Hola. Podemos intuir que si llenamos el aceite del motor de nuestro carro y después de pocas semanas, un "led" nos indica que el nivel es nuevamente bajo, es probable que tengamos alguna fuga en este sistema. Considerando que generalmente una persona posee un carro en promedio, puede ser más fácil notar estas fallas y recordar las tareas de mantenimiento ejecutados. Sin embargo, la situación es más compleja si pensamos en empresas con numerosos activos físicos y con diversas personas que operan los equipos y que ejecutan su mantenimiento. En este caso, resulta fundamental recolectar datos relativos al mantenimiento. Esto nos puede servir como fundamentos para la elaboración de planes de mantenimiento, para medir el costo y el desempeño de este y para detectar fallas, como en el caso del aceite del motor. Para poder adquirir datos relativos al mantenimiento, existe una gran variedad de herramientas, desde la simple hoja de papel hasta un software de gestión de mantenimientos asistido por ordenador, conocido como GMAO. El uso de una u otra herramienta depende de la madurez de la empresa y de su tamaño. Sin embargo, en este video nos centraremos en los datos básicos que son importantes de recolectar, sin considerar el formato que se utilice para su almacenamiento. La hoja de vida de un activo físico es un documento en el cual se suele recolectar los datos principales que afectan el mantenimiento de este. Estos datos varían según las necesidades de la empresa. Sin embargo, en este video mostraremos una adaptación del formato que se está usando en algunos de los laboratorios de la Universidad de Los Andes, para así aterrizar este concepto con un ejemplo práctico. Nosotros definimos cinco categorías de datos que componen la hoja de vida. Como pueden ver en la imagen, estas son: identificación del activo, listado de componentes, contexto operacional, histórico de mantenimiento e inventario. Ahora, revisemos estas categorías. En la categoría de identificación del activo, encontramos los datos que permiten identificarlo de forma clara y la documentación de soporte, como los manuales de operación y mantenimiento. El listado de componentes contiene el despliegue de la taxonomía del activo, incluyendo todos los elementos que lo constituyen. Los elementos básicos que componen el activo se suelen diferenciar entre repuestos y consumibles. Un repuesto indica un ítem mantenible destinado a reemplazar un mismo elemento, con el fin de restablecer las funciones requeridas al ítem inicial, mientras que un consumible define un ítem o material, el cual se destina a un único uso, por ejemplo, el lubricante. Revisemos si entendimos la diferencia entre repuestos y consumibles a través de un ejemplo práctico. En la parte del contexto operacional se especifica información relativa al uso del activo. Aquí, encontramos la interfaz del activo y valores de referencia para su correcta operación. Por ejemplo, su voltaje y corriente de alimentación y el rango de temperatura y humedad relativa en el cual puede operar. Además, en el caso de los equipos de laboratorios de la Universidad, tenemos los servicios ofrecidos por el equipo y la ganancia por servicio. Este último dato, veremos que nos servirá más adelante para calcular el lucro cesante causado por el estado fuera de servicio del activo. Finalmente, tenemos la forma en la cual se usa el activo. Por ejemplo, si este tiene activos redundantes que cumplan su función en el caso que este falle. Y también, su modelo de uso; por ejemplo, si funciona de manera continua o solamente bajo demanda. En el histórico de mantenimiento se encuentra el reporte de todas las tareas de mantenimiento ejecutadas en el activo. En la imagen, se muestra un ejemplo de reemplazo de un mandril de una fresa CNC. Se puede apreciar que se incluye la fecha de ejecución de la tarea, el ítem mantenible y el modo de falla, así como el tipo de tarea y el evento disparador de esta. En este caso, tenemos una tarea de reemplazo clasificada como "mantenimiento correctivo". Además, se incluyen los tiempos que determinan el tiempo fuera de servicio; divididos en tiempo activo de mantenimiento, tiempo logístico y tiempo administrativo. Finalmente, se anota: el recurso que ejecutó la tarea de mantenimiento, este puede ser un técnico de la empresa o una empresa prestadora de servicios; el costo del mantenimiento; el número de referencia del informe o reporte de la tarea realizada al activo; y algunas observaciones adicionales. Estas observaciones pueden ser útiles al momento de tomar decisiones con respecto al mantenimiento. Por ejemplo, en este caso, puede valer la pena revisar si se están almacenando mandriles en el almacén del laboratorio de la Universidad. Por último, en la categoría de inventario tenemos los repuestos y los consumibles almacenados. Una última consideración antes de terminar este video : al momento de decidir cuáles datos recolectar, es fundamental preguntarse cuáles son importantes para tomar decisiones y cuántos recursos se tendrán a disposición. Se necesita recursos, tanto para tomar datos como para convertir datos en información que apoye la toma de decisiones. De nada sirve adquirir muchos datos si finalmente no se están utilizando. En este contexto, aplica la frase "menos es más"; o sea, es mejor recolectar pocos datos y usarlos para tomar decisiones, que recolectar muchos y terminar no usándolos por falta de recursos.