Aquí estoy de nuevo. Espero que no os canséis de mí y que me aguantéis hasta el final de este apasionante curso de Gestión del Talento, de Claves para Desarrollar a las Personas. Las personas trabajan en las compañías para ganarse la vida, pero también para ser felices, y yo creo que se puede hacer simultáneamente. Hay que hacer un pequeño esfuerzo, hay que retraer a nuestro peor yo y sacar a pasear a nuestro mejor yo. Hoy lo que nos toca es hablar del desarrollo de las competencias. Acabamos la última sesión hablando, en los últimos momentos, de las competencias de autogobierno. Hoy le vamos a dar una vuelta a esas autocompetencias, a esas competencias fundamentales, que hay quien les llama las metacompetencias que son: la toma de decisiones, autocontrol, equilibrio emocional y la integridad. Vamos a ver el desarrollo de todas las fortalezas. Vamos a abordar ese modo de desarrollar a la gente, que es desarrollando sus fortalezas, porque ahí uno consigue más que intentando impactar en lo que no hace bien. Eso vamos a corregirlo, pero vamos a poner nuestro mejor esfuerzo en desarrollar las fortalezas. Vamos a ver cómo podemos entrarle en las acciones de mejora, vamos a diseñar un plan y, como siempre, acabaremos con unas conclusiones. Este capítulo, esta clase que estamos hoy desarrollando va a ser el fundamento del "coaching", una herramienta muy en boga, no siempre bien entendida y aún, a menudo, peor utilizada. Las personas, ¿que tenemos? tenemos un temperamento, que es algo innato, nacemos con el temperamento que tenemos. Ese temperamento atempera y se atempera. ¿Cómo se atempera ese temperamento?, ¿cómo se mejora y da lugar, en conjunto, a nuestra personalidad? Pues con hábitos, con el modo que tenemos de afrontar nuestro propio desarrollo, con comportamientos recurrentes para hacer lo que tenemos que hacer, como hablamos en la sesión anterior. Ahí tenemos temperamento y hábitos. Donde uno puede incidir es en los hábitos. Algo que está más escondido es el temperamento, es decir, una persona introvertida puede mejorar un poco, pero no debemos intentar hacer un extrovertido, porque le llevaremos al psiquiatra. Hay personas más reservadas y personas más extrovertidas. Hay personas que tienen un natural menos vergonzoso y hay personas que tienen un natural más vergonzoso. Sería apasionante entrar en este mundo y eso, lo único que quiero es haceros una invitación a abordar algún libro bueno de psicología, porque hay mucha paja y poco grano, para intentar entender un poco mejor este juego entre el temperamento, los hábitos y, luego, la personalidad. Aquí influyen también, de modo muy relevante, las vivencias que has tenido en tu infancia y, luego, cómo has ido gestionando tus fracasos y tus éxitos. Decía Jean Paul Sartre que de un éxito una persona inteligente, un éxito cuando eres joven, una persona inteligente puede llegar a recuperarse, un tonto jamás. Pues los éxitos y los fracasos contribuyen al cincelar tu personalidad. ¿Qué son las fortalezas? pues lo que uno hace bien y eso donde uno se encuentra a gusto. Para aquello que nos gusta, decía Eugenio d'Ors, tenemos ángel. Y lo que hay que ver es cómo construir, a partir, de estas fortalezas; sacándoles el máximo provecho y llevándoles hasta su máximo potencial. Vamos a ver ahora un fragmento de la película "Gladiator" que es el momento en el que Marco Aurelio... Marco Aurelio es un gran líder, ¿por qué es un gran líder? porque maneja muy bien las competencias de negocio. Es un gran militar. Maneja muy bien las competencias del liderazgo de personas. Es un buen político y, además, se gestiona a sí mismo. Es un filósofo estoico. Tiene, diríamos, en el portfolio en las competencias, puntúa alto en casi todas. Es una persona excelente, pero, ¿qué le ocurre? Que tiene que tomar la decisión más relevante, después de haber conseguido los resultados, que es la de quién le va a suceder. Él está haciendo la campaña en Germania, está ganando a los germanos y ve que sus fuerzas empiezan a flaquear. Todavía no está abocado a una transición traumática y acelerada sino que la puede gobernar. Puede gobernar los tiempos y así aborda esta decisión tan difícil. Entonces, llama a su hijo Cómodo y le intenta explicar por qué él no es el elegido. Y Cómodo no necesita explicación, él mismo se la da a su padre y lo que vamos a ver es que toma la decisión de nombrar a uno de sus generales. Y, ¿qué criterios se utiliza para nombrar a uno de sus generales? Ahí está el quid de esta cuestión. -¿Estás dispuesto a cumplir tu obligación para con Roma? -Sí, padre. -No vas a ser emperador. -¿Qué hombre mayor y más sabio ocupará mi lugar? -Mis poderes pasarán a Máximo. Le serán confiados hasta que el senado esté preparado para volver a gobernar. Roma, será una república de nuevo. -Máximo... -Sí... ¿Mi decisión te decepciona? - Una vez me escribiste enumerando las cuatro grandes virtudes: sabiduría, justicia, fortaleza y templanza. Constaté que no tenía ninguna de ellas. Sin embargo, poseo otras virtudes: ambición. Se convierte en virtud si nos conduce al éxito. Ingenio; valor. Tal vez no en el campo de batalla, pero hay muchas formas de valor. Devoción, a mi familia, y a tí. Ninguna de mis virtudes figuraban en tu lista. Habéis disfrutado con estas maravillosas escenas. Como veis, de fondo estaba Sócrates, el padre de los filósofos griegos. Ya os habéis dado cuenta; las competencias en las que se ha fijado Marco Aurelio para no nombrar a Cómodo han sido la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, que no es otra cosa que la toma de decisiones, la integridad, el equilibrio emocional y el autocontrol. ¿Qué ocurre? que Cómodo no tienen estas competencias. Tiene unas competencias que son alternativas, como él menciona y las cuatro que menciona, no las voy a repetir de nuevo, son un buen plan b desde un punto de vista de eficacia. Ahora, no permiten un desarrollo cabal de las personas a su alrededor. Ahora, lo que tiene especial gracia de este vídeo es cuando Marco Aurelio le dice a Cómodo: "Tus fracasos como hijo son mis fracasos como padre". Al final, ¿qué es lo que se echa él a la espalda? Las limitaciones que ha tenido como líder a la hora de desarrollar a su hijo. Es verdad que su hijo no tenía el mejor natural y es verdad que es muy difícil desarrollar a un líder cuando su padre es el líder del mundo. Lo tenía mucho más fácil el general romano.