[MUSIC] En este vÃdeo vamos a hablar de las finanzas conductuales. Quizás el nombre parece muy pomposo, pero es una cosa importante, un aspecto de las finanzas importante. Y veréis que realmente no es especialmente complicado. ¿Qué quieren explicar las finanzas conductuales? Conductuales viene de la conducta, conducta de las personas. Cómo las intuiciones y las emociones influyen en nuestras decisiones. Uno pensarÃa que influyen en todas las decisiones humanas. Sà es cierto, y en las financieras también. Y se fundamentan en el análisis de la psicologÃa del inversor o del ahorrador o de la persona corriente. ¿Y por qué es importante la finanza conductual, las finanzas conductuales? Porque el modelo prototÃpico que los economistas hemos estudiado hace años, cuando éramos más jóvenes, del homo economicus puro, no existe realmente ese homo economicus. Somos una parte racionales, pero son una parte sensitivos. Porque ganar o perder dinero produce emociones, al margen de que sea la misma cantidad de dinero pero a cada persona le produce emociones distintas. Y porque para una persona, una inversión es una transacción económica, pero a la vez es una fuente de felicidad o es una fuente de dolor. Y eso depende de aspectos que no son propiamente inherentes a la misma inversión. Un homo economicus. Un homo economicus es una persona, en principio, egoÃsta, que busca su propio beneficio. Es una persona que racionaliza sus decisiones y que intenta utilizar al máximo, o conseguir el máximo. Si no de dinero, porque en ocasiones hay decisiones que no revierten automáticamente en dinero, en su utilidad personal. Y por tanto, reacciona de forma rápida a cualquier cambio de información. Siempre está esperando conocer más datos, decidir, cambiar. Tiene unas preferencias prefijadas, es decir, sabe que cuando esa información funciona de determinada manera, qué va a hacer. Realmente es un hombre o una persona muy estúpida, muy poco divertida. Esa persona además tiene toda la información disponible para decidir. Entonces, ¿puede existir alguna persona con estas caracterÃsticas? Quizás sÃ, pero es realmente bastante antipático. Y en el mundo actual que hay un flujo de información creciente, un homo economicus necesita tener unos conocimientos estadÃsticos y de programación informática y de optimización de información casi incalculable. Es decir, resultarÃa inviable en la situación actual decidir asÃ. ¿Y cómo es un hombre o una mujer normal, como la mayorÃa de nosotros? Pues un hombre o una mujer normal, la mayorÃa de las veces es altruista y al mismo tiempo en ciertos aspectos es un poco egoÃsta. ¿Es racionalista? SÃ, pero hasta cierto punto, también toma decisiones que no tiene por qué justificarlas de una forma racional, pues porque tiene un capricho, porque le apetece. Busca una absolución adecuada, pero cuando ha encontrado una solución suficiente, pues you no sigue optimizando porque si no, la decisión se alargarÃa en el tiempo. A veces toma decisiones basadas de ideas preconcebidas o de experiencias anteriores y eso no tiene por qué ser negativo. A veces toma decisiones que le han sugerido amigos o familiares. A veces en vez de tomar una decisión superracional decide usar un atajo, lo que se llama una heurÃstica y encuentra una solución que no es quizás la perfecta pero que le permite en el dÃa a dÃa para seguir adelante. Por tanto, entre el homo economicus y el homo normal hay un trecho en el que cada uno de nosotros pues esta más cerca de una cosa o de otras pero que combinamos aspectos de las dos formas percepciones. Un ejemplo muy simple, un ejemplo de restauración, seguramente a todos nos ha ocurrido. Vamos a un restaurante, después de pedir el menú, vamos a comer, nos trae la carta de vinos. ¿Cómo es eso de decidir el vino? Es algo que es, venga un amigo gourmet y nos diga, para este plato hay que coger este vino en especial. Y esto que os comento es verÃdico y pasa. Imaginamos que hay tres vinos, uno que vale 10 euros, uno que vale 12 y uno que vale 25. ¿Normalmente, qué ocurre? Pues como en muchas cosas cuando nos presentan un presupuesto para una reforma casa, descartamos el más barato porque pensamos, será el de peor calidad y descartamos el más caro porque vamos, caray, ¿cuánto dinero para un vino? Puede ser, si en una carta hay tres vinos de 10, 12 y 25 euros, seguramente bastantes de nosotros escogerÃamos el vino de 12 euros. Pero, ¿qué hacen a veces los restauradores para modificar esta percepción? Pues, simplemente añaden un vino bastante más caro, que you saben que en la bodega van a tener dos o tres botellas porque lo van a pedir muy pocas personas y, por ejemplo, eso se ha comprobado. En la carta añades un vino de 45 euros y donde le 90% de las personas antes escogÃan el de 12 euros, pues ahora se reparten. Como hay uno mucho más caro, dicen, bueno pues unos piden el de 12 y otros piden el de 25. O sea, simplemente por poner un vino mucho más caro en la carta, el de 25, a lo mejor aumenta su demanda, no porque sea mejor esa añada, sino en un 20 ó 30% el número de clientes que lo piden. O sea, hay un aspecto psicológico, la toma de decisiones frente al aspecto objetivo que sólo conoce la calidad de vino las personas que han hecho cursos de enologÃa o de prueba de vinos. Otro aspecto que hay que tener en cuenta, en el mundo de la economÃa hay diferentes lÃneas de investigación, y por ejemplo que quizás no todos saben. En el año 2002 le fue concedido con otro economista el Premio Nobel de economÃa a Daniel Khaneman. Y Daniel Khaneman no era economista, Daniel Khaneman era psicólogo. ¿Y por qué le dieron el Premio Nobel? Por haber integrado precisamente los aspectos de la investigación psicológica en la ciencia económica. En especial, para tomar decisiones en situaciones de incertidumbre. ¿Qué ocurre?, una reflexión. El homo economicus, sÃ, hay que ser ciertamente un homo economicus, pero eso significa conocer las probabilidades de los sucesos que van a ocurrir que a veces es muy difÃcil. Conocer los valores esperados de distintos escenarios y escoger aquel que tiene un valor esperado positivo mayor. Pero muchas veces si conocemos la probabilidad y tenemos tiempo de recaudar esa información y nos guiamos por intuiciones. Hemos pensado y todos jugamos en mayor o menor medida a la loto, algún juego de azar, hemos pensado que los juegos de azar todos tienen una esperanza negativa porque obviamente el organizador gana dinero con eso, es un negocio. Pues si un homo economicus nunca jugarÃa ningún juego de azar y sin embargo, en fin, una cosa es gastar mucho dinero, más de lo que puedes pero jugar algún juego, no tiene nada de irracional. Por otra parte, hay cada vez más informes, por ejemplo, la OCDE, que es un organismo importante, sobre la necesidad de que las personas tengan una educación financiera. Y en el último informe de la OCDE, se habla de que la economÃa conductual lo que yo os estoy comentando de los aspectos psicológicos que inciden en las finanzas, debe incorporarse a la educación financiera para mejor la eficacia. Porque se han detectado una serie de problemas de comportamientos de las personas que no necesariamente se corresponden a que tengan pocos conocimientos financieros. Porque les voy a comentar unos casos los cuales las decisiones financieras no son especialmente complejas. Por ejemplo, se comprueba que muchas personas pudiendo ahorrar, una cosa es que no puedas, pero pudiendo ahorrar, ahorran muy poca para la época del retiro sin tener en cuenta que muchas veces las pensiones públicas son inferiores. Por otro lado, se observa que hay personas que tienen excesivo nivel de endeudamiento respecto a sus capacidades de ingresos. Otras personas idealizan una inversión por encima de su valor de mercado. Por ejemplo, en España y muchos paÃses de cultura latina la necesidad de