[MUSIC] Hola amigos. En esta segunda lección de la quinta semana del curso, vamos a seguir trabajando con el contraste entre las dos versiones traducidas al español por Carmen Criado de la obra El Guardián entre el centeno. Concretamente, en esta segunda lección, vamos a analizar estos tres asuntos. En primer lugar la expresión de la ponderación juvenil, en segundo lugar los usos del gerundio y finalizaremos esta presentación abordando algunas cuestiones relacionadas con la apreciación. Como decÃamos, el primero asunto que nos va a ocupar es el análisis de la ponderación. Que es un aspecto muy relevante en el caso de la obra de El Guardián entre el centeno, porque determinadas manifestaciones de la ponderación se usan como identificadores del lenguaje adolescente del protagonista y vienen hacer una condición expresiva que da cuenta de una modalidad de lengua en concreto y que retratan al personaje. Además se utilizan muchas formas diferentes para dar cuenta de esta ponderación. Muchas de ellas son expresiones sinónimas o de significado afÃn. Por todo ello es muy interesante entrelazar un análisis del uso de las manifestaciones de la ponderación en una obra como El Guardián entre el centeno. La ponderación no es un tema que no hayamos abordado antes en este curso. you hemos trabajado de la ponderación en esta obra del Guardián entre centeno, y simplemente querÃamos recordar que habÃamos distinguido refuerzo, es decir, ponderación en enunciados de carácter interrogativo, como lo que habÃamos denominado a las preguntas eco como ¿verdad?, ¿no es cierto?, ¿no? También en enunciados negativos a partir del exponente ni nada, como luego veremos en el ejemplo de 1, o en enunciados aseverativos con el uso de construcciones como, o algo asÃ, como ahora vamos a verendos o, y todo eso, como vamos a ver en 3. Estos son los ejemplos a los que hemos aludido que eran los casos de 1, de 2 y de 3 y se puede observar por ejemplo como en los ejemplos de 1, en la versión a, no existe ningún elemento ponderativo que sÃ, que se introduce en la versión b, en este caso, el exponente ni nada. En la oración de 2 tenemos cómo se emplea el mismo procedimiento, tanto en la versión a como en la versión b, que es el caso de el empleo de la construcción o algo asÃ. Y finalmente en las oraciones 3 vemos cómo la versión a no aparece ningún mecanismo ponderativo, y en cambio, en la versión b de la oración de 3, se utiliza el exponente, y todo eso. Queremos hacer énfasis en el uso de este elemento, y todo eso, porque es muy interesante ver como aumenta de forma bastante relevante su uso en la versión b respecto a la versión a. De hecho, salta de los 20 casos en la versión a a los 199 en la versión b. Es decir, es un elemento expresivo muy, muy, muy utilizado en la versión b. Otras manifestaciones de la ponderación son las que vamos a ver a continuación. Por ejemplo, tenemos el empleo de la expresión ¡Por Dios! Tiene una función parecida de refuerzo del enunciado aseverativo, pero presenta un sentido más ponderativo todavÃa, es decir, más de reafirmación, y es una construcción que aparece tanto en la versión a como en la versión b. Como se deduce de los ejemplos que aparecen en 4, donde se puede observar claramente que se utiliza este valor expresivo gracias a esta manifestación de la ponderación igual en las dos versiones. También se utiliza la expresión, por Dios vivo. En este caso, el sentido con el que se usa es de protesta o de oposición a algo que otro ha dicho previamente y que se multiplica cinco casos en la versión b. En cualquier caso serÃa una expresión muy semejante a la que hemos visto anteriormente, es decir, por Dios. Obsérvese los ejemplos de 5, donde en el caso de la versión b se incorpora precisamente esta expresión, por Dios vivo. Otra manifestación interesante también de la ponderación es por amor de Dios, que en ocasiones incorpora el artÃculo, y por tanto es por el amor de Dios. En este caso la inserción de esta construcción, sobre todo en la versión b, se acentúa, e incluso incorpora otra variante más en esta versión para dar cuenta de la ponderación. Obsérvese por ejemplo los ejemplos que aparecen en 6. En los dos primeros se puede observar cómo se sustituye en la versión b determinadas construcciones, por precisamente las que estamos analizando, que es por amor de Dios o por el amor de Dios. Y en la última de las oraciones que aparece en la tabla, simplemente se cambia la expresión de la ponderación. En la versión a se utiliza por Dios, en la versión b se utiliza por el amor de Dios. Queremos ahora mencionar un aspecto