La metodología de Seis Sigma tiene un gran porcentaje de éxito en su implementación si dentro de la organización se identifican correctamente los procesos clave, los requerimientos de los clientes a los que va dirigido y se realizan proyectos para mejorarlos y dirigirlos estratégicamente para el bien de la organización. Es fundamental medir el desempeño actual de cómo se está satisfaciendo las necesidades del cliente y así establecer la estrategia de mejora que nos permita priorizar los procesos y/o productos a intervenir y así integrarlos dentro de la metodología de Seis Sigma. Para que esta forma de trabajo sea exitosa hay que establecer un método sistemático de mejoramiento por etapas a través de los procesos clave del negocio, en donde los ejecutivos y Champions proveen el liderazgo para generar el compromiso de todos dentro de la organización. Este equipo de alta dirección provee el enfoque estratégico para enfrentar los problemas reales del negocio y establecen los recursos necesarios, seleccionan los procesos donde se realizan los proyectos y, por lo tanto, dirigen el mejoramiento clave que tendría un impacto positivo en la satisfacción del cliente y en la rentabilidad de la compañía. De la misma forma, deben disponer de los recursos para eliminar las barreras en la organización para que el equipo pueda realizar los proyectos. Son los responsables de aprobar los proyectos y aprobar las metas en cuanto al mejoramiento; también, de dar seguimiento a los resultados y verificar que se cumplan los objetivos en cuanto a los ahorros económicos obtenidos en cada uno de los proyectos, dando de esta manera un soporte guía a todos los miembros del programa para asegurarse que se logre la implantación de la metodología Seis Sigma en la organización. Seis Sigma utiliza una estrategia de mejoramiento continuo mediante la metodología DMAIC en donde, mediante la realización de proyectos, se identifican los problemas, se establecen los objetivos e identifican las variables presentes. Se propone realizar cambios en los procesos que aseguren resultados y se establecen procedimientos que aseguran las nuevas formas de trabajo con un mínimo de defectos. Los elementos clave para que los proyectos tengan un enfoque de Seis Sigma son: conocer qué es lo importante para los consumidores clave, reducir los niveles de defectos, centrar el desempeño alrededor de los valores objetivo y reducir la variación de los productos y procesos. Los aspectos relevantes para conseguir que la metodología DMAIC tenga una aplicación exitosa son: uno, el enfoque centrado en el cliente identificando sus requerimientos y haciendo todo por cumplirlos; dos, la identificación de las causas que afectan a los problemas de calidad de productos y procesos con un enfoque estadístico; tres, la realización de medición de las variables críticas del proceso para la búsqueda de las relaciones causales en los procesos; cuatro, la utilización de herramientas estadísticas que nos lleven a establecer un conocimiento profundo del proceso y a proponer soluciones válidas y efectivas y cinco, el establecimiento de un control y seguimiento constante que permita predecir el comportamiento futuro de los procesos. La metodología DMAIC es el elemento central de la mejora de procesos en el sistema Seis Sigma porque establece un proceso de mejora que se repite de forma cíclica en cada proyecto, aplicado en los procesos clave que se establecieron para mejorar la situación del cliente. Las etapas de la metodología se describirán a continuación: primero, la etapa de "definición". Esta es la primera etapa de la metodología en la cual se clarifica el problema a resolver, identificando los productos y/o procesos a ser mejorados, se establecen los mecanismos para asegurar los recursos necesarios para la realización del proyecto, se selecciona el equipo de mejoramiento y se asegura su enfoque en la estrategia Seis Sigma hacia los requisitos del cliente. En esta etapa, se plasman las expectativas del proyecto, se establece el punto de partida para la mejora y se enlistan los requisitos para lograr los objetivos. Como resultado de esta etapa, se establece el enunciado del objetivo del proyecto, identificando los métricos primario y consecuencial, elaborando un mapa enriquecido del proceso indicando las etapas clave y las características que lo identifican, así como se elabora un plan de trabajo y los requisitos para lograr los objetivos. Las herramientas que se usan en esta etapa son: la definición del problema y establecimiento del objetivo, los indicadores clave