[MUSIC] Hola, en este vÃdeo vamos a empezar a hablar de un presupuesto familiar, un tema que desarrollaremos en mayor profundidad posteriormente. Y le hemos dado el tÃtulo de piedra angular de las finanzas, porque realmente cualquier programa de formación financiera deberÃa empezar, en nuestra opinión, por este tema. Por qué, ¿para qué sirve un presupuesto? Un presupuesto ha de servir para saber de dónde ingresamos el dinero y en qué lo gastamos. Para detectar en qué partidas tenemos más gastos de los que serÃa necesario. Para determinar si tenemos capacidad de ahorro, y en consecuencia si tenemos capacidad de endeudamiento. Porque cualquier préstamo hay que repagarlo y, por tanto, tenemos que tener previsto la cantidad que debemos aportar periódicamente para hacerlo. También nos puede servir para diseñar nuestros objetivos al medio y largo plazo. En definitiva, por estos motivos, bien podrÃamos encontrar más. El presupuesto familiar podrÃa ser la piedra angular de cualquier planificación financiera. Un presupuesto no es otra cosa que una relación ordenada de ingresos y gastos en un determinado perÃodo. Lo normal es que el perÃodo que se utilice sea en base mensual. Y que, posteriormente, trimestral y anualmente hagamos un resumen para cerrar el año y veamos el balance final. Una cuestión, una vez se inicia un presupuesto, si uno no lo está haciendo ahora y lo empieza a hacer a raÃz de seguir este curso. El presupuesto se debe seguir a lo largo del tiempo. Por tanto debemos intentar hacerlo de una forma que no nos consuma muchos recursos porque es una actividad. Igual que una mÃnima de actividad fÃsica hay que hacer, una mÃnima de actividad intelectual, pues un mÃnimo de control financiero se ha de hacer. Y el presupuesto una vez se empieza, se deberÃa seguir haciendo siempre. Veremos que es un instrumento muy útil para cualquier decisión financiera. Los recursos necesarios no son necesariamente muy complejos. No es necesario de entrada empezar con una hoja de cálculo. Simplemente una libreta donde podamos anotar ingresos y gastos, una calculadora para hacer unos pequeños cálculos, básicamente sumar, restar. Y, a parte de la hoja que le dedicaremos a la libreta cada mes para hacer el presupuesto, pues trimestralmente hacer un resumen, y al final del año hacer un resumen anual. ¿Podemos plantearnos qué dificultades vamos a tener para desarrollar nuestro presupuesto? Un presupuesto no es difÃcil, pero sà que es cierto que el primer año es el más complicado, ¿por qué? Porque no tenemos una información previa. Y en el primer año nos vamos a encontrar que va a haber una serie de pagos que no van a ser habituales o que no van a producirse cada mes. Sino que van a venir, pues, por ejemplo, pagos de seguros, cada tres meses, algún pago extraordinario cada x tiempo, cada seis meses. Entonces, el primer año va a ser el más difÃcil. Si superamos el primer año, los años sucesivos, el trabajo es mucho menor ¿por qué? Porque los datos del primer año nos van a servir para el segundo y sucesivos, de dos maneras. Primera, porque esos pagos no habituales se suelen repetir en las mismas fechas, con lo cual podemos prever bien el próximo mes cuándo se va a presentar ese gasto. Y, de otra parte, podemos comparar qué incremento se ha producido respecto al año anterior y si realmente es una cantidad importante la que se ha modificado o no se ha modificado en absoluto. Es decir, la dificultad es comprometerse a empezar el presupuesto y pasar el primer año. Antes de empezar, ¿qué debemos plantearnos? Básicamente sólo dos cosas, cómo vamos a obtener la información y cómo la vamos a agrupar. Porque si no la agrupamos de alguna manera, nos gastamos dinero en cosas tan diversas que va a ser inmanejable. Para agrupar los gastos, obviamente, tenemos una serie de ayudas importantes. Por ejemplo, muchas operaciones las hacemos por cuenta bancaria. Las cuentas bancarias you reflejan nuestros ingresos y nuestros gastos. A veces utilizamos métodos de pagos que no son precisamente el efectivo. Los cargos en tarjeta de crédito quedan reflejados y mensualmente podemos comparar y podemos consultar el concepto que lo han