De acuerdo con las conclusiones del "World Economic Forum" en su edición 2011, nos encontramos ante una nueva era que podrÃamos denominar "Human Age". Esta nueva era está enmarcada en un entorno particularmente dinámico y cambiante que hace necesario generar consciencia sobre la necesidad de abandonar viejos paradigmas sobre el liderazgo y desarrollar nuevas formas de entenderlo. Por otra parte, en la edición 2015 del mismo foro, se señaló que la falta de lÃderes es uno de los diez retos más importantes a los que se enfrenta la humanidad y el 86 por ciento de los encuestados en la agenda global acordaron que sufrimos una crisis de liderazgo a nivel mundial. En opinión de José Antonio Fernández y Salvador Alba, si analizamos los diez problemas que se plantearon entonces, es posible concluir que el primero y más importante es, sin lugar a dudas, justamente este, pues sin lÃderes que encaren los desafÃos del porvenir como sociedad, ¿cómo vamos a enfrentarlos? En este sentido, la empresa, considerada indiscutible motor de las últimas transformaciones históricas, está evolucionando y está contribuyendo al crecimiento de un nuevo liderazgo que desarrolla el potencial y las fortalezas de los individuos y de la sociedad. Nos encontramos ante la necesidad de plantear soluciones a los retos con los que nos enfrentamos, ya que, como escribió Rita Brown: "Locura es hacer lo mismo una y otra vez, esperando obtener resultados diferentes". La irrupción de la economÃa en la sociedad del conocimiento y el impacto de la denominada Revolución 4.0 aumentan el protagonismo de planteamientos como la necesidad de reinventar el "management", fundamentalmente porque los modelos tradicionales han perdido eficacia ante los objetivos de competitividad y sostenibilidad de las compañÃas. El concepto de liderazgo, presenta una extraordinaria evolución. Sin embargo, pocas han sido las iniciativas desarrolladas para poder identificar los elementos que componen el constructo de ese nuevo liderazgo, asà como las herramientas que puedan ser útiles para medirlo y las intervenciones contrastadas que resultan eficaces para poder desarrollarlo. El liderazgo, es un proceso complejo, con múltiples dimensiones, que a lo largo de la historia se ha definido de diferentes maneras. De hecho, existen casi tantas definiciones del liderazgo como personas han intentado definir el concepto. La propuesta desarrollada en este curso considera que los nuevos lÃderes deberán contribuir a satisfacer sus propias necesidades y las de sus equipos, y esto determinará la calidad de su liderazgo. Consideramos importante enfocar el liderazgo desde una perspectiva personal, intraliderazgo, hacia una perspectiva social, interliderazgo. El liderazgo presenta un gran impacto en la satisfacción de nuestras necesidades y, en consecuencia, en nuestra motivación. Si tenemos en cuenta dos de las principales teorÃas de la motivación, la de Maslow, con sus cinco niveles: necesidades fisiológicas, de seguridad y protección, de afiliación y afecto, de reconocimiento y de autorrealización; y la de McClelland, que establece tres grupos de motivaciones en su teorÃa de las necesidades dominantes, motivación hacia el logro, hacia el poder o hacia la afiliación, parece clara la importancia del lÃder enfocado, por una parte, a satisfacer sus propias necesidades y a contribuir a satisfacer las de los demás. Y, por otra parte, a automotivarse y contribuir también a que los demás encuentren su propia motivación. Yo me pregunto, ¿cuál deberÃa ser el principal objetivo de las organizaciones? En mi opinión, no cabe ninguna duda de que debe ser contribuir al funcionamiento óptimo de las personas que las conforman. Pues bien, la psicologÃa positiva es el estudio del funcionamiento óptimo del ser humano. La psicologÃa positiva estudia la felicidad y el florecimiento. De esta forma, la psicologÃa positiva se convierte en un gran aliado para la gestión de las personas y para la gestión de nuestro propio liderazgo, como veremos a lo largo del curso. En definitiva, la necesidad de construir nuevas estrategias más adecuadas para hacer frente a los nuevos retos actuales nos lleva al planteamiento de vincular liderazgo y felicidad.