Voy a presentarles una serie de experiencias que hemos tenido aquà en la ENES Morelia, en la Licenciatura en Ciencias Ambientales, especÃficamente, para la materia de Ordenamiento ecológico del territorio. Lo que hemos hecho es trabajar primero en la parte teórica, donde se muestran técnicas de participación comunitaria, se enseñan técnicas que tienen que ver con entrevistas a profundidad o encuestas. Y la idea es que los alumnos aprendan a obtener datos en un campo con actores reales, en contextos reales. El ejercicio que nosotros realizamos y que después evaluamos consistió básicamente en cuatro partes. La primera parte fue básicamente que los estudiantes conocieran no sólo la teorÃa, sino el lugar en el cual se iban a involucrar, de tal manera que pudieran establecer un primer contacto con las comunidades o con los ejidos con los cuales se iba a trabajar. Hay que aclarar que esta materia se involucró en un proyecto que tenÃa la ENES para realizar el plan de manejo del Parque Nacional de los Mármoles, y visitamos una comunidad que se llama Comunidad de Santiago Anaya, en Hidalgo, que tiene manejo de grutas, tienen turismo ecológico, turismo de aventura, y entonces nos habÃan pedido que trabajáramos con ellos una serie de propuestas y una serie de necesidades, y de cosas que ellos requerÃan para organizarse mejor y para planear mejor su trabajo. En ese sentido, fue que ellos primero hicieron esta primera parte teórica y de contacto. Posteriormente, los estudiantes elaboraron, planearon y diseñaron los talleres comunitarios de tal manera que respondiera a dos cosas. Uno, por supuesto, las necesidades que se les habÃa planteado, pero que cumpliera con las, vamos a decir, con los criterios, con la teorÃa, que es el diálogo de saberes, el diálogo horizontal, en fin, una serie de técnicas y de desarrollos teóricos y conceptuales que ellos deberÃan de seguir. En ese sentido, ellos solos eran los que planeaban. Nosotros llevamos únicamente esta parte, y eso representaba parte de la evaluación, es decir, por un lado, el aprendizaje formal con evaluaciones formales de la teorÃa, pero, por otro lado, a lo largo del desarrollo de sus diseños implicaba que nosotros dialogáramos con ellos y que entre ellos tuvieran diálogos y opiniones de lo que estaban haciendo. Y esto se realizaba a través de múltiples reuniones grupales, ya sea con todo el grupo o con los equipos que iban a trabajar diversas comunidades. Luego, en una tercera parte, los estudiantes, al final, hicieron una evaluación o una autoevaluación. Hicimos un trabajo, especialmente en el taller del Parque Nacional de los Mármoles. Junto con la comunidad, hicimos una evaluación, es decir, que pensaban, si los estudiantes (eso lo habÃan diseñado ellos también) habÃan respondido a las expectativas de sus necesidades o de sus preocupaciones, de sus conflictos socioterritoriales. Y, posteriormente, hicieron una serie de diálogos con nosotros, con los profesores, esto ya en clase, para hacer como una especie de plenaria, con lluvia de ideas para mejorar los siguientes ejercicios de los estudiantes en otro semestre. Y, finalmente, sà se logró tener un informe que contenÃa, ciertas reglas, ciertas rúbricas, pero que, además, ellos sabÃan que ese informe con sus datos se iba a incorporar al informe formal que se entregaba a SEMARNAT y a las comunidades, de tal manera que ellos, en todo momento, sabÃan que su evaluación tenÃa que ver no solo con su desempeño, vamos a llamarle asà intelectual, sino con la utilidad de este conocimiento en términos profesionales. Claro, nosotros tendrÃamos a fuerza que ayudar.