[MUSIC] Hola, mi interés en participar en este curso sobre psicologÃa en las finanzas personales proviene de que en mi experiencia como psicóloga cada vez más tiendo a ver personas con depresión o ataques de ansiedad. Que la mayorÃa de sus problemas vienen causados por mala gestión económica, por problemas financieros y de ahà mi motivación para participar en este curso. Las personas perciben las cosas y toman decisiones influidas por muchos aspectos que tienen que ver con su entorno que los rodea. Pero también por la situación particular de la vida en que se encuentra. Vamos a ir explicando algunos riesgos que aparecen en diversas situaciones, y también en finanzas. En un entorno que todos los amigos compran piso es más fácil dejarse llevar por esa tendencia. La edad puede marcar también una decisión, por ejemplo, o compras un piso ahora o you nunca lo podrás comprar. Vamos ahora a ir explicando los sesgos habituales, que en mayor o menor grado nos afectan a todos. TendrÃamos, por ejemplo, el sesgo de disponibilidad. El de confirmación, el doméstico, el de anclaje, el de encuadre, el de sobreconfianza, el de evitación de arrepentimiento y el de comportamiento de rebaño. Vamos a explicar el primero, el de disponibilidad. Hay sucesos que ocurren frecuentemente y con fuerte cobertura mediática que permanecen en nuestra mente mucho más que hechos pocos comentados. Por ejemplo, si preguntamos a una persona cuál es la causa más frecuente de muerte, probablemente pensará en un accidente de coche, o de avión. ¿Por qué?, porque en la televisión, por ejemplo, pues cada dÃa podemos ver noticias de este tipo, bueno, sobretodo de accidentes de coche. En Estados Unidos, por ejemplo, las personas piensan que es más probable morir en un tiroteo que de cáncer de estómago, cuando en realidad no es asÃ, pero cuando hay un tiroteo sale también en los medios de difusión, y la gente está como más sensible a este tema. El de confirmación, cuando tenemos una opinión formada sobre un suceso, o una persona nos fijamos especialmente en la información que justamente lo confirma. Cuando una persona es fumadora siempre encuentra un fumador empedernido que vivió muchos años y que, de esta manera, le sirve para justificarse en que el tabaco no mata. Los que no se atreven a cambiar de trabajo, también se apoyan fácilmente en alguien que cuando cambió, les fue mal. También puede ocurrir, pues cuando uno cambia de piso o quiere cambiar de piso y justamente tiene algún vecino, algún amigo que por no cambiar, también le fue mal o al revés. En cuanto al sesgo doméstico, es el que se refiere a que las personas solemos preferir escoger productos de nuestro entorno próximo. Por eso la publicidad es útil para hacer que productos de culturas lejanas los sintamos como próximos. Las cosas que nos suenan familiares nos tranquilizan y nos inspiran confianza. Cuando un producto está elaborado en nuestra provincia, no pensamos, en general, que nos puedan engañar. Mientras ocurre todo lo contrario con productos que están elaborados en paÃses más lejanos o poco conocidos. En cuando al sesgo de anclaje, se refiero a que cuando tomamos decisiones que se relacionan con aspectos cuantitativos suele influir el último valor númerico que recordamos, porque tendemos a comparar el antes con el después. Por ejemplo, si vemos un abrigo que en una tienda está marcado a 100 euros pero antes tenÃa un precio mucho mayor, por ejemplo 150 euros, pensaremos que es más barato si otro abrigo está también a 100 euros pero el precio tachado era 120. Pero en realidad los dos valdrÃan lo mismo. En cuanto al sesgo de encuadre, es la forma en que se presenta la información e influye, porque nos puede manipular muy fácilmente. Una empresa probó de comercializar un mismo producto de tres maneras distintas, por ejemplo, en la primera. El producto valÃa cinco euros y era gratis el envÃo. En la segunda valÃa 2.50 y el envÃo también valÃa 2.50. En la tercera opción el producto era gratis y el envÃo valÃa cinco euros. La última opción fue la más escogida con mucha diferencia, porque la gente prefiere quedarse con el gratis, pero en realidad lógicamente el precio era el mismo en los tres casos. En cuanto al riesgo de sobre confianza, en general tendemos a sobrevalorarnos, valoramos demasiado nuestra capacidad de hacer la cosas. Nos solemos situar por encima de la media de los resultados que obtienen los demás. Esto lo vemos muy claro cuando calculamos el tiempo que nos puede llevar preparar una clase, preparar un proyecto, en la mayorÃa de casos nos equivocamos por defecto. Los alumnos, esto lo vemos cada dÃa, que suelen esperar al último dÃa para estudiar un examen y se equivocan porque nos les da tiempo. Pero aquà ha habido una sobrevaloración. Montamos un negocio también donde a lo mejor acaba de fracasar otro del mismo tiempo, pensando que nosotros si que tendremos éxito. Cuando lo más fácil es que nos ocurra lo mismo, vuelve a ser, sobrevalorar esta confianza. Otros riesgos serÃan la evitación de arrepentimiento o miedo de equivocarse. Para evitar admitir que nos hemos equivocado, frecuentemente postergamos la situación de admitir que realmente, pues hemos fracasado. ¿Por qué ocurre esto?, porque admitir que hemos fracasado, que ha sido un error supone asumir responsabilidades y esto siempre es doloroso. Por lo tanto, esto se suele combinar con el hecho de postergar el tener que decidir en un momento dado, pues, cambiar o dejar el negocio, etc. Como decÃa, montamos un negocio, nos va mal, pero vamos esperando hasta el último momento a ver si por casualidad, como por arte de magia, aun este puede remontar, cuando normalmente no es asÃ. Por último, el comportamiento de rebaño, muchas veces simplemente hacemos lo que hacen nuestros amigos o clanes sin razonar si realmente es lo que nos interesa. Y no que nos dejamos llevar un poco por la opinión de los demás. Quizá pensamos que nuestro error es menor sencillamente, porque todos lo hacen, o, porque también pensamos que todo el mundo no puede estar equivocado. TendrÃamos muchos ejemplos por poner, seguir una moda serÃa un caso de estos. Comprarse lo mismo que se compran los demás. En la adolescencia los adolescentes se hacen tatuajes, piercings, porque lo hacen los otros compañeros. También serÃa un ejemplo comprarse de inmediato los últimos dispositivos de Internet de las cosas aunque muchas veces, después no sepamos darle un uso adecuado o no lo necesitemos. Incluso también otro ejemplo serÃa, pues, comprarse un best-seller porque es el que todo el mundo se compra. ¿Qué conclusión nos lleva a todo esto? Pues que si pensamos que tienen en común todos esos comportamientos que hemos ido comentado tenemos que tomar decisiones y una información suficiente contrastada, objetiva, independiente, pues nos lleva a problema. En muchas ocasiones podemos encontrar una combinación de estos sesgos que hemos ido comentando, de tal manera que podemos estar montando un negocio donde ha fracasado otro, que serÃa el sesgo de sobreconfianza, porque a un amigo nuestro le ha ido bien, que serÃa el sesgo doméstico. Y, porque además el traspaso que piden es menor en comparación de otros que hemos comparado, ahà tendrÃamos el sesgo de encuadre.