La adaptación permite que los sistemas cambien en presencia de perturbaciones. Pero, ¿cómo evitar que los sistemas se destruyan o se dañen en presencia del cambio? Podemos decir que un sistema es robusto si funciona en presencia de perturbaciones. La robustez es complementaria a la adaptabilidad, que se da cuando un sistema cambia en respuesta a perturbaciones. Ya que a veces la adaptabilidad nos da robustez o viceversa, podemos confundirlas, pero una distinción es que la adaptabilidad es activa y la robustez es pasiva. En otras palabras, la adaptación requiere de una acción, mientras que la robustez es una propiedad de la estructura del sistema. La robustez es más general que una simple estabilidad, ya que no implica que no habrá cambio en el sistema, sólo en su funcionalidad. Muchas veces, el cambio es una parte esencial de la funcionalidad de un sistema y, si el sistema cambia como debe, se podrá llamar robusto. Por ejemplo, para mantener la temperatura de un cuarto podemos poner un sistema de aire acondicionado, el cual se adaptaría a los cambios de temperatura. De manera complementaria, si aislamos bien el cuarto, su temperatura sería más robusta a las perturbaciones que podrían venir del exterior. En el primer módulo ya mencionamos que la robustez es similar al concepto cibernético de amortiguamiento, el cual puede verse como un control pasivo. Por otra parte, la adaptación es análogo a la retroalimentación, mientras que la anticipación o predicción son similares a la prealimentación. Tanto la retroalimentación como la prealimentación, se llaman controles activos. Esos distintos tipos de control son importantes para el funcionamiento de los sistemas, ya que les permiten subsistir en un entorno dinámico. En otras palabras, pueden contribuir a la resiliencia de los sistemas. Al entender mejor estos conceptos, los sistemas que construyamos serán más robustos y adaptables. Para lograr esto, podemos inspirarnos en los sistemas naturales, donde la robustez es prevalente. A nivel de química orgánica, el pegamento de proteínas, en general y de "ARN", en particular, es muy robusto, esto se caracteriza con el concepto de neutralidad. La neutralidad se da cuando cambios en la secuencia de aminoácidos o nucleótidos no tienen un efecto en la forma en la que se pliegan las proteínas, que puede verse como su fenotipo. Al haber muchas mutaciones neutrales, se pueden explorar variaciones en las secuencias, o genotipos, sin alterar la función de las moléculas. De hecho, la neutralidad es deseable en cualquier espacio de búsqueda, ya que facilita que no nos quedemos atascados en óptimos locales. En otras palabras, que el proceso de búsqueda no se quede en soluciones que no son las mejores. En "ARN", redes neutrales precuelan todo el espacio del genotipo. Eso quiere decir dos cosas, por una parte, puede haber siempre mutaciones neutrales, las cuales se pueden explotar para navegar el espacio de genotipos sin alterar el fenotipo. Por otra parte, todos los fenotipos posibles se encuentran relativamente cerca de cualquier genotipo, es decir, a pocas mutaciones. Algo similar sucede con la neutralidad de las proteínas. A nivel celular encontramos diversos mecanismos que dan robustez a las vías y redes metabólicas, y a los procesos relacionados con las morfogénesis y el desarrollo, los cuales son estudiados por la epigenética. Por ejemplo, si hay lesiones en un embrión en sus primeras fases de desarrollo, probablemente, pueda desarrollarse normalmente. No se necesita que haya exactamente un número y posición de células en cada fase para que nazcan organismos sanos. En ecología, también se observan distintos tipos de robustez. Por ejemplo, las redes tróficas, de quien se coma a quien, se han estudiado para evaluar cuál será el efecto de la extinción o introducción de alguna especie. La mayoría de las redes tróficas son robustas, ya que si desaparece alguna especie no se colapsa el ecosistema. Sin embargo, se pueden identificar especies clave, las cuales son cruciales y, si se alteran, los cambios se pueden propagar por toda la red. En sistemas que hemos creado también hay ejemplos de robustez. Por ejemplo, el protocolo "TCP/IP", el cual es una base para Internet, fue diseñado con el propósito de resistir una guerra nuclear. Entonces, si un servidor deja de funcionar, las comunicaciones se redirigen por otras vías. Tienen que dejar de funcionar varios servidores claves para interrumpir el flujo de datos a gran escala. Los sistemas "peer-to-peer" y las redes "ad hoc" son otros ejemplos de sistemas de telecomunicación robustos. ¿Las sociedades son robustas? Podemos decir que sí ya que, en muchas circunstancias, es difícil que cambien, pero también son lo suficientemente flexibles y adaptables para ajustarse a cambios dinámicos. Y las economías, ¿también son robustas?