El trabajo que hacemos en la coordinación, que engloba temas de transferencia de tecnologÃa, emprendimiento y servicios tecnológicos, es precisamente ser una extensión de las capacidades de la Universidad hacia el exterior, particularmente hacia la industria, logrando con ello, que los desarrollos que se llevan a cabo dentro de las aulas y laboratorios universitarios y con el talento universitario, se ponga al servicio de la sociedad y genere competitividad en favor de las empresas que operan en nuestro paÃs o bien en el extranjero. La incubadora de empresas de base tecnológica, tienen la caracterÃstica de enfocarse en proyectos precisamente de base cientÃfica tecnológica, es decir, son proyectos donde existe la creación de una tecnologÃa, una base, un paquete tecnológico, que es apropiable al equipo y que presenta caracterÃsticas como novedad. Normalmente, trabajamos con proyectos donde los investigadores y estudiantes han desarrollado incluso aspectos que pueden ser protegidos bajo las leyes sobre propiedad industrial en nuestro paÃs o en el extranjero. Asà que, nos dirigimos particularmente a ese grupo. Sin embargo, también atendemos a comunidades como son egresados. De hecho, una gran parte de los graduados de la incubadora son precisamente egresados de la UNAM, que después de unos años, y ya que han constituido o tenido experiencia en el sector privado, desarrollan un modelo de negocios a muchos de ellos sà desarrollan propiedad intelectual, e ingresan a la incubadora. El proceso de incubación normalmente dura dos años y en él, el objetivo es muy sencillo: es hacer negocios. Básicamente, es dominar el ciclo de vender, producir, cobrar, pagar, y cuáles son los marcos, tanto normativos, legales, fiscales para que la empresa lo pueda llevar a cabo y generar una cultura dentro de esa empresa, como una organización que va a superar al propio estudiante o investigador. Es decir, generamos una cultura organizacional como industria, que le permita tener una visión de largo plazo y que le permita idear su escalabilidad, es decir, cómo va a crecer con respecto al tiempo. La experiencia que les quiero compartir, tiene que ver precisamente con un proceso que llevamos a cabo, que normalmente se denomina preincubación o emprendimiento, que es donde construimos y validamos los modelos de negocios. Esto lo hacemos aplicando herramientas como es: el descubrimiento de cliente y el lienzo de negocios, las cuales son herramientas que llevan más de una década utilizándose a nivel global. En México, desde el 2015, hemos iniciado una cooperación con la National Science Foundation de Estados Unidos, para poder compartir prácticas acerca de estos esfuerzos, para llevar a estudiantes e investigadores a validar con el mercado, con la sociedad, la pertinencia de sus desarrollos. Y para eso utilizamos como primera herramienta la construcción de un modelo de negocios o también un Canvas, que es otra manera de mencionarlo, Canvas de negocios. El Canvas está dividido en nueve secciones y lo que vamos a entender, es que en cada una de estas secciones los estudiantes e investigadores construyen hipótesis. Es decir, tenemos que entender que todo es una suposición, es algo que en nuestra cabeza creemos que es el valor de esa tecnologÃa, es a quién creemos nosotros que se está dirigiendo, cómo pensamos que va a funcionar en cuanto a los costos e ingresos, cómo vamos a construir lealtad, quiénes son nuestros aliados. Y lo primero es posicionarnos en ese entendido, que cada una de esas acciones o ideas son suposiciones que tenemos como equipo de desarrollo, y la tarea consiste precisamente en salir y validarlo con un enorme reto que es: sin hablar de la tecnologÃa, sin vender la tecnologÃa. Nos queremos centrar en: cómo experimenta el usuario, el potencial cliente en su vida, dolores y ganancias, y encontrar dónde existe realmente una oportunidad, porque nuestra tecnologÃa presenta valor, es decir, puede aliviar esos dolores o potencializar esas ganancias que vive nuestro usuario o cliente. Ese trabajo se hace a través de entrevistas, que se diseñan, que son cortas y que se trata de salir del aula para poder hablar con las personas. Parece algo muy lógico, pero es algo que hace mucho tiempo, o puede pasar mucho tiempo antes de que un investigador o estudiante saliera y se enfrentara a esa pregunta, ¿es pertinente o no? Y esta es una de las razones por las cuales más del 90 por ciento de las empresas que se conforman, no sobreviven los primeros dos años. Porque absolutamente a nadie le interesaba esa tecnologÃa o no lo perciben como valioso. Entonces, hacemos un análisis, pero sÃ, les duele los cachetes, de no hablar de su tecnologÃa, no es un discurso de ventas. Se trata de construir empatÃa con el usuario para poder traslucir su forma de vida, traducir qué es un buen dÃa en el trabajo y qué es un mal dÃa en el trabajo, y de ahà hacer una acción de abstracción de esas ideas, de esas experiencias, se documentan las entrevistas, se busca que existan patrones. Por ello, es que, normalmente buscamos 100 entrevistas como parte del proceso. Y eso, precisamente, nos ayuda a construir además resiliencia en el equipo. Se genera la capacidad de escuchar, se genera la capacidad de construir empatÃa, de hablar un idioma que ya no es el del laboratorio, el del aula o el de la especialidad, sino el idioma que le interesa al cliente, saber exactamente: ¿quién es ese cliente?¿cuál es su rol? ¿cómo se llama? ¿son hombres o mujeres? ¿de qué edad son? ¿qué tipo de carreras han estudiado? y, ¿cuáles son realmente sus intereses dentro de su trabajo? ¿cuándo su jefe está súper contento con ellos y cuándo tienen otro tipo de situaciones? Lo que hemos hecho con trabajar con más de un centenar de equipos, esto se ha hecho a través de una red de ocho nodos binacionales de innovación NOBIS, cada uno de nosotros, con diferentes experiencias. En el Nodo Binacional universitario que dirigimos en la UNAM, también participa la Universidad Anáhuac, el CITNOVA de Hidalgo y el Tecnológico Nacional de México. Entonces, cubrimos toda la República Mexicana y hemos tenido proyectos que van, desde alimento para caballitos de mar, hasta tecnologÃas que ayudan a la reparación de tejido cardÃaco después de un infarto. Y justamente entender cuál va a ser ese ciclo de vida, si queremos nosotros crear impacto, si queremos que la tecnologÃa universitaria solucione la vida de las personas, se perciba valiosa la ciencia y la tecnologÃa en México, esto es parte de lo que tenemos que experimentar y de vivir. Al final del proceso de 100 entrevistas, los equipos van a presentar una decisión que llamamos: "go" o "no go", "ir" o "no voy". Eso quiere decir, que descubrà a lo largo de estas entrevistas con los patrones, con los cambios que fui haciendo mi modelo de negocios, que hay pertinencia y oportunidad. Básicamente, que la gente le decÃa: "ten todo mi dinero, si me tienes una solución a este dolor tan grande que estoy experimentando", y saber que sea significativo eso dolor; o bien encontrar que no, no hubo pertinencia, no apareció un dolor significativo o una ganancia que justificara continuar desarrollando sobre esa aplicación de tecnologÃa, en la manera como lo estamos haciendo, y poder regresar y cambiar el ritmo. Con ello, lo que hemos buscado es detonar justo empresas de base tecnológica. Las empresas de base tecnológica son claves para el paÃs, porque forman una plataforma clave para generar empleos de alta especialidad, además de que nos permite transitar hacia una economÃa basada en conocimiento.