[MUSIC] Según Philip Kotler el marketing es el proceso social y administrativo por el cual los individuos satisfacen sus necesidades intercambiando bienes o servicios. También se concibe como una filosofía de dirección basada en detectar los deseos y necesidades del mercado objetivo y satisfacerlos mucho mejor que la competencia. El marketing también se identifica como un proceso que identifica necesidades, formula objetivos para generar las mejores estrategias. Y, con eso, agregar valor para nuestros consumidores. También comprende establecer todas las relaciones que queremos tener con los consumidores para lograr retener ese valor que nos hemos planteado y poder alcanzar los beneficios. El marketing digital es una disciplina complementaria al marketing tradicional, que utiliza todos los medios, herramientas y recursos tecnológicos para formar una propuesta de valor dirigida, personalizada y trascendente para nuestros consumidores. Básicamente se dedica a crear experiencias relevantes para nuestro público objetivo. Las personas están cada vez más interesadas en conocer las últimas novedades de la industria y del mercado. Esto ha llevado que las empresas compitan e innoven cada vez más dentro de sus ecosistemas de marketing digital. En definitiva, el marketing digital se trata de crear nuevas experiencias. En las campañas digitales la tecnología hace posible ofrecer el mensaje adecuado, en el momento correcto, a la persona indicada. Esto genera un gran aumento en la efectividad de las diversas acciones comerciales. El gran uso de los medios sociales por parte de los consumidores. Permite a las organizaciones segmentar, definir perfiles individuales e identificar al público objetivo. Público al cual dirigir las campañas, servicios y productos afines a las propias preferencias de los mismos. Así como permitir desarrollar un target mucho más preciso para los propios anunciantes. Es por eso que para definir el papel de los nuevos medios es fundamental entender el incremento del protagonismo en el rol del usuario-consumidor que, ahora, tiene un mayor peso en sus actitudes y opiniones e interactúa y participa dentro del propio medio. El marketing digital no solo estableció nuevas reglas de juego. Ha permitido al marketing tradicional conocer mucho más profundamente a su consumidor. Es aquí donde sus herramientas y estrategias se han vuelto fundamentales, y han conformado un nuevo pilar del marketing tradicional. El marketing tradicional pareciera haber llegado a su etapa de madurez a pesar de tener aún mucho camino por recorrer. Mientras que el marketing digital sigue evolucionando, en un rumbo preciso. Mentalidad, esto pareciera ser uno de los aspectos más destacados de la transacción. Mientras el marketing tradicional contaba una historia desde la empresa hacia los clientes unilateralmente, el marketing digital trajo un cambio fundamental de paradigma mediante creación de diálogo, la confianza, transparencia y credibilidad. you las empresas no pueden jactarse de tener ciertos valores. Sino que deben ponerlos a prueba día a día. Comunicación. Lógicamente como consecuencia de la mentalidad del marketing tradicional y del marketing digital la comunicación en el primero era básicamente unilateral: la empresa definía un mensaje hacia sus consumidores. El marketing digital abrió el juego, llevando la comunicación a un plano bidireccional. Con el surgimiento de los nuevos medios de comunicación, y más aún con las redes sociales, se abrió el juego para que el cliente sea escuchado. Valor de la marca. Sin lugar a dudas, el valor de una marca en el marketing tradicional era sencillamente su renombre. En definitiva, el valor llave de la empresa. El marketing digital de ninguna forma hizo cambiar esta característica, pero sumó otros atributos de gran valor agregado para la marca, el más importante: El poder de viralización. Contenido. En el marketing tradicional el contenido era siempre generado por expertos en una temática determinada. El marketing digital sumó todo el contenido generado por los mismos usuarios haciendo que ambos existan. No busco generar un debate en cuanto a cuál es el más adecuado, hay muchos argumentos que tiran a favor de uno y otro. Uno de los conceptos más básicos y relevantes del marketing es la segmentación. Esta se basa en subdividir a nuestros consumidores, actuales o potenciales con un criterio determinado de agrupación. En otras palabras, si subdividimos a nuestro público en grupos identificables podemos realizar acciones de comunicación o comerciales mucho más efectivas en cada uno de esos. Por ejemplo, si segmentamos por rangos etáreos, podremos generar una comunicación mucho más exacta y adaptada si tuviéramos que contactarnos con ancianos o con niños. Volviendo al tema central, en el marketing tradicional la segmentación se llevaba a cabo por atributos clásicos, es decir geografía, rango etáreo, nivel de ingresos, etcétera. El marketing digital tiene la capacidad de trabajar con segmentaciones mucho más complejas y útiles. Es decir, trabaja por intereses, no hay nada más eficiente que utilizar la base del comportamiento para segmentar y generar buenas acciones personalizadas y bien dirigidas. Si bien la dirección estratégica siempre ha sido más o menos homogénea a corto y mediano plazo, el marketing digital permitió, gracias al feedback constante de los usuarios finales, a que la estrategia cambie con mayor frecuencia y se flexibilice. Los cambios en los gustos de los consumidores así como la irrupción constante de las nuevas tecnologías han obligado a las empresas a mantenerse atentas y a evolucionar de forma casi inmediata. En tiempos en los que solo se hablaba de marketing tradicional, el contenido se buscaba por las vías justamente tradicionales: diarios, revistas, libros especializados. Es decir, nunca por Internet. Entonces, el tipo de búsqueda era lo que llamamos búsqueda literal del contenido. El marketing digital y más específicamente los canales digitales, trajeron el concepto de búsqueda semántica. Es decir, no importa tanto lo que el usuario ha escrito sino lo que quiso decir, este concepto es utilizado ampliamente por empresas como Google, Facebook y de alta tecnología.