[AUDIO_EN_BLANCO] [MÚSICA] Vamos a dedicar una nueva sesión, será you la última, a la importancia de la audiencia en la oratoria. you hemos ido conociendo cómo conocerla, conocer sus intereses, cómo captar su atención, cómo responder a las preguntas que se suelen formular después. Pero hoy vamos a aplicar la oratoria a un grado de interacción aún superior, que es cuando el protagonismo de la audiencia es tal que entra en debate. Por tanto, es el momento en que va a haber un debate o una discusión. Algunas personas entienden que you no es puramente oratoria, porque van a hablar las dos partes en busca de un fin, pero yo entiendo que como se hace uso de la palabra para tratar de convencer a la otra parte o a una audiencia que va a escuchar a las personas que debatan para tomar una decisión, yo sà considero que tiene una cierta relación con la oratoria, por lo tanto, aunque no sea motivo de este curso, sà quiero ver esa relación que hay entre la habilidad y la ciencia del debate con la propia oratoria. ¿Qué disciplina analiza el debate? Pues, una disciplina también de origen clásico griego que se llama la dialéctica. La dialéctica, literalmente en griego significa el arte de la conversación. La dialéctica tradicionalmente ha tenido dos acepciones, por una parte es un sistema filosófico, que aunque nace de antiguo, pues, llega a su apogeo con Hegel, con aquello tan famoso de la tesis, antÃtesis y sÃntesis. Pero, sobre todo, la dialéctica es el arte y la ciencia del debate, de la discusión, de lograr convencer a la otra parte mediante una serie de técnicas, dialéctica, argumentativa, de uso de la palabra en suma. Y por eso vamos a verla muy brevemente, no me quiero extender mucho, pero sà quiero que sepa que también hay técnicas del uso de la palabra y, por tanto, de oratoria aplicada a la dialéctica. Hay dos tipos de dinámica dialéctica, que va a ser la que te vas a encontrar normalmente en tu vida. Por una parte, cuando se trata de convencer a la otra parte con la que debate o dialoga. Por ejemplo, en un caso tÃpico, es un proceso de negociación, haces una oferta, la otra parte contraoferta, hay una tesis, una antÃtesis y probablemente si hay acuerdo, una sÃntesis. Ahà realmente tú hablas para convencer a la otra parte mediante tus argumentos. Pero, sin embargo, hay otro tipo de dialéctica cada dÃa más importante, que es que tú debates con otra persona no tanto para convencerla a ella, sino para convencer a una audiencia que está ajena a ese debate, que está observando ese debate, que está tomando nota de ese debate, para tomar ellos, esa audiencia, una decisión final. Por ejemplo, un debate polÃtico, tú debates con un rival o un debate parlamentario, o un debate televisivo, o un debate en un congreso, donde dos personas defienden puntos de vista distintos ante una audiencia. Son dos dinámicas distintas, en los dos casos hay que argumentar, es muy importante la dialéctica, el uso del argumento, nunca hay que imponer, nunca hay que despreciar la postura de la otra parte, nunca dar nada por hecho, sino el buen dialéctico y, por tanto, el buen orador debe siempre argumentar. Consejos, si vas a hablar con la otra parte, bueno, tenle respeto; si vas a negociar con él, hay una serie de técnicas de negociación que no abordaremos en este curso, pero si en verdad dialogas con la persona, pero vas dirigido a una audiencia que va a tener que tomar criterio o voto o decisión en función de ese debate, piensa más en los que están fuera del debate que con la persona con la que hablas. Que la dialéctica siempre tenga la atención pensada en las personas que están fuera en la audiencia. Hay personas que terminan enganchándose personalmente y olvidan que su prioridad es la audiencia. Por tanto, los ejemplos, los anclajes, el valor que aportas, el tipo de forma, debe estar pensado en la audiencia y no en la persona con la cual debates. Yo en este materia, simplemente, vista hasta dos tipos, porque vale las cuestiones generales que hemos visto en la oratoria, de aportación de valor, de conocer al otro, de gastar su atención, decirte que en este tipo de cuestión es muy importante la argumentación, es muy importante el ejemplo, el ejemplo práctico, pero hay una serie de técnicas muy básicas, te daré algunas porque las vas a reconocer y vas a ver que son muy útiles. Primero, y lo hemos insistido, argumenta siempre. Dos, intenta