[MUSIC] Bueno, pues, muchas gracias por la invitación y por hablar de este tema que es tan interesante. Y que para mí ha transformado mi vida y la vida de muchas personas que están alrededor mío. Yo me dedico a la descodificación biológica. Soy consejero y acompañante en descodificación, y lo que nosotros hacemos permanentemente es trabajar con el lenguaje del cuerpo. Y las emociones, como vamos a ver más adelante, tienen mucho que ver con este lenguaje, y es lo que me ha permitido ampliar y ahondar en lo que es el manejo de las emociones. Mira, las emociones hacen parte del lenguaje del cuerpo, del lenguaje biológico. Para poder entender el tema de las emociones, hay que remontarse a que nosotros, como cualquier otro animal, eventualmente podemos tener comflictos. Y un conflicto ¿Qué es? Es cuando una necesidad que hay dentro de ti no se puede satisfacer. Cuando esa necesidad dentro de ti no se puede satisfacer, el cuerpo va a comenzar a avisarte a través de su propio lenguaje para que tú te des cuenta de esa necesidad que no has podido satisfacer y la puedas de alguna manera satisfacer. Entonces, el lenguaje que utiliza el cuerpo es principalmente a través de las sensaciones. Es un lenguaje donde tú entras en contacto con tu cuerpo, donde tú vas a experimentar en tu cuerpo qué sientes y que está ligado a esa necesidad que no está satisfecha. Pero, eventualmente, si tú no escuchas ese mensaje aparece un segundo mensajero en ese lenguaje biológico que se llaman las emociones. Y las emociones, simplemente, es otra manera de cómo el cuerpo me está contando a mí que esa necesidad no se ha podido satisfacer y cumple otro propósito muy importante la emoción. No solo me comunica a mí lo que está pasando, sino que la emoción se expresa hacia afuera, es decir, a mi se me nota la emoción, sea una rabia, sea tristeza, sea el medio. A mí se me va a notar que tengo esa emoción, de tal manera que otra persona se va a acercar a mí y me va a preguntar qué es lo que me está pasando. Con el fin de que ella me pueda ayudar y podamos identificar juntos cuál es esa necesidad que no hemos podido satisfacer o que no he podido satisfacer. Todos, como cualquier otro animal, tenemos la capacidad de sentir las emociones. Digamos que lo que puede generar algunos problemas es cuando estamos desconectados de nuestro cuerpo, que eso lo vemos con alguna frecuencia y cada vez lo veo más hoy en día. No sólo en los pacientes sino en la vida cotidiana, las personas están mucho más en la mente, mucho más en su cerebro. Y a veces están un poco separados de su cuerpo. Y en la medida en que tú estés separado de tu cuerpo te va a costar más trabajo poder sentir esas emociones. Poder descubrir qué es lo que la emoción te quiere decir y poder llegar al fondo de las emociones. Pero cualquier persona está en la capacidad de sentir las emociones. Realmente no es que haya emociones difíciles de sentir. Yo creo que tiene más que ver es con el tema social y con las emociones que están más digamos permitía sentir. Pero todas las emociones igualmente se pueden sentir. Digamos que tienen una función biológica, y como función biológica que nos permite sobrevivir, cualquier emoción la podemos sentir fácilmente. Porque el propósito es poder sobrevivir ante ese conflicto y poder identificar qué es lo que tenemos que sanar. Pero, digamos que la dificultad está en que las personas no se permiten sentir muchas veces las emociones o rechazan ciertas emociones. O hay emociones que no están digamos que tan permitidas socialmente para sentir. Y eso es lo que hace que sean más difíciles de experimentar y llegar al fondo de esas emociones. Lo que te pierdes es poder escuchar el mensaje del cuerpo, porque, en el fondo, lo que la emoción encierra es un mensaje en donde el cuerpo te está diciendo cuál es esa necesidad que no has podido satisfacer, cuál es tu conflicto y qué es lo que realmente tú tienes que solucionar dentro de tí. Así que si