[AUDIO_EN_BLANCO] Hola, veamos la primera lección sobre evolución y trayectorias tecnológicas. Lo primero que tenemos que contestar es cómo evoluciona una tecnología, y si nosotros fuésemos capaces de graficar la trayectoria de una tecnología en el tiempo y en función de su rendimiento, diríamos que, inicialmente, la tecnología progresa bastante lento, sin embargo, en algún momento se produce algún tipo de descubrimiento científico que hace que esta tecnología pueda despegar y finalmente se llega a ciertos límites científicos y la tecnología ya no progresa mucho más. Esta forma se conoce como la curva S y describe la forma en que evoluciona la tecnología. Vamos a ver un ejemplo de esta curva S y, en particular, vamos a hablar de los corazones artificiales. En los años 50 se empezaron a diseñar distintos tipos de artefactos para poder aumentar la vida de los pacientes con riesgo coronario pero la cantidad de tiempo que eran capaces de aguantar los pacientes con estos corazones artificiales era bastante limitada. Sin embargo, el proceso tecnológico hizo que cada vez fuese mayor la cantidad de días, incluso semanas, que eran capaces de sobrevivir los pacientes con un corazón artificial y, actualmente, si nosotros vemos los últimos modelos, son corazones que ya están en el interior de nuestros cuerpos y tienen una capacidad para darnos vida 2 años y, los que están ahora en prueba, aproximadamente, 4 años. Vemos cómo una tecnología partió con tiempos muy limitados y ahora ya estamos hablando de 4 años de sobrevida. Veamos otro ejemplo: los relojes mecánicos. Inicialmente, los relojes, en el 1500, eran gruesos como un limón. Sin embargo, fueron perfeccionando los artesanos las distintas técnicas para poder ir achicando cada vez más estos relojes y a partir del 1900 alcanzan grosores que son bastantes delgados. Por ejemplo, en 1890 podíamos encontrar relojes de 5,2 cm de grosor. En la actualidad, el reloj mecánico más delgado que existe es uno que tiene 3,65 mm. Si se dan cuenta, ya es muy difícil seguir achicando los relojes porque ya llegamos a ciertos límites de la capacidad mecánica de las distintas partes para poder funcionar. Ustedes a lo mejor se preguntan o habrán escuchado lo que es la Ley de Moore, que dice que cada dos años se duplica el número de transistores de un circuito integrado. Y, si ustedes observan esta ley, se ha ido cumpliendo bastante bien desde los años 70 y todavía no vemos una curva S, todavía no vemos que empieza a decrecer. ¿Por qué? La única forma de poder mantener un crecimiento como el que explica la Ley de Moore es a través de innovaciones sucesivas. Es decir, primero tenemos una tecnología que empieza a crecer, como la que ustedes pueden ver en color azul, sin embargo, constantemente están naciendo nuevas tecnologías, como ustedes pueden ver en color rojo. Inicialmente estas tecnologías pueden tener un rendimiento inferior, crecen lentamente, sin embargo, después pueden y son capaces de despegar y sobrepasan a la tecnología dominante. Y en el agregado lo que nosotros vemos es un crecimiento tecnológico continuo como el que describe la Ley de Moore. Vamos a un tercer ejemplo, sobre la trayectoria tecnológica de los barcos. Inicialmente, en 1500, los barcos a vela andaban bastante despacio, estamos hablando de 1 o 2 nudos náuticos. Sin embargo, con el progreso tecnológico, ya para el 1800 los barcos tenían más mástiles, más velas, y eran capaces de alcanzar los 18 nudos. Y, sin embargo, aparece una nueva tecnología, que son los barcos a vapor. Esta tecnología, inicialmente, era muy limitada: solamente podían navegar en río porque no estaban dimensionados para poder andar todavía en el mar y eran bastante más lentos que los barcos a vela que existían en esa época. Nuevamente el progreso tecnológico hizo que esta tecnología fuera avanzando. Ya para 1822 podíamos encontrar barcos a vapor que navegaban en el mar, y ya en 1912, el Titanic alcanza los 21 nudos. ¿Cómo reaccionan los incumbentes frente a una amenaza tecnológica? Obviamente no se quedan de brazos cruzados, sino que tratan de mejorar los diseños, pero siguen mejorando la tecnología ya existente. Y este es el caso del velero Thomas W. Lawson, de 1907. Para poder hacer frente a la amenaza de los barcos a vapor lo que hicieron fue poner 7 mástiles. Era probablemente uno de los barcos a vela más rápido de la época. Y era capaz de alcanzar los 22 nudos de velocidad, sobrepasando lo que era la velocidad del Titanic. Desgraciadamente, esta historia tiene un triste final. Por tratar de hacerlo más rápido, los que estaban diseñando el barco sacrificaron maniobrabilidad. El T. W. Lawson se hundió en 1907. Murió toda su tripulación excepto un marinero y el capitán. El hundimiento de este barco no solamente significó, el fin de la era de los transportes, sino que también una gran tragedia para las familias que perdieron a esos marineros. ¿Cuál es el mensaje, la lección que acabamos de ver? No entender las dinámicas tecnológicas puede tener consecuencias fatales para las empresas. Y recuerden en este caso, qué es lo que pasó con el barco, el T. W. Lawson, cómo se hundió y cómo terminó con toda la industria de transporte por veleros a vela.