métricos primario y consecuencial, el mapa enriquecido del proceso, el programa de ejecución. En la segunda etapa, de "medición", se identifican claramente los métricos del proyecto y se define lo que sería considerado como el defecto en el producto o en el proceso. Se realiza una validación del sistema de medición para los métricos crítico y consecuencial y se mide el desempeño actual del proceso. Esta etapa es importante porque nos permite comprender y conocer la condición presente del proceso, antes de iniciar la mejora. Es necesario validar la información que se obtiene de las operaciones y de las mediciones de los métricos para evitar discrepancias al momento de estar realizando el proyecto. Como salida de esta etapa debemos conocer cuál es la condición actual de los métricos primario y consecuencial, el estándar del desempeño actual del proceso y la medición asegurándose la correcta ejecución del personal, así como a las posibles relaciones entre las variables que afectan el proceso. Las herramientas que se usan son: los estudios de sistema de medición, la evaluación de la capacidad del proceso, el análisis gráfico de datos, el diagrama causa-efecto y los estudios de análisis de modo y efecto de fallas o AMEF. En la etapa de "análisis", que es la tercera etapa, se recolecta y examina la información del proceso para establecer el desempeño y comprobar que los objetivos sean alcanzables. Se identifican las posibles fuentes de variación. En esta fase se identifica el desempeño actual utilizando herramientas descriptivas y de correlación. Se establecen las causas potenciales, las "x", que afectan a los métricos del proyecto, las "y". Como resultado de esta etapa tendremos una lista priorizada de las causas potenciales de variación, así como un estimado de los beneficios financieros que se logran debido al mejoramiento del proceso. Las herramientas que se usan son: el análisis gráfico de datos, la estadística inferencial con pruebas de hipótesis paramétricas y no paramétricas, los estudios de correlación y regresión, así como la modelación y simulación de procesos. La etapa de "incremento o mejora" es la cuarta etapa de la metodología donde se incrementa el nivel Sigma, se reduce la lista de causas potenciales de variación y se obtiene la lista de las causas raíz. Se establece la relación crítica entre el métrico primario y las causas raíz de su variación. En esta etapa, se enfocan los esfuerzos de la mejora para encontrar el mejor de los niveles de las variables "x" que provocan el mejor desempeño del métrico primario "y", estableciendo la función estadística "y" como una función de las "x". Como resultado de esta etapa, se tendrá la función que describe el comportamiento del métrico primario y la solución propuesta para lograr el óptimo desempeño del proceso que mejora el nivel Sigma del proceso. Las herramientas que se usan son: los estudios de análisis de varianza, el diseño de experimentos, análisis de regresión y los estudios de validación. En la etapa de "control", que es la quinta etapa de la metodología, se implementa la solución ya validada asegurándose que sea permanente a través del tiempo, documentando las lecciones aprendidas durante la realización del proyecto y entregándose a los dueños del proceso para que se establezca como un estándar de operación. En la etapa de control, debemos asegurarnos de que las mejoras obtenidas, una vez establecidas, no regresen a la situación inicial. De la misma forma, debemos documentar correctamente las mejoras con el propósito de dejar por escrito las lecciones aprendidas y sirva como una base para mejoramientos similares futuros. Como salida de esta etapa se logran procesos operando con las mejoras obtenidas y la documentación del proyecto, así como la entrega del proyecto a la parte operativa. Y las herramientas que se usan son: planes de control, documentación de procesos, gráficos de control, evaluación final de la capacidad del proceso y el acta de entrega y cierre del proyecto. Como se puede observar en este segmento, es importante una adecuada aplicación de las herramientas, así como la dirección estratégica de los proyectos. El liderazgo de la alta dirección, para ir guiando los proyectos hacia el logro de los objetivos de la organización, y el compromiso del equipo de trabajo, los Black Belts, Green Belts, Yellow Belts y todos los involucrados para aplicar correctamente las técnicas estadísticas y la realización de los proyectos, será la clave para detonar el éxito de la implementación de la metodología Seis Sigma en la empresa.