[MUSIC] Bienvenidos a esta sesión de Introducción a la Tecnología. En esta clase vamos a discutir sobre el Pensamiento Socialista en Tecnología. El cual es altamente importante porque involucra a Latinoamérica, así como a otras corrientes de pensamiento como el feminismo. Esta introducción nos va a permitir visualizar dos corrientes de pensamiento, las cuales fueron importantes en su época. Y que hoy estructuran versiones críticas de cómo entendemos la tecnología. Para ello hay que entender que hay una visión desde la política del socialismo que considera la energía como una parte esencial de los medios de producción. Y así como de la construcción de riqueza en la sociedad. Aquí el modelo industrial capitalista va a generar formas de captar esta tecnología y estos medios de producción. Aislando a la clase trabajadora del acceso a ésto, disminuyendo su soberanía, su independencia. Y generando una dictadura de la burguesía sobre los trabajadores. Ésto va a generar en los trabajadores enagenación, dado que no van a tener la capacidad de ejercer por sí mismos. Creadores y personas que apropien sus tecnologías, sino que van a ser dependientes de aquellos que la tienen. Esto va a generar una enorme desigualdad, no simplemente social, sino que económica y particularmente tecnológica. Esto lo podemos observar entre los países del norte global, y los países del Sur Global. En donde observamos que aquellos que generan las tecnologías son los países que tienen mejores índices económicos. Y estos índices económicos nos van a dar una sensación de desarrollo en estos países o de crecimiento. Mucho mayor que en los países de lo que denominamos Sur Global. Hay que entender que el Norte Global va corresponder a Norte América, Europa y Japón. Así como el sur global lo vamos a entender como África, Latinoamérica, el Sudeste Asiático y el Medio Oriente. Esto va a generar un análisis crítico respecto a los modos de tecnología, particularmente durante el periodo de la Guerra Fría. Y ¿por qué? Porque desde Latinoamérica se observa que esto no debe ser así. Sino que la respuesta latinoamericana es que tenemos que emanciparnos tecnológicamente y transformar nuestra forma de comprender la realidad. A partir de la apropiación de nuestras propias tecnologías soberanas e independientes corrientes. Para ello, estamos con el pensamiento de Pedro Aguirre Cerda. Expresidente de Chile, fundador de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. Quien en su trabajo académico como economista e historiador en el problema agrario y el problema industrial, expone su visión al respecto. Dice que el desarrollo de un país tiene que ver con su grado de industrialización. Y con cómo los trabajadores tienen el dominio de esta industrialización. Es un camino para la emancipación de los trabajadores según Pedro Aguirre Cerda. La igualdad laboral de género es también un tema clave tanto en su obra académica como en su visión política. En donde consideran condición verdadera y necesaria para la verdadera emancipación y logro industrial. Este antecedente de los años 40, es fundamental. Porque desde aquí nace la Corfo, que es para Chile un elemento fundamental en su indistrialización y en el modelo de sustitución de importaciones. El cual va estar vigente, no simplemente en Chile, sino en Latinoamérica en los años 40 y 50. Este modelo va a ser importante porque va a ser la base del Plactec, que va a corresponder al pensamiento Latinoamericano de Ciencia y Tecnología. Esto es una respuesta crítica al modelo estadounidense del conocimiento. Que dice que hay que pensar Latinoamérica desde si misma y no desde otros referentes. El centro de pensamiento se va a estructurar en torno a la CEPAL. Que es un organismo de la ONU, centrado en las políticas económicas para Latinoamérica y el Caribe. Y sus principales planteamientos van a tener relación con la autonomía y soberanía de la ciencia y tecnología. Como materia fundamental para alcanzar el desarrollo social, económico y cultural de las naciones de la región. Aquí un conjunto va ser fundamental para responder a lo que iba ir sucediendo. Que es una respuesta de caracter imperialista por parte de Estados Unidos y el norte global. Los cuales van a intentar hacer ver a Latinoamérica como un estado de subdesarrollo. A pesar de que la historia hasta ese entonces en los años 40 y 50 de Latinoamérica como de Estados Unidos era muy similar. Tenían aproximadamente un poco más de 100 años de países independientes. Y sus configuraciones como estado o nación estaban basados en repúblicas democráticas, las cuales tenían una constitución bajo ese fin. Las diferencias en cuanto al desarrollo no eran muchas. Porque todos explotaban recursos naturales pero también desarrollaban sus propias tecnologías. ¿Qué pasó ahí entonces? Eso es lo que tratan de entender mientras va sucediendo ese ataque imperialista. Varios pensadores, entre esos destacamos a Jorge Sábato y Amilcar Herrera en términos iniciales. Jorge Sábato hacía referencia a que nuestro modelo de distribución de importaciones no generaba nuevas tecnologías sino que reproducía patrones de otros países. Esa reproducción de patrones tenía que ver con este comercio internacional. Y en como uno se enfrentaba a la generación de nuevas alternativas. Al apropiar tecnologías de manera externa, los países de Latinoamérica disminuían su capacidades competitivas. Y se empezaban a reducir en únicamente generadores de materias primas. Amilcar Herrera también cuestiona el concepto de desarrollo que se empezó a imponer durante esos años de la Guerra Fría. Y dice que el sub-desarrollo es comparativo y que es desigual. Porque quienes los definen no son todos, sino que son aquellos que tienen las riquezas en un momento determinado de la historia. Estos pensadores empiezan a cuestionar cómo entendemos nosotros, no simplemente nuestro concepto de desarrollo. Sino también cuál es la importancia del conocimiento para alcanzarlo. Un gran pensador aquí va a ser el