Hola, bienvenidos. En esta sección del curso vamos a estudiar cómo producen las economías de América Latina, cuál es el nivel de bienestar de sus habitantes y cuál ha sido la trayectoria de crecimiento durante los últimos 30 años. América Latina alcanza, en realidad, un nivel de desarrollo mediano, en la medianía de todos los países del mundo y con una enorme heterogeneidad entre los países. El crecimiento económico de América Latina ha sido muy lento durante los últimos 25 años, más lento que en el resto del mundo, lo que significa que otros países se nos están alejando. La causa de esto, como vamos a estudiar más adelante, no tiene que ver con la ausencia de recurso, o la ausencia de tecnología, o la ausencia de mercados sino, más bien, con la incapacidad de hacer un uso realmente eficiente de los recursos de los cuales disponemos. Para medir el nivel de producción y de bienestar de los países de América Latina, de sus habitantes en particular, vamos a ocupar un concepto que es muy común que es el ingreso nacional anual por habitante, es decir, cuántos bienes y servicios se producen en el país y cuánto, en teoría, debiera corresponderle a cada uno de sus habitantes. Pero hay que reconocer que el precio de algunos de los bienes y de alguno de los servicios en distintas partes del mundo es distinto y, por lo tanto, vamos a ocupar una medida corregida. Por ejemplo, es bien distinto el valor de un corte de pelo en un país como Haití que el valor del mismo corte de pelo en un país como Estados Unidos o como Francia. Por lo tanto, tenemos que corregir de modo tal que podamos comparar entre países. Habiendo hecho eso, el nivel de producción y de bienestar se muestra en el siguiente gráfico. En el eje horizontal hemos agrupado regiones del planeta, incluyendo África Subsahariana, Asia del Sur, América Latina y los países de la OCDE y en el eje vertical estamos midiendo cuál es el nivel de ingreso anual por habitante en dólares, pero corregido por esta medida que hace que todos los países tengan una misma regla de medición, un mismo estándar. Como se puede ver, América Latina, en rojo en el gráfico, tiene un nivel de desarrollo ligeramente menor al promedio del mundo, ampliamente superior a África o a Asia del Sur que incluye, por ejemplo, países muy pobres como la India, Sri Lanka o Pakistán, pero no es superior a países de Asia del Este, es inferior a los países del Medio Oriente y, ciertamente, muy inferior a los países europeos o desarrollados. En resumen, América Latina está en un nivel medio, pero no sólo tiene un nivel medio, sino que es extremadamente heterogéneo. En el gráfico que se muestra a continuación, lo que se ve es la ubicación de los países de América Latina, sólo los países de América Latina, y hemos puesto barritas de colores para diferenciar a aquellos que tienen un nivel de ingreso relativamente alto, medio o relativamente bajo. Como se puede ver, la mayor parte de los países en azul tienen solamente un ingreso medio y algunos países tienen un ingreso un poco mayor, como podría ser Trinidad y Tobago, Uruguay o Argentina. En el caso de los países de ingreso bajo, su nivel es notoriamente más bajo que el de los países ricos de la región y estos incluyen a Honduras, Nicaragua o Haití. Esta medida, que se ocupa en todas partes del mundo, sin embargo, es incompleta por dos razones. La primera es porque excluye todo el autoconsumo o la cosas, bienes y servicios que las familias producen en su propio hogar que es muy importante, por ejemplo, cuando uno tiene un sector agrícola muy grande. Con el tiempo, esta parte que no se mide de la producción se ha ido haciendo cada vez más pequeña por razones de urbanización, la gente se mueve a las ciudades, y por razones de desarrollo de la capacidad de medición. Un segundo punto, que es mucho más importante, son todas aquellas partes de la economía que no se registran y que están en el sector informal. En alguno de los países como, por ejemplo, Paraguay, se estima que cerca del 70 por ciento de lo que producen no se registra y, por lo tanto, su ingreso por habitante es mucho mayor de lo que muestran las cifras. Habiendo dicho que el nivel es heterogéneo y que hay países de la región que son bastante más ricos que los otros, miremos un poco cómo ha cambiado ese ingreso en América Latina. Teníamos una medida de nivel y, ahora, vamos a ver una medida de cambio. Como ustedes pueden ver en el gráfico que está a continuación, hemos mantenido en el eje horizontal regiones del planeta y hemos puesto en el eje vertical la tasa de crecimiento promedio durante los últimos 30 años, 28 años porque va desde 1990 hasta 2017, pero no hace gran diferencia pensar que son 30 años. Como ustedes pueden ver, el crecimiento en rojo es bastante mediocre cuando uno lo compara a cómo ha crecido, no sólo los países desarrollados, Europa central o los países de la OCDE sino que, también, cuando uno lo compara con los países de Asia, sea Asia