Bueno, estamos acá con el doctor Oscar Boullosa, él es médico psiquiatra, docente a cargo de la materia neurociencias, expresidente de la Asociación de Psiquiatría Biológica Argentina y director del Centro Interdisciplinario en Neuropsiquiatría. Oscar. Gracias Carol. Bueno, el doctor Boullosa, Oscar, nos comentará a qué se dedica en su práctica diaria. A ver, vamos a empezar desde el principio. Soy médico. Esa es la base de toda mi formación. Implica haber ido a la UBA durante seis años y hacer esa carrera de grado. Posteriormente especializarme en psiquiatría como un cardiólogo se especializa en su especialidad, yo me especialicé en psiquiatría, o sea, soy médico psiquiatra y hago esta aclaración con énfasis porque lo más importante es la relación que hay entre el médico y el paciente. Eso se aprende en medicina desde casi el primer día de clase y es la base de toda nuestra actividad profesional. Lo más importante es el contacto interpersonal. Lamentablemente, la psiquiatría, a lo largo de su evolución histórica, muchas veces se separó un poco de la medicina y a veces te preguntaban ¿qué sos? ¿A qué te dedicas? Soy psiquiatra. Ah, no sos médico. No, es una especialidad de la medicina. Una especialidad que tardó más en desarrollarse que otras especialidades, pero que en las últimas décadas se hizo muy fuerte gracias al aporte de varias ciencias, entre ellas dos fundamentales, que son la psicología y la neurociencia. ¿Por qué digo esto? Porque la psicología, yo hace 40 años que me recibí de médico y en estas cuatro décadas se enriqueció muchísimo; ese predominio de psicoanálisis que existía hace 40 años fue agregándose un montón de conceptos nuevos, nuevas orientaciones, que no lo dejaron de lado, sino que lo enriquecieron. Y todo eso hizo un gran aporte a la psiquiatría. Entender la dolencia del paciente, entender qué es lo que le está pasando y cómo podemos ayudar a aliviar esa dolencia. Y por otro lado, aunque parezca muy distinto, en paralelo se fueron desarrollando las neurociencias, una palabra que hoy se habla en todos lados y a veces nadie sabe muy bien qué es la neurociencia, pero la neurociencia nos abrió el camino para entender el funcionamiento celular y la biología molecular, todo eso que sucede adentro de la célula y que permite que esas células estén en contacto. Un montón de mecanismos muy sofisticados que ignorábamos su existencia. A partir de esto y desde la Asociación de Psiquiatría Biológica en la que trabajamos tantos años y vos también has trabajado en ella, hemos logrado devolverle a la medicina la especialidad de psiquiatría. Y a lo que me dedico es a eso, a ser médico psiquiatra, atender mis pacientes, entender que sólo lo podemos hacer interdisciplinariamente, o sea, no lo podemos hacer individualmente solo desde la psiquiatría, formamos un gran equipo, no sólo médicos psiquiatras, sino neurólogos, clínicos, psicólogos, endocrinólogos; y de esa manera abordar interdisciplinariamente cada caso que es según individuo. Y por otro lado la parte académica, que en este momento estoy a cargo de la materia Neurociencia en la carrera de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Palermo y que realmente es un desafío enorme por una característica muy particular, que a veces la critiqué mucho y cada vez me gusta más, y que es que se da en primer año. Entonces es genial ver cómo muchos son chicos que recién salieron del secundario, vienen a hacer psicología y vos desde el primer día de clase, a veces me toca que mi materia es la primera que cursan el primer día de semana de cursada y les estás dando fundamentos y bases biológicas del comportamiento humano, que es lo que van a estudiar el resto de su carrera. Y vos ya desde el primer día de clase le ves las caras de asombro cuando ven que de los comportamientos, subyacen en los comportamientos humanos un montón de explicaciones biológicas que van a complementar todo lo que van a estudiar en el resto de la carrera. Creo que más o menos es lo que hago. Sabemos que sos