matemático Oscar Varsasky. El cual trabajaba en, primero química y modelos matemáticos de la química. Para después avanzar en una versión crítica respecto al conocimiento científico. Y aquí él puso en duda los conceptos de los indicadores ciencia y tecnología. Así como los indicadores económicos que venían desde otras partes. Y establece una teoría de la dependencia. No simplemente en cuáles son las tecnologías de las cuales dependemos para generar nuestro conocimiento. Sino que también en que dependemos sobre quiénes nos evalúan. Sobre quiénes ven lo que hacemos, y quiénes nos dicen qué somos y qué no somos. Esa dependencia Varsasky dice que están erradas, porque responden a otros estilos tecnológicos. El estilo tecnológico responde a la forma en que conviven la tecnología y una determinada sociedad en un contexto determinado. Y podemos observar que tanto las culturas mesoamericanas tienen un estilo tecnológico propio y característico. Como también lo fueron las culturas clásicas romana y griega. Lo mismo se observa con la cultura del sueño americano de Estados Unidos del año 60. Como con las visiones de tecnología que ocurrían en Latinoamérica. Todos éstos estilos tecnológicos son súper distintos, y aquí cabe la clave de nuestra diferencia sobre el desarrollo. No podemos medir el desarrollo con una misma vara. Y eso hace que la tecnología deba estar situada en distintos contextos, y debe ser evaluada por distintas varas. ¿Según qué? Según sus propios estilos tecnológicos. Aquí es donde el capitalismo como modelo único falla en su relación con la naturaleza. No simplemente la naturaleza ambiental o los ecosistemas naturales. Sino que también falla con la relación con la naturaleza del hombre y su diversidad. Hasta los años 60 y 70 este pensamiento se trató de contraponer a las visiones hegemónicas de ese entonces. Que estaban dominadas por este norte global. Lamentablemente pasaron a la historia como pensamientos anexos o laterales. Que no fueron los que determinaron finalmente los modelos de desarrollo de los 70 y 80 de parte de Latinoamérica. Ésto no simplemente debido a que se oponían académicamente a otras visiones académicas que venían del Norte Global. Sino que también a ciertos contextos políticos que ocurrían en Latinoamérica durante los años 70 y 80. Y en los cuales, Estados Unidos tuvo un rol fundamental que hay que analizar con la historia. Pero en Estado Unidos también comienzan movimientos que cuestionan la tecnología y este modelo hegemónico respecto a ésta. Aquí una académica estadounidense, llamada Donna Haraway, es precursora del feminismo socialista. Y establece que la tecnología en toda su construcción después de la revolución industrial, haya sido extremadamente machista. Y no simplemente así, sino que también extremadamente capitalista. Entonces, genera una línea académica en donde utiliza la metáfora de cyborg para cuestionarlo. Ella dice, hasta ahora la personificación femenina parecía ser algo dado orgánico y necesario. Solo estando fuera de lugar lograríamos un placer intenso con las máquinas. Entonces con la excusa de que al fin y al cabo se traza una actividad orgánica, después de todo, y podemos apropiarnosla para las mujeres. Este discurso en los años 80 fue rupturista, porque mezcló los elementos entre lo orgánico y lo artificial. Y puso en duda las tensiones de género que estaban implícitas en la tecnología, y las cuales no habían sido observadas académicamente. En el manifiesto Cyborg, Donna Haraway establece un conjunto de críticas desde la metáfora del Cyborg. ¿Para qué? Para dar cuenta de las dicotomías controversiales que genera la tecnologia, que está bajo un único modelo de desarrollo o un único estilo tecnológico. Aquí vamos a observar que ella cuestiona las dicotomías hombre mujer, sujeto objeto, yo y el otro, cultura naturaleza, civilizado primitivo, realidad varianza, verdad ilusión, dios y hombre. ¿Desde qué? Desde la dicotomía de un ser orgánico y mecánico, el cual quiere vivir y existir. Este manifiesto es una de las obras más trascendentes en los estudios sociales de la ciencia y tecnología. Y nos permite interpretar de una manera diferente cómo visualizamos la tecnología, pero desde el feminismo. En conclusión, el pensamiento socialista es una visión crítica hacia la tecnología. Y que nos permite emancipar nuestro pensamiento y nuestra visión sobre qué nos están diciendo sobre nuestro modelo de desarrollo. Y sobre nuestras apropiaciones tecnológicas. Así como la evolución e impacto de una tecnología sobre la naturaleza, sobre el género, sobre la raza, y sobre nuestra propia identidad latinoamericana. Tiene un foco en el latinoamericanismo y el feminismo como corrientes académicas, que son hegemónicos como visiones críticas. Es decir, tanto el feminismo como el latinoamericanismo en la tecnología, resultaron ser visiones que debemos rescatar académicamente por su densidad argumental. Y por su visión tan amplia repecto a cómo tenemos que interpretar los estilos tecnológicos y las relaciones de las controversias de la tecnología. Es decir, ambos nos abren la mirada como ninguna otra teoría lo había hecho antes. Estas surgen a partir de corrientes basadas en el socialismo, pero también son capaces de actualizarse a nuevos desafios como lo es hoy el internet. Las corrientes latinoamericanistas y feministas han sido últimamente utilizadas para interpretar de manera crítica nuevas formas de comunicación. Así como nuevos tipos de emprendimientos e innovaciones, los cuales generan varias dudas cuando dejan de mirarse por la óptica capitalista. Esto va a cuestionar de manera en que la tecnología va a ser concebida hegemónicamente y nos va a invitar a rebelarnos contra ella. Y hackear más allá de lo que nuestra propia razón pueda, a partir de nuestra condición. Como persona, como ser humano, como entes con género y también como pertenecientes a una localidad en particular. Nos vemos en la próxima sesión de introducción a la tecnología. Muchas gracias.