[MUSIC] Hola, dentro del tema de planificación financiera, en este vÃdeo, hablaremos de la subordinación del capital financiero a determinados aspectos que ahora comentaremos. ¿Por qué? Porque la mayorÃa de programas de finanzas hablan de la importancia del capital financiero y de los riesgos que pueden afectarlo. Pero le dan una preeminencia, que parece que sea lo único importante. Entonces, queremos relativizar esta importancia, y subordinar la importancia del capital financiero a otros aspectos, como pueden ser el capital humano o el capital social, especialmente las primeras etapas de la vida. ¿Por qué? Porque el capital financiero se puede constituir más adelante, no es lo más importante cuando una persona es joven, pero sin los otros dos capitales, este capital puede resultar efÃmero. Y os voy a poner un ejemplo muy sencillo. Seguro que conocemos a artistas, personas del mundo del espectáculo, deportistas, futbolistas, relativamente jóvenes en ganar dinero, que con el paso de los años se han arruinado. O sea, se han conseguido un capital financiero con el cual no han podido llegar a la edad de jubilación porque en general lo han malgastado. Por tanto, ¿cuál es el principal riesgo que tiene el capital financiero? Pues que hay una escasez de capital humano, capital social, finalmente conduzca a que este capital se despilfarre. Además, la gestión del capital financiero en sà misma no es difÃcil. Lo que ocurre es que muchas veces la avaricia hace que intentamos conseguir rentabilidades superiores a la media. Eso sà que es difÃcil conseguirlo sin riesgo. Pero incluso en ocasiones, como la actual en la que la inflación no es demasiado alta, al menos en Europa y en Estados Unidos, quizás una gestión del capital financiero simplemente puede ser mantenerlo lÃquido para esperar una oportunidad de inversión. Repito, la dificultad del capital es cuando hay una avaricia que quieres ganar, si el mercado gana un 1%, un 2% al año, si quieres ganar un 5% o un 10%, evidentemente eso es muy arriesgado. Pero una posición de gestión pasiva o conservadora no lo es tanto. Por tanto, antes de hablar de temas estrictamente financieros en la planificación, os quiero hablar de otros aspectos importantes, y los vamos a agrupar en tres unidades. El primero de ellos va a ser el aspecto personal. Cualquier planificación tiene que tener en cuenta los intereses personales, propios tuyos y de tu familia, ahora y en un futuro próximo antes de empezar a pensar qué inversiones vas a hacer. Te voy a hacer una reflexión. ¿Te preocupas suficientemente de los intereses de tus hijos, de tu esposa, de ti mismo? ¿Por qué? Una reflexión, parece una tonterÃa pero desarrollar hábitos saludables, desarrollar una buena relación en la familia ayuda a evitar muchos gastos superfluos, posteriormente, como pueden ser facturas médicas. Es decir, a mà que me gusta practicar deporte moderadamente, la cuota de gimnasio en realidad es una inversión que te ahorra facturas médicas en el futuro. Otro aspecto importante es pensar en los aspectos profesionales. El aspecto profesional, no me refiero a la cantidad de dinero que te pagan por tu trabajo, sino la satisfacción que te produce trabajar en una actividad o en otra. Son mucho los años que hay de trabajar, son muchos los años que hay que dedicar a reciclarse. Es decir, aprendes o un estudio o una profesión, pero ahà no acaba, siempre has de ir mejorando. Es importante que esta actividad te guste, te sientas lo más cómodo posible. Es decir, las personas que trabajan simplemente por el dinero, posiblemente en algún momento se sentirán deprimidas, se sentirán que están haciendo una cosa que no deberÃan hacer, se cansarán, intentarán cambiar de cualquier forma de profesión y será más complejo. Es importante pensar en la evolución profesional, intentando dentro de lo posible que te complemente como persona. you sabemos que es necesario trabajar, pero que te encuentres cómodo con esa actividad, que tu perfil profesional y psicológico vayan relacionados. Si eres una persona muy introvertida quizás no seas un buen vendedor aunque lo intentes y le dediques muchas horas, como ejemplo, y también tenemos que tener en cuenta que cuando el aspecto profesional se acaba, no se acaba la vida. Y que por tanto hay que planificar adecuadamente cuándo vas a jubilarte, y qué actividades, que no sean profesionalmente remuneradas, pero puedes practicar o puedes hacer que sean satisfactorias para ti y que sean también satisfactorias para tu comunidad, que puedas colaborar. También hemos de tener en cuenta los aspectos psicológicos y sociales. Porque estos aspectos básicamente son los que perjudican nuestras vidas al margen de que tengamos un ingreso. El sentir que estás haciendo una cosa que no te corresponde, que no es lo que te llena. El sentir que socialmente no tienes una red de amigos, o una red que te dé respaldo, al margen de ganar ese dinero, te sientes muy solo. Por tanto este aspecto ha de ir unido, los aspectos profesionales, los aspectos personales, y los aspectos internos de tu forma de entender la vida. Y una reflexión, la sociedad capitalista y consumista en la que vivimos, y es asÃ. Muchas personas dedican el tiempo que tienen libre, cómo ganar más dinero, cómo una inversión que tienes, conseguir que dé mayor rentabilidad. Y dedican muy poco tiempo a invertir o a alimentar las relaciones con amigos y familiares, que finalmente son los que te van a dar un respaldo cuando realmente lo necesites. Y, por supuesto, porque estábamos hablando de planificación financiera, supongo que estabais esperando el momento que llegáramos a hablar de los aspectos financieros, que obviamente no los podemos despreciar. Más que centrarnos en buscar altas rentabilidades, primero en cualquier producto o en cualquier decisión financiera, nos debemos