[MUSIC] Bienvenidos una vez más a otra lección de persuadir con imágenes. Y en la lección anterior hablábamos de que las imágenes no son importantes sólo por la forma, por las emociones que nos generen, por la imagen que vemos de nosotros mismos, sino por su contenido, y hablamos de cómo las imágenes informan y ayudan a construir un buen argumento. Hoy vamos a ver la otra cara de la moneda. Cómo las imágenes nos pueden mentir también. Y, de nuevo, vamos a empezar con un ejemplo histórico, algo más reciente en este caso, la primera guerra del Golfo. Una guerra que tuvo lugar entre los años 90 y 91 en el que el ejército Iraquà invadió Kuwait y en respuesta se montó una coalición Invasión internacional para que Kuwait recuperara su soberanÃa. Y una de las primeras acciones que desarrolló el ejército IraquÃ, entre muchas otras, fue reventar unos pozos de petróleo, acabaron vertiendo ese petróleo en el mar, y el resultado es que buena parte de la fauna y allà quedó contaminada. En concreto, imágenes como esta de un pobre pelÃcano totalmente cubierto de petróleo, incapaz de volar, incapaz de nadar, condenado. Bien, esta era la imagen pero, ¿dónde estaba ese pelÃcano? Pues resulta que ese pelÃcano no estaba en el Golfo Pérsico, estaba mucho más lejos, a miles de kilómetros. Esas imágenes eran imágenes de stock anteriores de pelÃcanos atrapados por otro vertido que no tenÃa nada que ver con la guerra del Golfo. Esto se acabó descubirendo y se generó todo un debate en relación a si era correcto informar asÃ, digamos. Si no tengo imágenes de pelÃcanos o animales en peligro en el Golfo Pérsico por la guerra, por las razones que sean, ¿es correcto ilustrar esa información con imágenes de otro sitio o estoy engañando al público? El filósofo Jean Baudrillard desarrolló ese libro que tienen aquà en pantalla. Y desarrolló toda una idea compleja que no entraremos aquà de lo que el llama simulacro, donde argumentaba que la guerra del Golfo en realidad era una fabricación de los medios que construÃan la noticia. No quiero llegar tan lejos, pero sà me gustarÃa apuntar a este problema de lÃmites, digamos, hasta qué punto. Buscando generar una emoción tengo libertad para utilizar imágenes que no sean realmente de la información que quiero ofrecer, o tengo permiso para modificar la imagen para potenciar ese efecto emotivo. Veamos otro ejemplo, en este caso una infografÃa. Les traduzco el texto. Por cada persona que muere en un ataque terrorista globalmente, tenemos 58 personas en los Estados Unidos, que mueren por falta de un sistema decente de sanidad pública, ¿no?, eso es un poco la idea del texto, para completar esta información se nos adjunta una infografÃa. Entonces fÃjense, esta información no quiere transmitir ningún dato, los datos you están en el texto. De hecho, si nos ponemos aquà a contar calaveras, no creo que pudiéramos ver si hay 58 o 60, o 200, porque están todas muy apiladas. Porque el punto de este grafico no es trasmitir datos, sino generar una emoción. ¿Cómo? FÃjense primero que no utilizamos un punto neutro de color para comparar, no podemos utilizar dos barras, una de 58, si no tenemos una calavera, empezamos bien, ¿no? Pero fÃjense sobre todo en la calavera que representa el muerto por terrorismo, es una calavera bien marcada, sencilla, mientras que arriba esa cruz lo que tiene es un caos. Calaveras, unas montadas sobre otras, diferentes colores, genera esa sensación un poco apocalÃptica, calaveras montadas. Y eso es exactamente lo que se quiere buscar, se quiere generar cierta ansiedad en la persona que contempla esos datos. Entonces aquà tenemos un ejemplo más, digamos, no busco un gráfico objetivo que trasmita los datos, no quiero genera una emoción negativa, porque quiero conseguir un objetivo concreto, una serie de objetivos, en esta caso polÃticos. Okay, bueno, pero me dirán de acuerdo, pero los datos son datos y los datos tenemos que fiar de ellos. Un gráfico estadÃstico bien hecho, es una manera perfecta de presentar la información, ¿seguro? Vamos a ver este de aquÃ, vemos aquà unas barras del 2008 al 2012 y vemos como van subiendo de una manera espectacular, y este gráfico captura una supuesta subida de intereses, pongamos que el objetivo es. Argumentar la mala polÃtica de un gobierno o la maldad inherente de los bancos, lo que ustedes quieran. El gráfico es muy espectacular, la subida es de locura, desde el 2008 al 2012 sus intereses se han disparado, o no. Fijémonos en la columna de la izquierda, al extremo, la que marca los valores, no tenÃan relación. FÃjense que no empezamos en el 0, empezamos en el 3,140 y acabamos en el 3,154. Esa no es la manera correcta de presentar un diagrama de barras. Un diagrama de barras tenÃa que empezar en el cero y acabar en punto más alto del gráfico, por ejemplo un tres y medio, ¿lo vemos? [SOUND] Vamos, ¿dónde está, esa subida espectacular? you no está, las barras grandes están muy equilibradas, nunca hubo esa subida espectacular. Hemos sido engañados mediante un gráfico, para hacernos creer que habÃa una subida, en realidad no habÃa ninguna. Bueno, me pueden decir, vale, vale, pero esto es una cosa que ha fabricado usted y que no va a ningún sitio, porque los periodistas de verdad no tienen este tipo de cosas. Pues, permÃtanme enseñarles un ejemplo de los muchÃsimos que hay, cada dÃa, en prensa que cometen esta falacia, de mover los valores y no empezar en cero, sino en otro punto, para generar una falsa sensación de gran incremento. Este gráfico es antiguo del canal de noticias Fox, donde se querÃa comentar, qué pasarÃa si se acababa un programa de reducción de impuestos que puso George Bush, en este caso Junior, digamos, y fÃjenese es la misma idea el gráfico no empieza en el cero empieza la 34 y acaba en el 42. Entonces tenemos una diferencia del 35 al 39, que parece gigantesco y parece que va a generar el caos económico en los Estados Unidos, pero leemos una variación muy pequeña, y esto pues, es un engaño de los más tÃpicos. Entonces ¿dónde ponemos los lÃmites? A partir de qué momento, estamos dejando you de generar una emoción y estamos simplemente engañando con datos. En este caso hasta ahora estamos engañando, en este caso es como más complejo, en realidad lo que queremos es producir una emoción, ¿no? ¿Dónde están los lÃmites? Es un tema que no es solucionario, es muy complejo, pero estarÃa bien que lo tuviéramos en cuenta. Cuando generemos, pensemos, ¿hasta qué punto quiero persuadir? ¿Quiero llegar a modificar los datos para generar una impresión engañosa a mi público? O realmente quiero ceñirme a la verdad y cubrirla de la manera más exhaustiva posible, y esencialmente cuando somos consumidores de imágenes preguntémonos siempre, ¿qué tipo de persuasión se está generando aquÃ? ¿Cómo se me está convenciendo? ¿Estos datos son fiables? Y sobre todo, revisar estos trucos estadÃsticos que son muy tÃpicos. En las referencias tienen algunos enlaces que pueden visitar para ampliar esta información, si quieren saber más sobre cómo nos engañan con la estadÃstica, y Jordi Vallverdú también hablará de esto en su parte del curso. Muchas gracias y hasta una próxima lección.