[MÚSICA] [AUDIO_ EN_BLANCO] [MÚSICA] Otro aspecto muy importante para el cuidado de las ideas es la limpieza. Esta se debe de realizar con cada cambio de apósito, you que la limpieza nos ayuda a remover los residuos y bacterias libres, nos protege, promueve un ambiente óptimo para la cicatrización y nos facilita la valoración del herido. Existen diferentes soluciones para la limpieza de las heridas. Entre las más comunes se encuentran el hipoclorito de sodio, el ácido acético, las soluciones no citotóxicas y, la más utilizada, la solución salina al 0.9%. Hipoclorito de sodio. El ingrediente activo es el cloro diluido. Se usa como bactericida you que elimina la mayoría de las bacterias que se encuentran en las heridas crónicas y ayuda a disminuir el olor. Su tiempo de vida es de 48 horas y debe de eliminarse después de este tiempo. Existen diferentes tipos de diluciones. Mientras más concentradas se encuentre puede provocar mayor ardor al paciente. Si esta solución se combina con bicarbonato puede servir para desbridar. El uso de esta solución es hasta que la herida esté limpia you que se utiliza como antiséptico. Ácido acético. Es un bactericida que ayuda a eliminar la pseudomona aureginosa. Esta bacteria produce un exudado verdoso y un olor muy característico cuando se encuentra presente en las heridas. La concentración es 1/4 de ácido acético. El ácido acético se conoce comercialmente como el vinagre. Es importante que, cuando se utilice, se proteja la piel perilesional you que si se deja por mucho tiempo puede lastimar la piel. El paciente, en ocasiones, puede presentar sensación de quemazón o dolor. Entonces será necesario diluir más la solución. Soluciones no citotóxicas. Las heridas que se encuentran en fase proliferativa o remodelación, es decir, las últimas fases de cicatrización, se pueden lavar gentilmente con soluciones no citotóxicas como las solución salina al 0.9%, agua hervida, dejándola enfriar, o limpiadores comerciales. La solución salina al 0.9% se puede obtener de manera muy fácil. No es un antimicrobiano, es isotónica y no interfiere en el proceso de cicatrización. No altera la flora normal de la piel y dura 24 horas después de que se abre. Este tipo de solución es suficiente para la limpieza de las heridas. Y también un punto muy importante es que es costo efectivo y está disponible en varias presentaciones. Después de que se hizo la limpieza de la herida, el siguiente paso es preguntarnos: entonces, ¿cómo vamos a cubrir esa herida? Para eso debemos seleccionar correctamente el apósito, you que toda las heridas tienen características diferentes y con ayuda de la valoración podemos determinar qué tipo de apósito será el más adecuado colocar en ese momento. El apósito ideal es aquel que nos permite mantener una humedad en el lecho de la herida para permitir la migración celular, pero que, a la vez, nos absorba todo ese exceso de exudado evitando que se dañe nuestra piel perilesional. Los apósitos pueden dividirse en dos categorías, apósito primario y apósito secundario. El apósito primario es aquel que queda en contacto directo con la herida y actúa de manera pasiva en el proceso de cicatrización. El apósito secundario es el que se coloca sobre el apósito primario y actúa de manera activa. A continuación mencionaré algunos ejemplos más comunes de los tipos de apósitos que existen. Alginatos de calcio. Estos son derivados de algas marinas de color marrón. Están compuestos de fibras no tejidas. En ocasiones, pueden contener en su composición algún antimicrobiano como la plata. Se recomienda que se utilice en heridas de espesor parcial o total y con exudado moderado. Este tipo de apósito favorece el desbridamiento autolítico. Por lo tanto, es muy importante mencionar al paciente que puede desprender olor, cierto exudado café y no espantarse, you que es totalmente normal debido al desbridamiento. Se debe colocar exactamente al tamaño de la herida para evitar lastimar la piel perilesional. Los cambios de este tipo de apósito dependen de la cantidad de exudado que tenga una herida. Entre mayor exudado, mayor va a ser la frecuencia de los cambios de apósito. Espumas. Estos son apósitos no adherentes y absorbentes. Los hay de distintos grosores y distintas presentaciones. Disminuyen el riesgo de traumas al momento de retirarlos y algunos contienen un marco adhesivo. Pueden ser utilizados como apósitos primarios o secundarios, en heridas de espesor parcial o total. En heridas altamente exudativas se pueden utilizar en combinación con otros apósitos absorbentes para ayudarnos a disminuir la frecuencia de los cambios. Hidrocoloides. Son compuestos de gelatina, tectina y carboximetil celulosa. Proveen una humedad adecuada que ayuda a formar tejido de granulación y a desbridar de manera autolítica el tejido necrótico. Se recomienda en heridas con exudado bajo a moderado. Pueden desprender cierto olor debido al desbridamiento generado, y, en ocasiones, dejar residuos en la herida. No utilizarse en heridas con mucho exudado porque pueden lastimar la piel y los cambios serán mucho más frecuentes. En heridas infectadas o con pieles frágiles tampoco se recomienda. Hidrogeles. Están hechos a base de agua y glicerina y los hay como geles amorfos en gasas impregnadas y pueden usarse en heridas de espesor parcial y total, con presencia de tejido necrótico o espacel. Algunos beneficios es que reducen el dolor, rehidratan el lecho de la herida y facilitan el desbridamiento autolítico. Hidrofibras. Son apósitos suaves, estériles, hechos de fibras de carboximetil celulosa sódica. Tienen gran capacidad de absorción, gelificando el apósito y manteniendo la humedad en la herida para favorecer el desbridamiento autolítico. Uno de los grandes beneficios de este tipo de apósitos es que evitan la maceración de la piel perilesional gracias a su absorción vertical y lateral controlada. Antimicrobianos. Estos actúan a nivel tópico, como la plata, el yodo y el polihexametileno biguanida. Pueden estar contenidos en distintos tipos de apósitos, como espumas, alginatos, hidrocoloides o geles. Principalmente estos tipos de apósitos se utilizan en heridas altamente exudativas que no cicatrizan o cuando se desea tener una protección antimicrobiana. Algunos ejemplos de heridas en los que se pudiera llegar a utilizar son quemaduras, heridas quirúrgicas, úlceras diabéticas o lesiones por presión. En algunas ocasiones ciertos apósitos pueden causar pigmentación de la herida o de la piel perilesional. Por eso su uso siempre debe estar vigilado y supervisado por personal capacitado y especializado. Recuerda que las heridas son cambiantes. Si tu herida cambia tu apósito debe también cambiar. Recuerda que si seleccionamos adecuadamente el apósito vamos a crear un ambiente óptimo para la cicatrización. Por el contrario, si no seleccionamos adecuadamente el apósito vamos a causar un deterioro en el proceso de cicatrización, como la maceración, aumentar el riesgo de infección, o trauma mecánico por arrancamientos si no lo retiramos de manera adecuada. Podemos aumentar el dolor, la frecuencia en los cambios y, por lo tanto, tener un impacto en los costos del tratamiento del paciente. [MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA]