[MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA] La cuenta de resultados que acabamos de introducir en el balance y que, como veremos al final de la semana, constituirá un estado financiero independiente, tiene siempre dos partes, los ingresos y los gastos, y como consecuencia de ellos, el beneficio o el resultado. Los ingresos, por un lado, son el aumento en el patrimonio neto como consecuencia de las operaciones de la empresa. Nos dice, de alguna forma, cómo se está enriqueciendo esa empresa como consecuencia de las operaciones. De la misma forma, los gastos son una disminución del patrimonio neto de la empresa como consecuencia de las operaciones, y de la misma forma, nos da una cierta idea de cómo se empobrece, si me permitÃs la expresión, la empresa como consecuencia de las operaciones. La diferencia entre ambos, ingresos menos gastos, será el resultado. Si es positivo será beneficio, y si es negativo serán perdidas. Vamos ahora con la segunda transacción, en la que Cristina vendió durante el año uno un conjunto de libros en este caso a la universidad, a la escuela. Las ventas fueron de 60 mil euros, y el coste de esos libros que Cristina vendió a la escuela fue de 45 mil euros. Fijaros que esta transacción es muy parecida a la anterior, con una diferencia muy importante, y es que en este caso las ventas no fueron en efectivo, Cristina no cobró ese dinero por parte de su cliente, de la escuela, sino que las vendió a crédito. Mi pregunta ahora para ti es la siguiente, ¿piensas que en este caso debemos registrar ahora a nuestra contabilidad? ¿Tenemos que reconocer que hemos tenido unas ventas si no las hemos cobrado? Evidentemente sÃ, puesto que estos libros you han salido de la empresa y están en manos de nuestro cliente; y por tanto, nosotros, nuestra empresa, tenemos el derecho de cobrar esas ventas en el futuro. Recordemos de la transacción anterior que una venta tiene dos patas, tiene dos partes. Por una parte, el reconocimiento del ingreso, y el cobro, o en este caso, el derecho de cobro de esa cantidad en el futuro; y por otra, el reconocimiento de un gasto, es decir, la salida del inventario de nuestro almacén. Vayamos por partes. En primer lugar, reconocemos los 60 mil euros. Ese es el ingreso por la venta de libros. La diferencia respecto a la transacción anterior es que ahora no lo cobramos, por lo tanto, no aumentará nuestra cuenta de caja. ¿Qué hacemos a cambio? Pues aumentar o crear una cuenta nueva que vamos a llamar cuentas a cobrar, o simplemente clientes, que nos da idea del derecho que tenemos de cobrar esas ventas. Por lo tanto, la cuenta de clientes o esta cuenta de cuentas a pagar, aumentarán 60 mil euros. Fijaros que esta nueva cuenta de clientes o cuentas a pagar aparece en el balance justo después de la caja, indicando que es, de alguna forma, lo mejor después de la caja, es el derecho que tenemos de que nuestros clientes nos paguen, y en principio lo más probable es que lo hagan, y por tanto ese dinero se acabe convirtiendo en caja en el futuro. Vamos ahora con la segunda parte de la transacción, lo que antes hemos dicho, la parte mala de la venta, si me permitÃs. Por un lado, debemos reconocer que la empresa se empobrece como consecuencia de estas ventas. Debemos reconocer un gasto en nuestra cuenta de resultado, y en este caso, por valor de 45 mil euros. Y por otro lado, debemos reconocer que esos libros han salido fÃsicamente de nuestra tienda, de nuestro almacén, y ahora están en manos del cliente. Por lo tanto, nuestro activo, concretamente el inventario, disminuirá en la misma cantidad. Asà pues fijaos que como consecuencia de esta transacción nuestra cuenta de resultados aumenta en 15 mil euros, que es efectivamente o de alguna forma llamémosle asÃ, el margen debido a haber vendido libros a un precio superior a su costo. Los hemos vendido por 60 mil euros, el coste era 45 mil euros, y por tanto, la diferencia son esos 15 mil. Fijaos que en este caso, exactamente igual que en el anterior, hemos aumentado la riqueza de los accionistas por valor de 15 mil euros. Dejadme que os haga una pregunta muy simple. Hemos visto que como consecuencia de esta transacción, y de hecho también la anterior, nos hemos vuelto más ricos, digámoslo asÃ. Pero la pregunta es la siguiente, ¿nos hemos vuelto también más lÃquidos? Claramente en este caso no, puesto que las ventas de 60 mil euros las hemos hecho a crédito, a diferencia de la transacción anterior, los 120 mil euros que habÃamos cobrado en efectivo. Por lo tanto, en este caso somos más ricos, pero no somos más lÃquidos. Esto me lleva, por tanto, a una reflexión fundamental en la contabilidad, y es que no tiene nada que ver la caja, el efectivo con el resultado o la rentabilidad, son cosas absolutamente diferentes. Como hemos visto, pueden ser que coincidan; puede ser que un aumento de la rentabilidad, un aumento de la riqueza de los accionistas, coincida con aumento de la liquidez, con un aumento de la caja, pero no siempre tiene que ser asÃ; de hecho, en la gran mayorÃa de casos, no ocurrirá esto. Con este vÃdeo, hemos aprendido a registrar una transacción de venta. PermÃteme recordar una vez más. Una transacción de venta siempre conlleva dos partes. Por una parte, el reconocimiento del ingreso y del cobro correspondiente, o bien del derecho de cobro, y por otro, el reconocimiento de un gasto, y por tanto, la disminución del inventario debido a la salida de esa mercancÃa vendida. En el siguiente vÃdeo, vamos a aprender cómo registrar, cómo contabilizar un conjunto de gastos operativos que también han tenido lugar en el negocio durante este primer año de operaciones. [MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA]