[MUSIC] Para terminar esta parte de los sustantivos contables y continuos. Entonces, decía que hay que tener cuidado con el uso de los continuos. Porque podemos pensar que, si decimos un trozo de papel. Papel es continuo. Un trozo de papel, you está recategorizado papel. No. No, es una manera de referirnos a una porción. Pero papel sigue siendo continuo. Un trozo de papel. Fíjense que es de, la preposición de, y sin determinante. Ahora, sí hay que ver, sí hay que considerar también, que muchas veces decimos. Compré dos vinos. Dos aceites. Y me estoy refiriendo, en realidad, a dos botellas de vino o de aceite. [LAUGH] Es el sustantivo botella, la unidad de medida la que estamos aludiendo. Y, en otros casos, si decimos me tomé dos limonadas, o hay dos horchatas [LAUGH], se refiere a clases. Fíjense cuando usamos la palabra harina. Compré tres harinas, es tres clases. Muchas veces. Y no nos damos cuenta que los hablantes nos estamos refiriendo al sustantivo de medida, cuantificativo, de grupo estos que decíamos. Los invitaría, por ejemplo, a que pensaran qué ocurre con el sustantivo gente. Seguramente, muchos de ustedes han escuchado que decir conocía dos gentes es horrible. Y las gramáticas no suelen recomendarlos, pero no dicen por qué [LAUGH]. Entonces, ¿cómo se usa? ¿Cómo es el sustantivo gente? Fíjense que, un uso muy común, muy frecuente. Es decir, hay mucha gente, mucha gente, continuo. Bastante gente, con un cuantificador en singular. Uh-huh. Un montón, con un cuantificativo de grupo. Un montón de gente. Miren, sin determinante. Ese es el uso continuo del sustantivo gente. Y cuando cometemos eso que se considera error en la gramática normativa, de decir, conocí a dos gentes. Es que se está haciendo un uso contable [LAUGH] de la palabra. Entonces, podríamos jugar a hacer ejercicios de este tipo, de juegos, de cambios, para ver cómo podemos recategorizar un sustantivo. Tal vez, también, valga la pena mencionar, el uso especial que se hace de algunos colectivos como sustantivos cuantificativos de grupo, colectivos. Los colectivos, you dijimos, son como parvada, jauría, hormiguero, enjambre. Estos sustantivos que aluden a conjuntos, en ocasiones similares, en ocasiones distintas, etc, you los mencionamos. Pues, en ocasiones tomamos los colectivos, los usamos como cuantificativos de grupo, y le ponemos un complemento, por ejemplo. Decimos, un rebaño de turistas. Fíjense que rebaño está usado como cuantificativo de grupo, porque alude a un montón de turistas que se comportan, que tienen ciertas propiedades que recuerdan a los rebaños, porque los turistas ahí van siguiendo al guía, o, en fin. Si decimos un enjambre de estudiantes, es parecido, ¿no? Enjambre es colectivo, pero está usado aquí como cuantificativo de grupo. No es argumental. Funcionará como cuantificador, en cierta forma. Pero que agrega propiedades de los que tiene el colectivo de enjambre. O, jauría de periodistas [LAUGH]. Fíjense que jauría se entiende aquí como un conjunto de periodistas que tienen propiedades o características que recuerdan a los perros. Es decir, que muerden, que ladran, que atacan, que agreden con muchas preguntas agresivas, o algo así. Es digno de considerarse. Son dignos de considerarse todos estos fenómenos que se observan en estas frases. Esta, pues, distinción de contables y continuos en los nombres es muy, muy importante, y es relevante para la gramática, debido al comportamiento de los cuantificadores y determinantes que los acompañan en distintos contextos. Vamos a mirar una distinción, ahora, de sustantivos que tiene que ver con la forma de la palabra. Si los sustantivos son simples, tienen una sola raíz, como sol, por ejemplo. Como puede ser carne, oso, jirafa. Son sustantivos simples, porque no están formados con una desinencia, con una terminación, un morfema, que se coloca al final, o al principio. Si ustedes piensan en bandera, es un nombre simple. Pero abanderado es una palabra, un sustantivo, o puede ser sustantivo, también adjetivo, compuesto derivado, porque tiene un prefijo y tiene una desinencia. En parte you comentamos un poco de esto cuando vimos los procesos morfológicos de formación de palabras, la derivación. Me gustaría que revisáramos, entonces, algunos fenómenos interesantes también, que se presentan en los nombres, en el caso de los sustantivos derivados. De flor, florero, por ejemplo. De alimentar, alimentación. De vacuna, vacunación. De describir, descripción. Esta clase de sustantivos, los segundos que mencioné, que son derivados, que tienen morfemas derivativos. Pasemos a ellos entonces. La formación de sustantivos derivados, mediante estos morfemas, pues, derivativos, es muy, muy productivo, muy frecuente. Y tenemos una enorme cantidad de nombres, de sustantivos que están formados así, que son derivados de diferentes clases de palabras. Puede ser de adjetivos, puede ser de verbos, puede ser de otros nombres, etc. Me gustaría mencionar algunas. Y, yo los invitaría a que jugaran a la creación de palabras, con el empleo de estas desinencias que son tan, tan productivas. Porque, fíjense que, de esta manera, mucha gente que quiere generar sorpresa, por ejemplo, al redactar un texto publicitario, un anuncio, por ejemplo, para sorprender, para generar una reacción, digamos, en el que lo lee o el que lo escucha. Utiliza esto para crear palabras inventadas, que el sistema del Español permite, en cierta forma, construirlas, formarlas. De hecho, los niños, el lenguaje infantil, cuando todavía no saben que la palabra es opinión. Hay quien pueda construir opinación [LAUGH], porque la terminación ción es muy, muy productiva. Uh-huh. O de refrescar, la refrescancia. Entonces, you tienen ustedes un sustantivo inventado. Esto es muy, muy frecuente en el discurso publicitario, en el discurso paródico, a lo mejor poético también. Podemos inventar palabras, ejercer la creatividad en esto. Por eso es muy, muy rico revisarlo, estudiarlo, y ver cómo funciona. [MUSIC]