utilizar los argumentos que hace la otra parte para reforzar los tuyos propios o volverlos en su contra. Hay una técnica muy clásica, como bien has dicho, y cuentas cómo terminaba la otra parte y lo utilizas a tu favor. Eso, pues, hace que la tercera persona que te observa entienda que la otra parte de alguna forma te ha terminado dando la razón, se llama la inversión del argumento y es muy utilizada desde lo clásico y funciona realmente bien. Puedes utilizar argumentos de autoridad. Si tienes a una persona que es conocida como autoridad y es referencia de la materia, utiliza el argumento, suele funcionar tanto para la persona con la que hablas como desde luego para la audiencia. También, a veces en los procesos dialécticos toca desmontar o, entre comillas, desprestigiar los argumentos de la otra parte, y para eso no hay nada más que decir, oye, estás afirmando esto, lo dices, pero mira, en este ejemplo concreto, pues, pasa lo contrario, por tanto, tu argumento queda invalidado. Ese ejemplo que pongas tiene que ser un ejemplo conocido y contrastado por la audiencia. Si la audiencia hace suyo ese ejemplo, acaba de derrotar a la otra parte, porque verá que su argumentación se cae, porque no está firmada o secundada por la realidad que conoce y le importa a la audiencia. Un consejo que te doy, parece complicado, pero no lo es, marca una estrategia lingüÃstica. ¿Qué significa una estrategia lingüÃstica? El tipo de lenguaje que vas a usar, más alto, más elevado, las palabras, los conceptos, el valor que vas a llevar a través de la palabra. No es nada complicado. Y en esa estrategia lingüÃstica, piensa en la audiencia. Y aquà hay dos ideas en esa estrategia lingüÃstica. Una, márcate tu terreno de juego, dónde tú quieres estar, qué temas quieres debatir y dónde quieres aportar. Normalmente, la otra parte va a intentar llevarte a su campo de juego, donde tú te vas a sentir incómodo, donde vas a estar a la defensiva y donde puede que no consigas exponer tus puntos de vista. Intenta hacer lo contrario, traerte a la otra parte a tu campo de juego. Tienes que saber perfectamente cuál es tu campo de juego, no pasa nada si la otra parte te dice, oye, respóndeme a esto y tú te quedas donde a ti te interesa jugar la partida. No entres en la dinámica o no te arrastres en la dinámica para terminar entrando donde la otra persona te está planteando. Por ejemplo, en esto de los campos de juego o la estrategia lingüÃstica, yo hago muchas veces experiencia, que se llama el marco metafórico. Parece un palabro complicado, no lo es. Si yo, por ejemplo, en esta intervención estoy hablando de campos de juego, estoy utilizando una metáfora deportiva. El primero que plantee una metáfora del deporte, va a ver cómo la otra parte entra en términos deportivos, porque las metáforas marcan el marco de la discusión. Sé tú en tu estrategia lingüÃstica quien cree ese marco y, desde luego, ten muy claro el campo de juego en el cual a ti te interese, pues, claramente debatir. Y you por último, lo hemos ido viendo en las anteriores, no solamente te limites en la discusión a criticar a la otra parte o a intentar desmontar sus argumentos, sino también plantea los propios y saca conclusiones. En el fondo, la esperanza vende más que la desesperanza, las puertas abiertas más que las puertas cerradas, un optimismo fundamentado y razonable más que un pesimismo crÃtico. Por eso, aunque el debate te lleve a esa fórmula, ten la habilidad de siempre intentar desmontar en lo posible los argumentos del otro, utilizarlos a tu favor y terminar con unas conclusiones en positivo. La audiencia que te va a valorar, estimará y valorará muchÃsimo ese esfuerzo y ese comportamiento dialéctico por tu parte. En la dialéctica, el protagonismo de la audiencia se hace tal que se convierte en un diálogo entre ambas partes. Pero aunque sea de soslayo, aunque sea un poquito de manera colateral, no olvidemos que la esencia de la dialéctica en última instancia es la palabra y, por tanto, en un curso de oratoria también es bueno que sepas que se trata de hablar en público, pero a veces también de negociar y también de debatir con otro y ganarte, o a la otra parte o a la audiencia, a través del uso de la palabra. Muchos de los principios que hemos visto para la oratoria también valen para la dialéctica y por eso los hemos querido traer hoy a esta sesión. [MÚSICA] [AUDIO_EN_BLANCO]