no se frustren y no se decepcionen, pero sà que eso los moviliza para seguir, no los paraliza o los hace retirarse. Aunque tengan una decepción, por ejemplo, por una prueba, vuelven a estar dispuestos a correr el riesgo, a enfrentar los retos y a trabajar por ellos. Hay valoración del talento, no quiere decir que no, pero lo que se admira es el esfuerzo, porque implica haber superado la dificultad, habiendo potenciado habilidades para alcanzar ese logro. Suelen ver el esfuerzo como una fuerza positiva y constructiva, no como algo negativo o una carga tremenda. Ponen en juego, por tanto, distintas estrategias, exploran, revisan pruebas de años anteriores, estudian con amigos si eso es lo que necesitan, buscan tutoriales, por ejemplo, en YouTube para poder complementar las clases, ejercitan mucho. Piden retroalimentación a los profesores y a los ayudantes, piden ayuda. Creen que hay forma de lograrlo y se empeñan en descubrirla o crearla. Se sobreponen y hacen un plan con acciones concretas que los acercan a sus metas. Algo importante, esto último, es ver el error, la dificultad, no como algo estático, sino como algo dinámico que pasó, pero que se puede mejorar y aprender de eso. El estudiante de mentalidad de crecimiento, entonces, ve la dificultad y la equivocación como parte del proceso de aprendizaje y no como algo que amenaza su autoeficacia. ¿Quiere decir esto que si me esfuerzo, entonces, puedo lograr todo, todo, todo lo que yo me proponga? ¿Y es que si no lo logro es porque no me esforcé lo suficiente? No, el esfuerzo es crucial y marca una diferencia pero, ojo, que no lo es todo. Cada persona tiene sus propios recursos y oportunidades, lo cual también, por supuesto, va a ir planteando facilitadores y también obstaculizadores. ¿Cómo te fue clasificando las frases? ¿Pudiste identificar las que respondÃan a mentalidad fija y las que eran de mentalidad de crecimiento? ¿Se te hacÃan familiares algunas de ellas? Es importante que identifiques qué te dices a ti mismo. La mentalidad tiene consecuencias en tu motivación, en el esfuerzo que pones para alcanzar tus metas, en la cantidad de tiempo y estrategias que estás dispuesto a poner en juego. Te invitamos a reforzar una mentalidad de crecimiento, no te centres en enjuiciar tu rendimiento, lo hice bien, lo hice mal, sino en preguntarte cómo aprender mejor, cómo hacerlo distinto la próxima vez. Pide retroalimentación a tus profesores, revisa en qué te has equivocado y qué has hecho bien. Busca ayuda entre tus amigos, tutores, salas de estudio, ayudantes, etcétera. Muchas personas creen que la inteligencia es un monto que nos fue como asignado desde que nacimos, pero investigaciones recientes confirman que el cerebro más bien se parece a un músculo, tal como hablamos en los videos sobre el correlato biológico y la plasticidad neuronal, ¿te acuerdas? El cerebro crece y se fortalece durante el aprendizaje. No es fácil cambiar de mentalidad, you que suele estar bastante arraigada y es producto de años de experiencia, pero puedes lograrlo. Esfuérzate por ponerte en una mentalidad de crecimiento al momento de evaluar y decidir cómo enfrentar tus tareas, eso empezará a hacer la diferencia. No te bloquees, no te desanimes, ni sueltes el esfuerzo, es difÃcil, pero acepta los retos, crÃticas y contratiempos. Trabaja para afrontarlos. Entonces, hemos hablado de las dos mentalidades o creencias fijas y de crecimiento. Si crees que you tienes principalmente mentalidad de crecimiento, genial, no la sueltes. Pero si crees que tienes fija y consideras que la de crecimiento aportarÃa más en tu proceso de estudio, te invitamos a trabajarlo, arma tu plan de estudio con mentalidad de crecimiento, especificando de forma concreta cómo vas a llevarlo a cabo. Hablamos you en la introducción del tiempo, usa el calendario, como vimos en una de las clases, y anota qué harás, hazlo sin ganas al principio, pero hazlo. Comienza a movilizarte, date tiempo, anÃmate y esfuérzate. Aprende de tus errores y celebra tus logros. Saludos. [AUDIO_EN_BLANCO]