muy interesante de esta construcción, por el amor de Dios o por amor de Dios, sobre todo en relación al uso del artÃculo. En concreto, cuando se utiliza con articulo, por el amor de Dios, esta expresión sustituye a otras muy variadas en la versión a, como puede ser tenÃa gracia, ¡maldita sea!, ¡no fastidies!, ¡por Dios!, ¿a quién se le ocurre?, o ¿no?. Es decir, que de alguna manera, esta expresión en la versión b reunirÃa distintos tipos de expresiones que aparecen en la versión a. Queremos mencionar, respecto a esta expresión, una cuestión también importante que ha derivado del análisis de este tipo de expresiones ponderativas en las dos obras de la traducción de El Guardián, y es la presencia o ausencia del artÃculo. Si documentamos estas dos construcciones en el uso, podemos ver que según los datos que crea, precisamente la expresión con artÃculos mucho más frecuente que la que no tiene artÃculo. 33 casos frente a 71, según decimos datos de CREA. Si realizamos la consulta en el CORPES, aparte de ratificar esta conclusión, es decir, que es más frecuente la construcción con artÃculo que la que no tiene artÃculo, podemos ver la dispersión geográfica de ambas construcciones. Y podemos ver cómo la construcción con artÃculo, la más frecuente, parece estar distribuida de forma más mayoritaria en, sobre todo, España, México y Colombia. En cambio, la versión sin artÃculo, aparte de ser la menos frecuente, está prácticamente localizada, sobre todo, en España y en México. Y es poco frecuente en otros paÃses de habla hispana. Por tanto, según los datos de CORPES, por el amor de Dios, más usada en España y también en México y Colombia, frente al uso menos extendido de por amor de Dios, que serÃa de uso prácticamente exclusivo de España y de México y que apenas se utiliza o que al menos es muy poco frecuente en otros paÃses hispanohablantes. En cuanto a los procedimientos de valoración apreciativa de carácter ponderativo del contraste de las dos obras, se observa que la manifestaciones muchas veces son las mismas, aunque las unidades léxicas que se utilicen para llevarlas a cabo puedan diferir de una versión a otra. Por ejemplo, se utiliza en las dos versiones el léxico despreciativo, aunque en un caso se utilice tontadas y en otro caso se utilice bobadas, pero en definitiva es el mismo valor expresivo, que es este léxico despreciativo. Lo mismo sucede con la exclamación, aunque en la versión a se utilice ¡que leches!, y la oración n se utilice ¡maldita sea!, en ambos casos el valor es la exclamación. Sin embargo, en algunos ejemplos se pueden observar cómo existen ciertas diferencias sobre todo en el matiz valorativo de las dos versiones. Por ejemplo, en algunas expresiones las versiones de a tienen un valor irónico, como el uso de, por ejemplo, ¡qué valor!, o vaya carácter tenÃa. Y ese valor irónico se convierte en ironÃa, obviamente en el contexto donde se insertan estas expresiones, que se convierte en sarcasmo. Por ejemplo, en me dejó sin habla, o tenÃa una personalidad fantástica. Por tanto vemos cómo la versión b se pondera ese valor apreciativo y roza o llega a ser incluso un valor sarcástico. Y el último ejemplo, el de la sustitución en la versión b de ¡menuda trola!, por ¡vaya trola!, se observa también cómo se intensifica la ponderación a través de la superlación. Por tanto, en un primer momento podemos llegar a la conclusión de que la versión b intensifica la ponderación, que eso no implica que la versión a no sea ponderativa, pero sà que la versión b pues sube un grado esa ponderación. Por ello podemos señalar incluso que cuando se utilizan ciertos adjetivos y se sustituyen en la versión b por otros tipo de expresiones, esa sustitución tiene el objetivo de intensificar la calificación. Por eso en la versión a, se sustituye horroroso, que you es un adjetivo que pondera o que intensifica, por construcciones que todavÃa intensifican más esa calificación, como puede ser una expresión superlativa, como muchÃsimo calor. Otro tipo de expresiones que también ponderan esa intensificación, como es un daño de mil demonios. Lo mismo sucede en las otras expresiones que aparecen en la tabla donde se sustituye, por ejemplo, como un loco, por, casi se muere de risa, o el calor era infernal, por, hacÃa un calor de mil demonios. Por tanto, observamos en definitiva cómo se intensifican esos valores en el caso de la versión b. A continuación abordaremos algunos casos relacionados con los usos del gerundio. Esta es otra cuestión que hemos trabajado en otras lecciones del curso y por ello simplemente vamos a mencionar