centrar en los riesgos que esa decisión puede incorporar y si encajan con nuestra planificación y con nuestros objetivos a medio y largo plazo. Solemos distinguir los economistas entre los riesgos que se producen, riesgos financieros en la fase de acumulación, y riesgos financieros de la fase de desacumulación. Es importante que seas capaz de detectar estos riesgos. Si eres capaz de detectarlo, no te preocupes, algunos casos sabrás neutralizarlos tú mismo, pero en ese caso si no lo sabes es cuando deberás consultar a un experto. El problema es que no seas ni tan solo capaz de darte cuenta que estás corriendo un determinado riesgo. Riesgos en la fase de acumulación. PodrÃamos decir que aunque no hay un momento en que se pase de acumulación a desacumulación, podrÃamos orientativamente marcar desde que empiezas a trabajar hasta que decides te jubilas. El riesgo más importante, y por eso vimos en un tema anterior la importancia del presupuesto, precisamente es que se produzca un desequilibrio entre los ingresos y gastos que tienes tú o que tiene tu familia. Puede también producirse un riesgo porque, como la jubilación vas a necesitar dinero porque vas a ser cada vez más dependiente, no hayas ahorrado suficientemente. Luego un riesgo de un ahorro insuficiente es un riesgo aunque no seas consciente porque ese ahorro hoy mismo no lo vas a consumir. Luego hay un riesgo de enfermar o de morir, y luego hay el riesgo de que cuando has realizado inversiones, el valor del mercado de las mismas disminuya. Recuerda, unas pequeñas estrategias, el riesgo de desequilibrio de ingresos y gastos, pues lo hemos tocado, en el tema del presupuesto es la forma de hacerlo. El riesgo de ahorro insuficiente. ¿Cuánto hay que ahorrar? Bueno, no hay una respuesta absoluta. Depende del momento en que te jubiles, qué pensión pública vas a tener, y si quieres complementarla, pero como mÃnimo esta serÃa la base de mantener un nivel de vida o nivel adquisitivo similar al que tienes estando en activo. Si con la pensión pública es suficiente y crees que no va a disminuir, podrÃamos decir que la cantidad de ahorro deberÃa ser relativamente para incidencias menores. Si crees que la pensión va a ser la mitad de lo que tú estás ganando en la actualidad, obviamente el ahorro ha de ser superior. Respecto al riesgo de enfermedad o mortalidad, evidentemente, no lo puedes eliminar. Pero el aspecto económico, francamente, lo veremos en el penúltimo tema de este curso, cuando hablemos de riesgos, con aseguramiento, con seguros. Seguros privados, o seguros via la empresa donde trabajas o planes de pensiones. Y por último, el valor de las inversiones. Como hay tantas inversiones diversas, para el valor de riesgo de mercado, obviamente lo mejor es consultar a un experto. Pasamos ligeramente a la fase de desacumulación porque más adelante volveremos a hablar sobre ello. La fase de desacumulación podrÃa empezar, no necesariamente porque uno puede que se prejubile antes, pero se suele considerar que empieza cuando una persona se jubila y pasa a depender de los ingresos de una pensión pública. Que en muchos casos, si su sueldo era elevado por su categorÃa social, pues suelen ser inferiores, el 60, el 70, el 80% del último sueldo es lo que percibe por la pensión pública. Básicamente hay un riesgo que subsiste, tanto en la fase de acumulación como en la fase de desacumulación, y volvemos al tema recurrente del presupuesto. El primer riesgo de la persona jubilada, como el es un desequilibrio entre los ingresos y gastos que tienen. Pero aparte de esto, que es obvio, que también se puede producir un desequilibrio en el valor de las inversiones, volvemos a estar en el tema anterior. Uno se debe asesorar por un especialista. El riesgo de ahorro y de mortalidad tienden a desaparecer. Precisamente, bueno, pero es que me voy a morir, bueno, pero la importancia cuando uno es mayor respecto al sostén de su familia disminuye. No es normal que sea el abuelo el que tenga que mantener a los hijos y a los nietos, aunque se produce algún caso excepcional por desgracia que es asÃ. Lo normal es al revés, que uno diga, ahora precisamente estoy tranquilo porque mi familia puede volar por su cuenta y no me necesita. Surge entonces un riesgo que veremos más adelante que es el riesgo de longevidad. El riesgo de que precisamente por la persona que vive cada vez más años, y realmente si que llegue a ser, you no sea el sostén de la familia, de sus hijos y nietos, sino que llegue a ser una carga y aquà sà que tendrÃamos que tener previstas algunas medidas para palear esto, si no las cubren las instituciones públicas que realmente no lo cubren al 100%. Y por último un riesgo de querer dejar herencia, que significa que hay parte del patrimonio que tú has constituido, que te podÃa servÃa para cubrir tus gastos, quede por un motivo u otro, por motivos psicológicos o los que sean, pues no quieres gastarte porque quieres dejarle a tus herederos. Un aspecto importante hoy en dÃa, que el mercado laboral es tan volátil, que hay personas que las prejubilan a edades muy avanzadas, perdón, muy tempranas, no muy avanzadas, al revés. Y es que la fase de desacumulación no tiene por qué legalmente coincidir con la edad de retiro. Voy a poner un ejemplo, los futbolistas profesionales se retiran muy jóvenes, pero no están aún en una fase de desacumulación porque pueden tener 40, 50 años. Son las circunstancias personales y familiares las que modulan el inicio de esta etapa. Si tienes hijos a tu cargo, o no los tienes, etc. Y luego puede ocurrir que haya cada vez más una fase neutra entre la fase de acumulación y desacumulación en la cual una persona ha ahorrado un dinero, y sencillamente se jubila o no se jubila, pero no necesita disponer de él, y hay un momento en el que no ahorra, pero no gasta lo ahorrado. Gracias.