Muchas gracias por acompañarnos en este segmento sobre Activismo y Protección de Derechos Humanos en el curso. Como hemos visto anteriormente, existen varias instituciones para proteger los derechos humanos, pero en realidad será imposible hacerlo sin las comunidades y las organizaciones de sociedad civil que promueven la defensa, la protección de los derechos humanos y el activismo para transformación social desde abajo. Para conversar de esos temas estamos muy contentos de estar en este momento con Charo Mina-Rojas, quien es lideresa con el Proceso de Comunidades Negras en Colombia. Bienvenida Charo, muchas gracias por acompañarnos. Vamos entonces a comenzar de una vez. Cuéntanos, ¿cuál es tu rol como defensora de derechos humanos?, ¿qué haces?, ¿cómo vives tu día a día como activista?. Mi día a día, pues lo primero, es que yo tengo que tener claro qué derechos defiendo, qué es lo que defiendo. Cuando hablo de mi rol como defensora de derechos humanos, necesito saber qué derechos estoy defendiendo. Yo soy defensora de Derechos del Pueblo Negro Afrodescendientes, particularmente en Colombia, pero en general del pueblo de la gente negra y soy defensora de los derechos de las mujeres, particularmente las mujeres negras. Para mí es importante tener esta claridad, porque si bien es cierto, es importante los derechos en general, pues yo soy una mujer negra, parte del pueblo negro en Colombia y puedo encausarme, tener una causa específica muy concreta, muy directa, que son los derechos del pueblo negro. ¿Yo qué hago día a día? Yo vivo en un contexto, en una realidad bastante compleja, de violación constante de derechos, de amenazas, de asesinatos, de desplazamientos de la gente negra, de violaciones contra las mujeres negras. Entonces, mi día a día y parte de mi responsabilidad dentro de PCN es estar visibilizando esas violaciones y desarrollando acciones que permitan defender esos derechos, a veces generar ciertas garantías de protección para las personas amenazadas. Yo pues por mi lugar, experiencia también dentro del PCN, tengo a veces espacios de interacción con el gobierno, pero también con entidades a nivel nacional e internacional, como la Comisión para la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres que es CEDAW, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Entonces generalmente, estoy documentando situaciones de derechos humanos, trabajo con un equipo, un grupo de personas que documenta casos. Estamos monitoreando esos casos, estamos denunciando esos casos, estamos desarrollando acciones para hacerlos visibles, para generar la protección, monitoreando lo que pasa en los territorios sobre todo. Cuéntanos, por favor, de un caso en particular, de tu experiencia, que consideres que representa una estrategia exitosa en la defensa de los derechos humanos. Voy a hacer referencia a la Movilización de Mujeres del norte del Cauca. El norte del Cauca es una región aquí en Colombia, donde en un lugar muy específico, una vereda de hecho muy pequeña, que se llama Yolombó. Aparecieron unas retroexcavadoras, estas máquinas que arañan la tierra, con un grupo de mineros ilegales y pues ya en la región se venían haciendo alertas y tomando acciones con respecto al tema de la minería ilegal, porque es una violación de múltiples derechos. Viola derechos ambientales, viola derechos, por ejemplo al agua, viola derechos de movilidad, viola los derechos económicos de la comunidad donde se implanta, viola derechos, por ejemplo, de las mujeres porque genera violaciones sexuales, trabajo forzado, prostitución forzada. Entonces llegó a la comunidad la minería ilegal. La comunidad, particularmente las mujeres que son mineras artesanales tradicionales, estaban muy inquietas, muy incómodas con esa situación y se dio finalmente como a las dos semanas de estar allí presentes el abuso sexual de una adolescente y eso fue como el total, el punto que ya erosionó todo. Entonces ellas decidieron que tenían que hacer algo y se organizó una movilización, una caminata hasta Bogotá, la