aspectos relevantes al uso del gerundio y que conviene tener en cuenta cuando se utiliza esta forma no personal. Debemos señalar que el gerundio expresa un evento en desarrollo, es decir, no se focaliza ni el el inicio ni en el final de la acción, sino en el desarrollo de esa acción. Por tanto, manifiesta un sentido del progresar del evento, un sentido durativo. Y con ese valor debe ser utilizado. Si analizamos algunos ejemplos que aparecen en la obra El Guardián, y que se observan a partir del contraste de las dos versiones, podemos ver cómo en bastantes casos, en la opción de la versión b, se añaden determinados gerundios. Por ejemplo, los casos de 9 se aprecia este hecho que estamos señalando. En la oración de 9a se señala, Le sentà en el borde de la ducha, justo detrás de mi sillón. Miraba a ver si estaba Stradlater. Mientras que en la versión de 9b tenemos lo siguiente. PodÃa sentirlo de pie en el borde de la ducha, justo detrás de mi sillón, mirando a ver si estaba Stradlater. Es decir, aquà se opta por el uso del gerundio. Por tanto contrasta el imperfecto de la versión a, miraba, con la elección del gerundio de la versión b, podÃa sentirlo mirando. En otras ocasiones, también se observa esta sustitución de determinadas expresiones verbales por la construcción perifrástica de estar más gerundio, como se puede observar en las oraciones de 10 y de 11. Por tanto, vemos que se alternan las perÃfrasis de gerundio con estar, hemos visto estaba durmiendo o qué estás haciendo, con las formas simples correspondientes a ese sentido durativo que puede ser en el pasado, como en dormÃa, o también en el presente, como qué hago. Por tanto, ambos exponentes son igualmente válidos y tienen ese sentido continuativo que piden, pues, las distintas expresiones que estábamos analizando. Sin embargo, si queremos hacer una mención mucho más explicita y mucho más grandiloquente porque es una opción marcada en español you que no es muy frecuente, es quizás más conveniente utilizar la construcción perifrástica de estar más gerundio. No porque sea más correcta, todo lo contrario, simplemente porque es más expresiva. Y por tanto, si queremos enfatizar esa expresión, quizás es más conveniente utilizar la construcción perifrástica. Para finalizar esta presentación abordaremos algunas cuestiones relacionadas con la apreciación, que también son muy interesantes en el caso de la obra del Guardian entre el centeno. Son casos como los que refleja las oraciones de 12. Véase como en la oración de 12a tenemos el sufijo apreciativo unido a una forma participial como es heladito, que se sustituye por la forma helados en el sufijo en la versión b. Pues bien, el sufijo diminutivo, los diminutivos en general en la obra del Guardián, se utilizan con un valor apreciativo pero de carácter negativo. Por tanto, podemos observar dos actuaciones en las dos versiones de la traducción al español. La primera es la sustitución de los sufijos diminutivos en la versión b, como se puede apreciar en los ejemplos de 12 y de 13 como heladito se sustituye por helado, como hemos visto anteriormente, o como moñtanita se sustituye por colina, no por colinita, como podrÃa ser si se mantuviera el diminutivo. Pero la otra lÃnea de actuación es la incorporación en la versión b de palabras sufijadas con el sufijo diminutivo de carácter negativo. Y en ese sentido el valor que adquiere en esta versión b es la del sarcasmo, es decir, la intención que hay detrás de estos sufijos diminutivos, de esas palabras sufijadas con el sufijo apreciativo es precisamente dar cuenta de un valor sarcástico. Y esto se puede observar claramente en la oración de 14 en la que el protagonista se está definiendo a sà mismo. Vemos en la versión a que simplemente se dice hijo del gobernador y que en cambio, en la versión b, se señala no solo, mediante la adjetivación, puñetero sino también mediante la sufijación apreciativa. Al derivar este hijo en hijito del gobernador, lo que hace es dar ese matiz sarcástico a la expresión que se está utilizando. Por tanto, vemos que los exponentes de b acentúan las marcas de registrosy de tono de ese lenguaje adolescente y coloquial y reiterativo. Con tics propios que lo que hacen es retratar al personaje en definitiva por ese exceso, por esa ponderación, por ese encarecimiento de todos estos recursos. Con esto finalizamos esta segunda lección del curso, no sin antes remitir a los apuntes que recomendamos leer antes de visualizar esta presentación para sacar un mejor aprovechamiento. Desemplazamos a la siguiente lección del curso. Un saludo y muchas gracias.