tú no te permites, de alguna manera, sentir las emociones o entrar en la profundidad de las emociones y escuchar el mensaje que hay detrás de las emociones, digamos que no vas a poder determinar, no vas a poder identificar cuál es la necesidad que no has podido satisfacer. Volvamos al tema que somos animales. Como animales, si hay una necesidad entre nosotros que no podemos satisfacer, el cuerpo me va a comenzar a avisar a mí, para que yo pueda darme cuenta de cuál es esa necesidad y pueda satisfacer esa necesidad. Y entonces, como les dije, hay como varios niveles de lenguaje dentro de ese lenguaje biológico. El primero, es que yo siento sensaciones en mi cuerpo, por ejemplo, temblor, frío, calor, dolor. Son sensaciones que yo percibo y es el cuerpo que me está avisando que hay una necesidad que no ha podido satisfacer. Si yo no logro escuchar cuál es el mensaje que hay detrás de esa sensación, aparecen las emociones. Y las emociones pretender que a mí se me note hacia afuera que hay una necesidad que no he podido satisfacer, para que otra personas venga y me ayude y yo pueda llegar al fondo de esa necesidad. Si yo no logro escuchar la emoción o el mensaje de la emoción, y si el conflicto es importante, eventualmente el cuerpo recurre a un tercer mensajero que llamamos nosotros enfermedad o síntoma. En donde el cuerpo busca una solución para permitirnos adaptar y poder, de alguna manera, sobrevivir ante ese conflicto. Y al mismo tiempo es una metáfora de lo que vivimos en el momento del conflicto, para que a través de ese lenguaje del cuerpo podamos identificar cuál es esa necesidad que no hemos podido satisfacer. Es decir, que la enfermedad es una consecuencia de no haber escuchado ese mensaje en los lenguajes anteriores. Pero, no es el problema sino es la solución que encuentra el cuerpo y, a la vez, una metáfora de ese conflicto. Pues, como dice mi profesor Christian Flech, él dice, las emociones son a la vez lo que nos hace vivir y lo que nos hace morir, y depende de nosotros hacer la buena elección. Las emociones son fundamentales porque todo está girando al rededor de las emociones. Es parte de nuestro lenguaje natural en el cuerpo, es parte de cómo nos comunicamos con el mundo exterior. Es parte de cómo vivimos las experiencias en nuestro mundo interno. Lo importante es aprender a escuchar esas emociones, es estar cada vez más cerca de nuestro cuerpo, cada vez más en contacto con el cuerpo, de tal manera que podamos escuchar qué es lo que nos quieres decir las emociones. Porque detrás hay un mensaje muy potente. Si nosotros logramos escuchar las emociones ante los conflictos, podemos incluso, eventualmente prevenir las enfermedades. Porque escuchamos el mensaje antes de que lleguemos a ese tercer mensajero que son las enfermedades. Cuando uno está en la terapia, sea como acompañante o como consejero, uno está al servicio del otro. Cuando uno está al servicio del otro, digamos está apoyando en cómo las emociones de ese otro lo llevan a su conflicto. Pero cuando uno también es terapeuta tiene que tener en cuenta que uno no está abstraido de la realidad humana. Y como cualquier ser humano tenemos emociones, y cuando esas emociones afloran en una consulta, eso para mí lo que es, es un indicador de que hay un conflicto dentro de mí que se está activando con lo que yo estoy escuchando en el paciente. Por lo tanto, es una gran oportunidad que si yo experimento alguna emoción durante la sesión, que tome en nota sobre lo que estoy sintiendo. Para que posteriormente, en mi proceso de crecimiento como terapeuta, pueda explorar cuál es ese conflicto y que se está expresando en ese momento de la consulta. No es fácil en ese momento, pero como uno está más al servicio del otro usualmente deja esa emoción un poco suspendida sin ignorarla, aceptándola que la estás sintiendo, acogiendo esa emoción. Y simplemente tomando nota para, posteriormente, trabajarla en sesión con otro terapeuta.