Para todo esto es bueno que tengas guardado un par de argumentos buenos,
es decir en el fondo muchas veces los turnos de preguntas son aburridos porque
es repetir lo mismo, no hay una idea nueva, guárdate un par de ideas fuerzas
que sueltes en el turno de preguntas porque eso va a hacer como la sensación de
continuidad y el público percibe ese valor y esa innovación que te enriquece
y sube la valoración que vas a tener o que obtuviste en tu propia intervención.
Cuando, un defecto de muchos oradores es cuando ve que alguien
le hace la pregunta que le gusta, dice hombre me alegro que me haga esa pregunta,
qué buena pregunta me ha hecho usted.
¿Por qué digo que no debe decirse eso?
Primero porque es muy tópico, no queda bien pero segundo porque
a lo mejor alguien te ha preguntado antes o te pregunta y no se lo has dicho,
si le dices a uno que buena es tu pregunta, de alguna forma le estás
diciendo al otro que la suya no fue tan buena y vas créandote cierto recelo.
Por tanto, no entres en valorar las preguntas, sino límitate en el respeto
a tratar de responderla aportando como te decía antes nuevo valor.
Otro consejo y es bueno, eh, porque este entra mucho y a las otras personas
de la audiencia les gusta, cuando alguien te pregunte pídele que se identifiquen,
es decir su nombre y apellido y a quién representa, oye soy Manolo Pimentel Siles
y represento pues a una universidad o a una empresa o a un partido político.
Es bueno porque eso ubica su intervención tanto para ti que vas a hacer el
interpelado como para el resto de los miembros de la audiencia.
También el buen orador si algo se le olvidó decir alguna idea fuerza de la
intervención, se le olvidó decir o quiere reforzar algunas de estas
ideas fuerzas de su intervención previa, pues aprovecha una de estas preguntas,
relaciónalo y suéltalo porque es muy importante que te queden tus mensajes
previstos completamente hecho, dado que el acto de comunicación
no solamente el discurso sino es el discurso más preguntas respuestas,
utiliza esta segunda parte para darle ese cierre orgánico,
coherente, integrado con tu parte previa.
También puedes aprovechar pues para aclarar alguna duda que tú
hayas percibido que le haya podido quedar a la audiencia.
Como has visto, dado que la idea fuerza es que un orador no termina cuando
pronuncia su discurso termina con el acto de comunicación cuando abandona la sala,
es decir discurso más preguntas más relación final y salida, el consejo que
está clarísimo es que te prepares muy bien el discurso pero prepárate también las
preguntas porque puedes terminar en alza o puedes perder parte de lo you ganado.
Y otro consejo, habla con el moderador, los organizadores para estructurar
esta sesión de preguntas, que tú sepas cuál va a ser su dinámica y también que tú
intentes bueno pues ayudar o proponer la dinámica que mejor te convenga
y que mejor haga que quede tu discurso claro, nítido y que le llegue a la
audiencia que en último caso es tu deber y para lo cual pues hace uso de la palabra.
[SONIDO] [SONIDO]