Hay ventajas de este tipo de propuestas. Una de las ventajas, es que el alumno se enfrenta a estos contextos reales un poco inciertos, de tal manera que no saben qué es lo que va a pasar. También, utiliza técnicas que se aprenden teóricamente, pero después se dan cuenta que la técnica tiene algunos detalles que hay que solucionar en campo, que no es exactamente como lo dicen los libros. Otro, es que pueden valorar la pertinencia de sus acciones profesionales en lo futuro, es decir, si se involucran adecuadamente con compromiso y demás, pues esto tiene resultados en el desarrollo de una comunidad, ni más ni menos. También, podemos hablar que representa para ellos un tipo de aprendizaje práctico, o teórico-práctico, por decirlo asÃ, que representa también contextos multiparadigmáticos, porque cada comunidad representa un reto diferente, y hace que se relacionen con diferentes niveles de personas. El aprendizaje que tienen al platicar con un ejidatario, con un campesino, o con el presidente de bienes comunales, o con el representante de toda la Asamblea, son diferentes niveles. Una ama de casa, que también les tocó, o con el gerente del proyecto de XOXAFI, son diferentes niveles de autoridad, de poder, que les van representando diferentes aprendizajes, porque no pueden hablar exactamente de lo mismo, o de la misma forma. El traducir también las ideas y los conceptos a lenguaje común y consuetudinario, es también, otro reto de aprendizaje que me parece que alude a una evaluación real, a una evaluación auténtica. Algunos de los desafÃos que me parece que debemos de cuidar en este tipo de situaciones, o que deberÃamos de salvar, es la temporalidad y oportunidad que nos ofrece el tener proyectos como estos. De lo contrario, ¿qué harÃamos? PodrÃamos, de manera voluntaria, acudir a una comunidad y, aunque no hubiera un proyecto, involucrarlos ahÃ. Tener cuidado en la construcción de la relación con las comunidades, y con los ejidos, porque se suelen plantear expectativas o perspectivas a veces muy altas, y esto hay que evitarlo, hay que situar en el plano real, el nivel de participación y de compromiso que se requiere, para evitar conflictos y para tener una relación muy buena con los campesinos, o con las autoridades que sean. También, por supuesto, la cuestión de la seguridad tiene que ver con esto. Al estar en campo, estar en situaciones remotas, en lugares alejados, hay que cuidar la seguridad de todos los estudiantes. Por último, es necesario un respaldo institucional formal de la escuela, de la universidad, del instituto, que vaya a dar el espaldarazo, puede ser incluso económico, o de infraestructura que permita a los estudiantes [inaudible] de entornos que le permitan hacer este trabajo. Una evaluación que podemos considerar como real, es aquella que permite al estudiante situarse en un contexto real, pero sobre todo, poner en práctica consciente, diversa, creativa, los conocimientos que solemos darle. Esto no obsta para quitar, por supuesto, evaluaciones formales que son un complemento desde mi punto de vista. Pero este tipo de evaluación es donde el estudiante puede autoevaluarse, autocriticarse, y dialogar con los profesores sobre sus aprendizajes. En terrenos prácticos me parece que le dan al estudiante la oportunidad de mejorar profesionalmente, y en términos de actitudes hacia su carrera.