tener una vivienda en propiedad cuando también se puede vivir en una vivienda en alquiler. Es cierto, si uno tiene recursos, la vivienda en propiedad está bien, es una inversión correcta pero en muchos casos no se justifica. Por tanto, hay inversiones que están idealizadas por aspectos psicológicos, quizás el de la protección o el de querer dejar la vivienda en herencia a los hijos. En general muchas veces hay inversiones como invertir en bolsa que realmente te dicen, invierte sólo en bolsa el dinero que no necesites a largo o a bastante largo plazo. Y hay personas que realmente invierten en bolsa y al año que viene quieren con ese dinero hacer otra cosa. Entonces, tienen una visión muy cortoplacista a las inversiones. Muchos de estos problemas se evitarÃan, no sabiendo muchas finanzas muy complicadas, sino sencillamente conociendo los instrumentos psicológicos que te hacen comportarte de esta manera. ¿Por qué vamos a explicar en este curso esos aspectos psicológicos, esos mecanismos psicológicos? Pues porque va a surtir por varias cosas. Primero porque, ¿os acordáis del tema del vino del restaurante, que el restaurante pone un vino caro? Pues mira, para como mÃnimo no ser manipulados por terceros, porque muchos terceros utilizan esta información psicológica o los bancos, compañÃas de seguros, en las tiendas, los marketin,g o los supermercados como disponen de los productos para que los compremos más. Todo esto obedece a unas estrategias psicológicas porque piensan que el consumidor no economicus se comporta de una determinada manera. Como mÃnimo si sabemos eso no seremos manipulados, o si somos manipulados, lo seremos sabiendo que esto ocurre. Y por tanto, esto nos va a evitar cometer errores financieros de bulto en el futuro como you veremos. Bien, y por último para concluir este vÃdeo querÃa hacer una comparación entre las finanzas tradicionales y las finanzas conductuales. Al bien entendido que en la realidad van mezcladas. En las finanzas tradicionales que son las que normalmente se explican en los cursos de finanzas de siempre, se basan en unas hipótesis de la eficiencia de los mercados, de los datos económicos y de los cálculos estadÃsticos que se puedan hacer con esos datos. Por tanto, en ese caso las finanzas parecen muy difÃciles porque realmente para invertir se sugiere la idea subliminal es que hay que saber muchas matemáticas. Y sà que es cierto que para hacer ciertas operaciones hace falta, pero precisamente la cotidianidad de nuestra vida nos hace tomar decisiones que en el 90% de los casos o en el 95% no necesitamos saber tantas matemáticas. ¿Qué ocurre? Que en vez de centrarse en los contenidos matemáticos de unos determinados productos muy complejos y muy sofisticados, las finanzas conductuales se centran básicamente en las personas, en todos nosotros. Todos somos objetivo de observación de estos comportamientos psicológicos. Y entonces ocurre que las personas normales cometemos errores en base a nuestra experiencia personal, muchas veces con el paso del tiempo adquirimos experiencias que nos permiten rectificar y corregirlos. Lo importante es que el primer error que hayas cometido no te haya arruinado. Es decir, en las finanzas conductuales el 80% es psicologÃa y precisamente las finanzas conductuales es lo que permiten intentar evitar los errores iniciales, antes no tienes experiencia anterior sobre un determinado tema cuando lo abordas por primera vez. Por eso nosotros hemos considerado que en este curso que precisamente es el básico para evitar cometer errores frecuentes, precisamente cuando nos planteemos problemas complejos de finanzas el consejo será, no lo decidas tú, consulta a un experto. Pero para poder decidir qué es lo complejo, has de tener unos conocimientos básicos y has de tener unos pequeños conocimientos de psicológicamente cómo funcionamos las personas y en realidad cómo estás funcionando tú y yo. Gracias.