[MÚSICA] Hola de nuevo. Seguimos con el repaso a las grandes tendencias globales. Esta vez analizando los grandes cambios demográficos que se están produciendo. La demografía es un ámbito especial, suele ser relativamente y los cambios poco comunes y graduales, pero cuando se producen tienen un enorme impacto que perdura en el tiempo, y vivimos en una era de importantes cambios demográficos. Un incremento sustancial de la población mundial o el desarrollo de una enorme nueva clase media en las economías emergentes, el envejecimiento de la población en el occidente, grandes flujos migratorios y un proceso global de urbanización. Empecemos por el primer fenómeno, la explosión demográfica. Las proyecciones indican que en el año 2050 el planeta tendrá 9.600 millones de habitantes. La población actual es de 7.500 millones. Este crecimiento viene, sobre todo, de los países en vía de desarrollo, especialmente de África que en los próximos años multiplicará por dos su población llegando a los 2.400 millones de personas. El crecimiento de la población mundial en los últimos tiempos es difícil de exagerar. Llevó al Homo sapiens, 200.000 años poblar la tierra con 1.000 millones de personas. Tardamos otros 100 años en añadir el siguiente millar. Pero vamos a tardar tan solo 13 años en pasar de 7.000 a 8.000 millones. Esta explosión demográfica conlleva serios problemas como veremos en unos momentos. Pero empecemos por las ventajas. En las economías emergentes ha supuesto, y lo sigue haciendo, un agente fuente de mano de obra barata que ha permitido un gran crecimiento económico. De manera particularmente espectacular en China, pero también en muchos otros países. La contribución al crecimiento económico continúa ahora que estas cortes van mejorando su nivel de vida y conformando la principal fuente de consumo a nivel global. La nueva clase media global. Esto suponía you 3.200 millones de personas en 2016. 160 millones más se sumarán en los próximos cinco años, según un reciente estudio de la [INAUDIBLE]. Esta clase media global, nutrida sobre todo de las economías emergentes, va a ser la principal fuente de consumo de la economía global, también de las empresas occidentales. Hoy you consumen 35 billones de dólares al año, y consumirán otros 29 billones en 2030, lo que supondrá un tercio del crecimiento del PIB mundial. Pero mientras que los países en desarrollo la población crece y su pirámide poblacional es cada vez más joven, los países desarrollados estamos experimentando un preocupante envejecimiento de la población. En 2030 el 16% de la población mundial superará los 60 años, un total de 1.400 millones de personas. A nivel global, la edad media de la población subirá 3,6 años, hasta llegar a los 36 años de media para el conjunto de la población, y 44 en los países desarrollados. Este proceso se da con especial incidencia en Europa y Japón, aunque China también lo empezará a sufrir debido a la política de hijo único que ha eliminado solo recientemente. La población de Japón superará los 50 años de media en 2030, mientras que en Europa la edad media se situará sobre los 45 años, con países como España, Alemania o Italia llegando a los 49. De hecho, la población alemana está reduciendo actualmente más rápidamente que la japonesa. Hoy nacen más niños al año en Nigeria que en toda Europa junta. Este envejecimiento tiene importantes implicaciones económicas. Primero, para el crecimiento, pues éste es en esencia la función de la mano de obra y la productividad. Envejecimiento significa menor población activa, y por tanto, en principio, menor crecimiento económico. También supone una amenaza para el sostenimiento del estado del bienestar, pues la población activa es la que lo tiene que financiar. Sin embargo, existen respuestas para amenizar estos riesgos. Quizás las dos más importantes son la incorporación plena de las mujeres al mundo laboral, y la integración de los inmigrantes de países no europeos para rejuvenecer la estructura demográfica. En relación a la primera, las estadísticas muestran cómo en la mayoría de los estados de la OCDE, las mujeres superan a los hombres con formación universitaria. Sin embargo, esto no se traduce en el mercado laboral, pues solo el 63% de las mujeres trabajan a OCDE, por un 80% de los hombres. Su incorporación tendría un impacto económico muy positivo. Una tasa de participación en el mercado de trabajo de las mujeres similar a la de los hombres, llevaría el PIB en Estados Unidos, por ejemplo, a crecer un 5%; en el Japón, un 9%, y aún más en las economías emergentes; un 12% en Emiratos Árabes Unidos, y hasta un 34% en Egipto. Otra forma de palear los efectos del envejecimiento de la población, especialmente en Europa, sería una mayor incorporación de la población inmigrante al mercado laboral. En la actualidad, el 3% de la población es migrante y cada año hay 232 millones de personas desplazadas. Para 2030 la cifra llegará a los 300 millones. Sin embargo, los movimientos migratorios no son solo una oportunidad, sino también un reto de primera magnitud para la estabilidad social y política de los países receptores y para la gobernanza global. Hoy en día, hay más de 60 millones de refugiados y desplazados forzosos, y cada minuto hay 8 personas que dejan sus hogares para huir de la guerra, los desastres naturales o el terrorismo. Muchas de estas personas acaban transformándose en refugiados o desplazados internos. Alargar su situación de provisionalidad aumenta los riesgos de conflicto en los países de acogida, lo que supone todo un reto de coordinaciones entre estados. Pero el principal motor de la migración es, sin duda, la económica, y va a ser muy difícil de parar mientras persistan las enormes diferencias de renta entre países ricos y pobres, y en éstos crezca una población pobre sin oportunidades a los que las tecnologías y medios de transporte modernos hacen la migración libre. Las migraciones económicas se están produciendo entre países, pero también, y a mucha mayor escala, en el interior de los estados, del campo a la ciudad. De hecho, la organización de las sociedades es uno de los cambios demográficos históricamente más significativos. En 2007, por primera vez en la historia de la humanidad, más personas vivían en urbes que en el campo. Este proceso lleva por supuesto you largo tiempo en marcha en los países desarrollados, donde más del 75% de la población viven en ciudades. Pero ha tomado una nueva dimensión en los países en vía de desarrollo. Hoy 1,2 millones de personas emigran cada semana del campo a la ciudad. En África, la población urbana se triplicará en los próximos 35 años. En 2030, el 60% de la población mundial vivirá en las ciudades. Este movimiento conllevará a la multiplicación de mega-urbes, con más de 10 millones de habitantes. Si en 1990 solo había diez ciudades que superaban esta cifra, en 2030 serán 41. En ese año, 400 ciudades producirán el 60% del crecimiento del PIB. Un movimiento tan masivo comporta grandes retos en cuestiones de ordenación urbana, movimientos sociales y sostenibilidad medio ambiental. La población mundial crece y cada vez demanda mejor nivel de vida. Pero el planeta y sus recursos son limitados. En la próxima unidad veremos los retos y oportunidades medio ambientales que ocasiona este efecto. [MÚSICA] [MÚSICA] [AUDIO_EN_BLANCO]