capital, que duró casi una semana. Llegamos a Bogotá, la intención era reunirse con el Gobierno Nacional, el Ministerio del Interior y al llegar allí la reunión era un fracaso y tomarse el Ministerio del Interior, algunas mujeres se quedaron en el Ministerio por varios días y se tomaron el Ministerio para obligar a esa conversación, que luego resultó en varios acuerdos. Lo que esto generó fue la presencia de la Fiscalía, la presencia de las autoridades locales. Generó una visibilidad sobre la situación y permitió desarrollar otras acciones para no solo contrarrestar la minería ilegal en ese territorio en particular, sino generar también, eso tuvo un impacto en el proceso organizativo de las mujeres, las fortaleció muchísimo y digamos que ha sido una base para continuar avanzando en esa defensa de los derechos, pero fue una acción importante porque generó algunos resultados muy concretos alrededor de esa situación y le dio fuerza a las mujeres para continuar esa defensa de derechos en el territorio. ¿Qué recomendaciones le darías tú a los estudiantes de este curso para que emprendan acciones o apoyen procesos en la defensa de los derechos humanos? Bueno, hay muchas maneras digamos de actuar, una primera puede ser vincularse a algo que ya esté organizado y sucediendo, el tema puede ser muy, muy local. Yo, por ejemplo, empecé con la junta de acción comunal de mi barrio y yo era, le ayudaba a mi papá a hacer los recibos porque los personas daban una contribución para que se pudieran hacer diferentes acciones en el barrio; él recogía la plata y yo hacía los recibos y así empecé yo muy chiquita. Pues hay que buscar algo que nos guste, eso es lo primero, tiene que llegarnos al corazón, tiene que ser parte de nosotros, tiene que realmente, tiene que ser algo que sentimos para podernos comprometer y a partir de allí pues continuar. Nosotros, por ejemplo con el ejemplo de la movilización, cuando parábamos en lugares para pasar la noche habían grupos de estudiantes por ejemplo que nos recibían. Hay muchas maneras de vincularse, entonces es lo primero identificar, qué es lo que nos gusta, lo que nos toca. Luego encontrar con quién, siempre habrá alguien que ya lo esté haciendo o alguien con quien unirse para empezar a hacerlo y no desfallecer, este no es un trabajo fácil, no es de resultados inmediatos, ya todo se logra, es un trabajo de toda la vida y hay que saber que cuando uno ya quiere convertirse en alguien que defiende los derechos humanos, eso es parte ya de su proyecto de vida. Y como todo en la vida, pues cuesta trabajo, dedicación, esfuerzo, a veces caemos hay que volverse a levantar. Siempre, siempre hay algo que nos levanta de nuevo, porque no estamos solas, no estamos solos y es muy importante también siempre tener presente el universo de los derechos humanos, es decir, nosotras defendemos derechos de la gente negra aquí en Colombia, pero tenemos muy claro que nuestro problema no es solo en Colombia, no es solo allá en Yolombó. Que está por fuera también, que hay mucha gente afuera también con problemas, defendiendo derechos y que necesitamos articular, ligar con esas otras luchas, con esos otros trabajos por la defensa de los derechos. "Somos porque otros son", ese es nuestro principio del "Ubuntu". Charo, cuéntanos, ¿qué papel cumple la educación en la promoción y la defensa de los derechos humanos? Esa educación es fundamental, porque si no conocemos los derechos que tenemos, no podemos defenderlos, no podemos promoverlos y sobre todo no podemos ejercitarlos. Lo fundamental es que nosotros podamos conocer los derechos y poder hacer ejercicio de ellos y entonces cuando son violentados, pues saber cómo los vamos a defender, pero es necesario conocerlos. Entonces parte del trabajo que hacemos y que es importantísimo hacer, es esa educación sobre los derechos que tenemos, que deberíamos tener, para poder hacerlos reconocer, para poder ejercitarlos y para poder defenderlos y promoverlos. Muchísimas gracias. Un saludo a todas y todos. Y bueno, a seguir adelante.