producido. Una referencia sobre este aspecto, he hablado de tarjeta de crédito y hay un apartado especial dedicado al endeudamiento. Cuando hablo de tarjeta de crédito no quiere decir que necesariamente vayamos a pagar intereses. Yo recomiendo que la tarjeta de crédito, en realidad, se utilice como una tarjeta de débito, y pagar el importe que has consumido al final del mes que se trate. Por otra parte, debemos establecer unos criterios de agrupación, agrupación de ingresos y agrupación de gastos, para no tener muchas partidas. Desafortunadamente, [COUGH] agrupar ingresos es mucho más fácil porque no debemos tener muchos. Lo normal es distinguir entre ingresos que se producen de forma ordinaria e ingresos extraordinarios. Y para los gastos es un poco más complicado, pero no demasiado. Lo normal es distinguir entre gastos recurrentes, es decir, que se van a producir periódicamente cada mes, cada trimestre, cada año. Pero salvo que nosotros deseemos modificar o anular un seguro o un gasto especial, se van a seguir produciendo, serÃan gastos recurrentes. Y los extraordinarios que se plantean precisamente casi sin saberlo, una averÃa, etc., luego lo veremos. Y dentro de los gastos recurrentes, lo normal es distinguir entre los gastos obligatorios, es decir, que impagarlos nos comportarÃa muchos problemas. Los gastos necesarios que atienden a nuestras necesidades que nosotros consideramos importantes para nuestro confort. Pero que en cualquier caso pudiéramos tomar alguna medida para disminuirlos de alguna forma, you los veremos posteriormente. Y por último los gastos que serÃan prescindibles. Los ejemplos, es fácil, en cuanto a los ingresos, pues, el ingreso ordinario que cobres cada semana o cada mes, pues, más o menos se va repitiendo a lo largo del todo el año. En cambio, el cobro de unas horas extras, el cobro de unas conferencias, el cobro de una actividad puntual que has realizado. Eso serÃa un ingreso extraordinario y posiblemente no tengas una garantÃa que en el futuro se vaya a seguir produciendo. Respecto a gastos, pues el alquiler de la vivienda o el de la cuota de un préstamo es un gasto obligatorio. Si no pagas al cabo de poco tiempo, vas a tener problemas. Gastos necesarios, aquà sà que es mas opinable, por ejemplo, en mi opinión, y para mÃ, la cuota de un gimnasio es un gasto necesario. Encuentro bien ir al gimnasio porque mejora mi salud, pero en caso de necesidad podrÃa reducirte. PodrÃas pasar de tener una cuota de 24 horas a una cuota, pues, de un horario más reducido. Gastos extraordinarios también dependen subjetivamente de cada persona. A lo mejor una persona, a lo que yo he comentado el gasto del gimnasio para él serÃa extraordinario porque no le da mucha importancia. En general gastos que puedes prescindir sin que tu confort se perjudique especialmente. Por ejemplo, los gastos en vacaciones suelen ser gastos extraordinarios. Los gastos para agasajar amigos y familiares en fiestas de Navidad, bueno, también son extraordinarios. Si un año vas mal, pues los amigos van a aceptar que no les regales demasiadas cosas. Recomendaciones importantes, en ocasiones hay gastos extraordinarios que no deberÃan serlo tanto si hubiéramos estudiado un poco el tema anteriormente. Es decir, que periódicamente en una casa, en un vivienda se estropea un electrodoméstico. O que periódicamente tengas que hacer mantenimiento del coche, o que tengas que cambiar los neumáticos, alguna averÃa. Eso no realmente extraordinario, son previsibles en cierta manera. Lo que no sabemos es exactamente en qué momento se van a producir, pero podemos pensar, pues el coche de mantenimiento cada año, pues vamos a tener que dedicar en promedio esta cantidad de dinero. Por tanto, cualquier presupuesto lo veremos más adelante, es importante introducir una pérdida de imprevistos, un porcentaje del dinero. No sabemos en qué lo vamos a gastar, pero lo reservamos, porque va haber esa averÃa, o va haber ese mantenimiento del coche. Y otra partida que es importante si el presupuesto lo soporta [LAUGH], es decir, los gastos son superiores a los ingresos. Es dedicar una parte de ahorro aunque no tengamos previsto en qué gastarlo.