Bienvenidos al MOOC de Introducción al Arte Sonoro del Máster en Arte Sonoro de la Universidad de Barcelona. Nos encontramos en el aula 206 2 bis de la Facultad de Bellas Artes, donde las actividades presenciales del máster tienen lugar. Vamos a discutir en este vídeo algunas cuestiones relacionadas con la psicoacústica, que es una disciplina científica que estudia la psicofisiología de la percepción del sonido. Dado que la acústica es la rama de la física que estudia el sonido, la psicoacústica es una rama de la psicofísica. Es la psicofísica del sonido. Quizá su fama radique en que ha sido capaz de dar algunas explicaciones a cuestiones generales acerca de los detalles en que el sonido es recibido por el sistema nervioso pero, también, a otras de naturaleza extensible a los hechos musicales tradicionales, entre ellos, una cuestión fundamental para la música del pasado: la disonancia. En relación a todo ello vamos a considerar una serie de conceptos esenciales desde el punto de vista de la acústica. Uno de ellos es la escucha. La escucha es la conciencia de la llegada de estímulos sonoros al aparato auditivo. La escucha requiere siempre una acción del aparato auditivo y, por tanto, es activa. Nunca tiene lugar de forma completamente pasiva. En una situación de escucha hay una fuente sonora donde se produce la vibración, hay un medio en el que se transmite la vibración y hay un receptor que vibra, pero que, a su vez, se configura en función de las vibraciones recibidas. El emisor es el dispositivo que genera sonido. El receptor es el dispositivo que recibe el sonido. En el caso del oído humano y de los mamíferos, consta de las siguientes partes. Por una parte está el oído externo, que contiene la oreja, el canal auditivo externo y la parte externa del tímpano. Luego está el oído medio. La cara interna del tímpano es la primera parte de ese oído medio. Luego vienen los huesecillos, que son tres: el martillo, que está insertado en el tímpano; luego está el yunque, que transmite el movimiento del martillo al estribo; y, finalmente, más allá del estribo, están la ventana oval, que es movida por el movimiento en forma de émbolo del estribo, la ventana redonda y, en el interior de la ventana redonda hay dos estructuras musculares, de músculo esquelético, que son el músculo tensor del tímpano y el músculo del estribo. Más allá del oído medio está el oído interno, que tiene varias partes. Por una parte está la cóclea, que quizás sea el elemento más conocido, en cuyo interior está la membrana basilar, y en cuyo interior está el llamado órgano de Corti. Luego está el utrículo y en su interior está un sensor de sonido que recibe el nombre de "mácula del utrículo". Luego, también en ese oído interno, están los canales semicirculares que tienen un sensor para sonidos y para movimientos. En realidad, es el detector de la posición del cuerpo. Esos sensores se llaman "ampollas" y están en las llamadas "ampollas de los canales semicirculares". Luego tenemos otra estructura que es el sáculo del utrículo, que también tiene una mácula. Es la mácula sacular. Las informaciones que parten de las máculas, las ampollas y el Órgano de Corti alcanzan la corteza cerebral tras un camino relativamente complejo a través de algunos núcleos de sustancia gris y de la base del cerebro. En virtud de ese circuito, que incluye las áreas motoras, la escucha debe ser considerada como una tarea activa. Giramos la cabeza, por ejemplo, cuando nos tapamos los oídos, reaccionamos al sonido con actitudes conscientes e inconscientes. Otro concepto importante en psicoacústica y en psicofisiología en general, es el par "estímulo - sensación". El estímulo es, precisamente, la señal que se presenta a los órganos de la percepción, mientras que la sensación es la impresión, siempre subjetiva en realidad, que un determinado estímulo recogido por sus órganos produce en la conciencia. Por ejemplo, un determinado tono puro con una frecuencia de 261,63 hercios genera la sensación del Do central del piano, es decir, el "Do3", según la indexación acústica franco-belga, o el "Do4", según la llamada indexación científica. Al respecto de esta cuestión está la Ley de Weber-Fechner. Hemos visto que una frecuencia de 261,63 hercios produce una sensación de altura que llamamos "Do3". Y también es cierto que una frecuencia de 440 hercios produce una sensación de altura llamada "La3". Una de 523,25 la altura "Do4", que es la llamada "octava del Do3", y una de 1046,50 un "Do5". Se ve que para obtener esas llamadas octavas, la octava del Do3, hemos de incrementar la frecuencia en 261,63 hercios. Pero, para obtener la del Do4, el incremento de la frecuencia es del doble, es decir, 523,25 hercios. Y para obtener la octava del Do4, es decir, el Do5, el incremento vuelve a ser el doble. En esta secuencia se presenta, precisamente, el hecho de que para obtener un incremento aritmético, es decir, lineal en la sensación, el estímulo deberá hacerlo de forma geométrica. Es decir, el incremento de la sensación de octava tiene lugar cuando la frecuencia se hace doble. Ese es un ejemplo que justifica la ley de Weber-Fechner y que establece que si un estímulo crece en progresión geométrica, la sensación evolucionará en progresión aritmética. El menor cambio discernible en la sensación producida por un estímulo, es proporcional a su magnitud. Ello significa que si aumentamos 5 hercios la frecuencia de un tono puro de 261,65 hercios, escucharemos una diferencia en la sensación de altura, sin embargo, si aumentamos 5 hercios en un tono puro de 7.000, no habrá ningún cambio en esa sensación. En términos generales, esto nos lleva a concluir que la magnitud de la sensación para cierto estímulo caracterizado por una cierta magnitud, es proporcional al logaritmo del cociente entre la magnitud del estímulo que la produce y la de un estímulo límite que ya no es capaz de generar ninguna sensación. La magnitud, es decir, la sensación, es, por tanto, igual a la multiplicación de una determinada constante por el logaritmo del cociente entre la magnitud del estímulo y la magnitud del estímulo en el umbral en el que aún no se obtiene ninguna sensación.