Toda política pública arranca a partir de la concentración de que existe un problema de carácter social sobre el cual la propia interacción social no acaba de resolverlo y por lo tanto se exige la participación y la implicación de los poderes públicos y por eso hablamos de una política pública. Un ámbito central en cualquier digamos proceso de análisis de gestión de políticas públicas es la definición de un problema por qué eso es un problema y nos obliga a actuar. Diríamos que en este sentido una política pública es una oportunidad de mejora ¿no? Es decir, si estamos en una situación A y entendemos que es problemática, you intentaremos ver que quiere decir problemática, la hipótesis es que aplicando una política pública haremos, conseguiremos ¿no? pasar de una situación en la cual no estábamos bien, pasaban cosas que no nos gustaban a una situación que es mejor ¿no? es decir, que es mejor de la que estábamos antes. Esto no quiere decir que la nueva situación haya resuelto todos los problemas sino que es una situación que es incrementalmente mejor que la anterior porque you sabemos, digamos que la política pública lo que hace es trabajar como decía ahorita Wildavsky con dianas que se mueven, es decir que cuando alcanzamos una resulta que entonces eso que antes considerábamos, que habíamos considerado mejor que lo que teníamos en comparación con lo que podríamos llegar a hacer pues nos obliga volver a actuar. Por lo tanto nunca resolvemos del todo los problemas ¿no? Los problemas se desplazan, se mueven y las políticas de alguna manera van siguiendo esas estelas. Ahora en esa, si eso es así, si la política pública se plantea ¿no? con una forma de traslado de una situación que no nos gusta a una situación que nos gusta un poco más que la que teníamos, el elemento central a la hora de definir la política será entender qué es un problema ¿no? ¿Por qué eso es un problema? Por lo tanto diríamos un problema de entrada y eso forma parte del sentido común sería una situación que no nos gusta. Pero con eso podemos realmente formular una política pública, es decir no nos gusta que haya pobreza, no nos gusta que haya desigualdad, no nos gusta como decíamos al principio ¿no? en la sesión introductoria que haya accidentes de tráfico. Pero con esto podremos realmente plantear una política, claro necesitamos hacer un paso más ¿no? que es trasladarnos de esa situación que no nos gusta a un elemento operativo ¿no? es decir lo que estamos buscando es pasar de ese genérico no me gusta a algo que sea operativo y que nos permita construir una política de respuesta. ¿Qué quiere decir que no nos gusta? Que hay una discrepancia entre lo que nos gustaría que pasara y lo que sucede, por lo tanto estamos hablando de una discrepancia entre lo normativo y lo positivo ¿no? lo positivo en el sentido que es lo que realmente está sucediendo ¿no? Entre el deber ser y el es ¿no? Esta es la discrepancia central ¿no? no digamos, no debería haber muertos por accidente de tráfico, hay muertos por accidente de tráfico. No deberían haber personas que estuvieran en situación de exclusión social, hay personas con situación de exclusión social. Aquí estamos introduciendo un elemento de valores, estamos incorporando al análisis un elemento de carácter normativo. Este es el arranque del problema, lo que nos hace actuar ¿no? lo que nos obliga a pensar que podríamos mejorar eso porque esto ofende ¿no? afecta nuestros, nuestros valores. Pero esa discrepancia tiene que tener dosis de credibilidad, es decir no puede ser una discrepancia insuperable ¿no? es decir que estemos hoy en una situación de desigualdad en nuestro país, en nuestra ciudad, nuestro deseo sería que todo el mundo estuviera igualmente bien o que todo el mundo fuera, tuviera cubiertas todas sus necesidades básicas pero podemos imaginar que una política pública pueda dar respuesta pasar de cero a 100, normalmente entenderemos que no, pronto estaríamos trabajando, deberíamos trabajar en una política pública ¿no? con una discrepancia que sea superable, es decir si tenemos cero y queremos llegar a 100 pasar de cero a 10 quizás más posible que pase directamente de cero a 100. De pronto yo tengo que trabajar con una cierta operacionalidad de la política ¿no? que me permita avanzar en la línea correcta, en la dirección correcta pero con una cierta digamos con un timing que sea razonable. De pronto una definición del problema implica construir ¿no? el marco analítico en el cual sitúo mi discrepancia entre lo que debería ser y lo que es pero al mismo tiempo con una cierta capacidad de operacionalizar esa discrepancia, que sea una discrepancia superable. de pronto relacionar en el fondo problema con capacidades, con recursos, con posibilidades de solución, porque sino estaría hablando ¿no? de una utopía, es bueno ser utópico en el sentido que conviene avanzar hacia la utopía decía Eduardo Galeano ¿no? pero al mismo tiempo se tiene, tenemos que ser conscientes de que no podemos pasar como decía de cero a 100 en un instante. De pronto ese, ese tránsito ¿no? esa, esa construcción de una, de una política obliga a ver cuales son digamos, los recursos de que dispongo, las capacidades de que dispongo, los aliados de que dispongo, cuando hablemos de actores you lo hablaremos ¿no? esto. Y por lo tanto construir una, entre las muchas alternativas de solución que puedo tener aquella que yo sea capaz de gestionar ¿no? Es decir, por decir de una manera digamos definitiva ¿no? podríamos decir, si no hay alternativas de solución no es un problema. Es decir, todo problema tiene que estar conectado con la solución. Si un problema no tiene solución desde el punto de vista de las políticas públicas, no desde el punto de vista normativo, ese no sería un problema, sería una condición digamos, es decir, por ejemplo una cosa que se oye muchas en las administraciones públicas ¿no? por parte de los funcionarios, la política es un problema, si no hubiera políticos en nuestra administración pública todo funcionaría mejor. A mi lamento decir que eso no es un problema, es una condición de existencia de la administración pública de la política. Porque entonces si yo me planteo que la política es un problema lo tengo mal, tengo que incorporar la existencia de la política en el propio funcionamiento de las administraciones porque lo que justifica que existan las administraciones públicas es que hay unos políticos electos representativos ¿no? que gestionan recursos públicos, de pronto eso es una condición de existencia. Yo no puedo decir me gustaría que España fuera como Holanda porque habría menos accidentes de tráfico porque Holanda es muy plano y España es el segundo país más montañoso de Europa. Es difícil que un director general del tráfico parta de la hipótesis de que España ha de ser plana. Ha de incorporar como condición la incidencia de las montañas, lo cual no quiere decir que no trabaje en mejorar la seguridad ¿no? Volviendo al tema, conectar, es decir, definir un problema es ver las alternativas de solución que existen a partir de los recursos y de las capacidades que desde mi posición, desde la posición de operador, gestor público puedo, puedo tener.