del Sur o Asia del Este. A esto nos referíamos al principio con el hecho de que América Latina se está quedando atrás. Cuando uno mira la situación dentro de América Latina, lo que se observa es que no existe una relación muy directa entre el nivel de ingreso de los países y su tasa de crecimiento. Recuerden que todos los países en verde eran los países más ricos, pero no necesariamente son los que crecen más rápido, todos los países en rojo eran los más pobres y no necesariamente son los que crecen más lento. Esto indica que las razones por las cuales los países crecen en el tiempo no está necesariamente relacionado con cuán ricos son, sino que con otras cosas como, por ejemplo, cuáles son sus políticas económicas, cuáles son sus inserciones en la economía mundial y qué tan fácil y qué tan productivo es hacer un negocio en América Latina. De hecho, uno podría clasificar a todos aquellos países cuya tasa de crecimiento no es igual que la del resto del mundo como los casos en los que los países se están retrasando. Y eso, incluye, lamentablemente, a muchos de los países más grandes de la región, Brasil está ahí, Venezuela está ahí con una tasa de crecimiento paupérrima en los últimos 30 años, Argentina apenas alcanza el nivel internacional y México tampoco alcanza el nivel internacional. Solamente los países que ustedes ven hacia la derecha, que incluyen a Perú, a Uruguay o a la República Dominicana y a Chile son aquellos que crecen sistemáticamente por encima del resto del mundo. Esos últimos podrían ser calificados de un éxito. La evidencia internacional indica que es posible que haya cierta convergencia al nivel de ingreso de los países en el mundo. Eso sería una muy buena noticia, por cuanto diría que los países más pobres en algún minuto van a tener el nivel de ingreso, el nivel de bienestar y el nivel de producción que pueden tener en este momento los países más desarrollados. Esa evidencia, que voy a mostrar en la lámina siguiente, sugiere que es posible que los países puedan converger, pero que es extremadamente importante fijarse en las políticas internas que tienen. En el eje vertical, hemos puesto la tasa de crecimiento de los últimos 30 años, en el eje horizontal, abajo, hemos puesto el ingreso anual por habitante. Como se puede ver, mientras más ricos son los países, más lentos crecen en promedio. Pero existe una enorme heterogeneidad, hay países con muy poco ingreso que crecen muy rápido, como uno esperaría de acuerdo a la proposición que hicimos recién, pero hay países que tienen un ingreso muy bajo que prácticamente no crecen, típicamente en África hay países que tienen ingresos muy altos y que siguen creciendo a un ritmo muy alto, como aquellos de los llamados "tigres del Asia", Corea, Singapur, Hong Kong y Taiwán. En América Latina, como se muestra en el siguiente dibujo, hay evidencia de convergencia, pero nuevamente hay una gran heterogeneidad y, por lo tanto, tenemos que pensar en que las políticas de cada país y las condiciones de cada país podrían ser determinantes de la posibilidad que tienen los países de llegar algún día a ser desarrollados. Si los países crecen y convergen, entonces América Latina podría, tal vez, llegar a alcanzar a los desarrollados. Sin embargo, nada asegura que eso va a suceder y, en términos de negocios hacia el futuro, nada asegura que estos países que son ahora más pobres puedan seguir creciendo. Si es que esto ocurre, si hay algo de convergencia al nivel internacional, eso seguramente va a tomar bastante tiempo y va a depender de las políticas que cada país decida tomar, decida implementar y decida corregir en el futuro. Al final del día, cuando a uno le preguntan por qué América Latina crece lento, la razón es una y bastante simple, América Latina se está quedando atrás porque su crecimiento de productividad, la capacidad que tiene con sus recursos de ser productivo, es muy lenta. Aquí hay un gráfico que muestra el producto anual por trabajador, en el eje vertical, y los últimos 20 años de datos que tenemos disponible. El producto por trabajador indica cuánta producción se puede extraer o producir, empleando a un trabajador en la economía de cada país. La línea roja representa la trayectoria de América Latina que, como ustedes pueden ver, crece desde alrededor de 30 mil dólares per cápita por trabajador, en este caso, 30 mil dólares por trabajador, hasta algo cercano a 50 mil dólares por trabajador. Pero, la economía mundial, no sólo tiene un promedio mucho más alto que América Latina, sino que, además, crece más rápidamente. Si las economías de América Latina quieren parecerse, crecer, desarrollarse y mejorar el bienestar de su población tendrán que mejorar el ingreso por trabajador, el producto por trabajador que, en este momento, crece muy lentamente. En lo que sigue, los invito a responder una serie de preguntas que les permitirá autoevaluar cuánto han aprendido de los temas que hemos estado conversando.