[MÚSICA] [MÚSICA] En el Internet de las cosas, la tecnología es obviamente fundamental, y los avances en la misma aún más. Vamos a tratar dos sistemas tecnológicos que conectan las cosas a Internet: el sistema RFID, o radiofrecuencia, y los censores Wireless, pero también vamos a hacer referencia a la web de las cosas, la que se denomina web 3.0. Empezamos por los sistemas RFID. Las cosas contienen elementos identificadores, únicos, imperceptibles que recogen información, la almacenan, permite localizarse entre sí, comunicarse datos, cruzarlos y generar más información. En concreto, la tecnología que hoy por hoy se emplea son los identificadores de radiofrecuencia, como he dicho, conocidos por las siglas inglesas RFID. Se trata de una tecnología que se puede producir en serie y a muy bajo coste. Esencialmente, el sistema tecnológico RFID consiste, en primer lugar, en una etiqueta, que llamamos tag, que está insertada en cualquier objeto, en una persona o en un animal, que contiene un microchip de silicio. Es decir, un circuito eléctrico que almacena los datos y que va unido a una antena que comunica esos datos por ondas de radio. Cuando el portador del microchip pasa por una zona de cobertura del lector, este le transmite una señal para que el tag le transmita la información que ha ido almacenando en la memoria, sin necesidad de que exista contacto físico o visual entre ellos, como en cambio sí sucede cuando la información está almacenada a través de un código de barras. La información se envía por medio de la red, mediante una conexión a Internet a un centro de datos que la tratará, procesará, analizará, cruzará con otros datos en un superordenador central. La conexión se lleva a cabo mediante una aplicación que se denomina Middleware, que a su vez, you hace un primer procesamiento de los datos que tiene almacenados. A cada identificador único o tag, se le asigna un código electrónico único, el EPC, que se corresponde con las siglas electronic product code, que usa 96 bytes, lo que permite, y permitirá, que 8.000 trillones de trillones de cosas puedan ser identificados de forma única en Internet. El código se conecta a Internet mediante una dirección IP y un nombre de dominio. La información transmitida mediante la tecnología RFID se conecta a otros datos para obtener una determinada información útil al propietario del identificador en función de las más variadas finalidades que persiga, por ejemplo, una rápida reposición de productos en una línea de supermercado, o la creación de perfiles del usuario portador del tag para luego segmentarlo y enviarle publicidad compartamental online, publicidad dirigida online. Estos son conocidos supuestos. Los tags, en su mayoría, son Wireless, de manera que muchos supuestos el individuo ni detecta su presencia. Están diseminados por espacios tanto públicos como privados, y son capaces de leer toda la información que se va acumulando en los mismos sin que surja aviso de su presencia, ni de que, por tanto, se están transmitiendo datos del portador del chip. Otra tecnología, hemos dicho, que eran los sensores Wireless. En concreto, la red de sensores inalámbricos o Wireless que es una infraestructura que incluye el tratamiento de datos, su manipulación y análisis que va desplazando los sistemas RFID. Consiste en un hardware y en una comunicación stack. Es decir, en un sistema de comunicación mediante nodos que actúan con el exterior, con el mundo físico a través de Internet. Este es la puerta de entrada y salida de la información. Pueden coexistir varias redes de sensores inalámbricos especializados en un servicio concreto predeterminado proporcionando más datos, y por tanto, se tiene una información más completa del entorno observado. O sea, es muy importante en caso de vehículos autónomos y toda la información que se proporciona en el tráfico. La red de sensores inalámbricos es un subdominio de Internet. Por tanto, incluye también un Middleware, es decir, un software que combina la red de sensores con una infraestructura llamada arquitectura orientada a servicios. Esta arquitectura orientada en servicios separa las funciones del sistema en servicios individuales, por ejemplo, recopilación de datos, envío de datos, etcétera, que son accesibles por Internet y que pueden usarse y reutilizarse para desarrollar aplicaciones por parte de terceros. Finalmente, la red de sensores inalámbricos comporta lo que llamamos un agregado de datos seguros. De manera que si falla un nodo del sistema, tiene que ser capaz de repararse automáticamente. Los datos recuperados no se pierden, son datos seguros y se puede confiar en ellos a efectos de su análisis y procesamiento. En tercer lugar, vamos a tratar la web 3.0. Hay progresiva interacción entre el Internet de las cosas y la World Wide Web. Ha llevado a hablar de la web de las cosas, puesto que la primera necesita parte de la segunda, sobre todo, de la estructura de la World Wide Web. En ese sentido, pasamos de una web estática a la web 2.0, que era una web dinámica en la que el usuario puede interactuar con otros usuarios. Para hallarnos you inmersos en el desarrollo de la web 3.0, cuyo objetivo es la interacción entre las cosas, más allá del comportamiento humano y la adaptación de forma autónoma al entorno de que se trate. El Internet de las cosas utiliza los protocolos y la tecnología de la World Wide Web. Se trata del protocolo HTTP/TCP para la comunicación entre las cosas. La interfaz de las cosas es libre, es decir, que cualquiera puede acceder a ella siempre que tenga una conexión a Internet, pues, se basa en la idea del software libre, y la interfaz rest, a través de la cual las cosas inteligentes expresan sus funcionalidades. A cada cosa, como you hemos explicado, se le asigna una dirección IP que con posterioridad se corresponde con un nombre de dominio. De suerte que se convierte cada cosa en un servicio de la sociedad de la información, y a cada cosa corresponde un sitio web específico y único, al cual puede acceder el usuario de Internet mediante el navegador que suele cotidianamente utilizar. Hoy en día, diferentes grupos de investigación en todo el mundo están trabajando la tecnología que permita de la mejor manera posible integrar el Internet de las cosas con la World Wide Web para facilitar la comunicación entre ellas. La transmisión de la información y el acceso de a la mayor cantidad de datos posibles. Se está trabajando en la versión del protocolo IP 4 para convertirlo en el IP 6, y así poder ampliar a 340 sextillones la cantidad de direcciones IP disponibles para los dos billones de cosas que se espera que se conecte a Internet en los próximos 10 años. Como el Internet de las cosas es global, el esquema de la interoperabilidad que se adopte debe extenderse y poder estandarizarse también a nivel global. [MÚSICA] [AUDIO_EN_BLANCO]