especialista en Psiconeuroinmunoendocrinología. ¿Qué definición le pondrías? Primero que es una palabra demasiado larga, una paciente de nuestro grupo decía que es una palabra que tiene más letras que el abecedario, lo cual me tomé el trabajo de contarlas y es cierto. A ver, cuando estudiábamos medicina, estudiábamos los sistemas como compartimientos estancos. Es decir, estudiabas el sistema nervioso, el sistema nervioso lo divides en central y periférico, el gran capitán era el cerebro. Había otras zonas, otros órganos, otros núcleos que complementaban el cerebro y celularmente, la célula responsable del funcionamiento del sistema nervioso era sólo la neurona. Había un montón de otras células que no le dábamos ninguna importancia, que eran simplemente de relleno. Decían, todos los lugares donde no hay neuronas aparecen esas células de relleno. Hoy se sabe que tienen muchas funciones y de esa forma, como gran conocimiento nuevo, se agregó el descubrimiento de los neurotransmisores. Es decir, los neurotransmisores eran unidades de información que fabricaban las neuronas, que la podían liberar y que se pegaban a la neurona de al lado y se producía ese acople y el misterio era ese acople. Y nos quedamos ahí solamente, como que era la única función: fabricarlo, liberarlo y acoplarse y ya estaba la función y como compartimento estanco. Ese es el sistema nervioso. Vas a la endocrinología y pasaba algo similar. Tenías una glándula enorme que es la hipófisis. Enorme quiero decir, en cuanto a su importancia ahí en la base del cerebro. Esta glándula en vez de usar neurotransmisores, usaba hormona como vehículo de información que le hacía llegar a las glándulas periféricas. ¿Qué entiendo por glándulas periféricas? Todas las glándulas que están fuera del sistema nervioso y puedo nombrar las más importantes que son las suprarrenales, las gónadas, que son las glándulas sexuales, las tiroides, entre las más conocidas. Entonces la hipófisis a través de hormonas que viajaban hasta la periferia, hasta cada una de las glándulas, las estimulaba con esa hormona y la glándula periférica liberaba su hormona. Ese era el mecanismo básico de funcionamiento endocrinológico, con algo muy novedoso en aquel momento, que es que si tengo mucha hormona inhibo ese funcionamiento y eso se lo llamó feedback negativo. Si tengo poca hormona, el freno se pierde y entonces fabrico más hormonas. Relacionarlo con el sistema nervioso en ese momento prácticamente era imposible y el sistema inmunológico no puede decir casi nada, porque cuando yo cursé no existía casi el sistema inmunológico. Había unos tipos de linfocitos, de glóbulos blancos, anticuerpos e incluso órganos linfáticos que se decía que no se sabían si tenían alguna función. Cosa rara, porque es raro que tengamos algo que no cumpla ninguna función en el organismo, pero se decía que no se sabía si tenían alguna función, el timo, por ejemplo. Que podía ser un resabio embriológico o un montón de teorías. Hoy se sabe que son órganos linfáticos muy activos. Entonces, yendo a tu pregunta, ¿qué hace la psiconeuroinmunoendocrinología? Empieza a integrar estos sistemas en un gran sistema, que primero fue solamente psiconeuroendócrino y después cuando empezó a avanzar la inmunología, hoy ya es una especialidad, se agregó inmune. Psiconeuroinmunoendocrinológico, que no es más que la integración de todos estos sistemas, que se da como una nueva rama de la medicina, que estudia cómo funciona, cómo se comportan estos cuatro sistemas de control, de regulación que tiene el organismo y qué sirven, ni más ni menos que para la adaptación. Sin que esto esté funcionando, no estaríamos adaptados a cada situación que estamos viviendo. Lo que podemos destacar de todos estos sistemas es que usan unidades de información. Veamos cada uno de ellos, ¿qué entiendo por sistema psico o subsistema psico? Porque forma parte del gran sistema psiconeuroendocrino. Cuando hablo de sistema psico hablo de las bases anatómicas que tiene este sistema, hablo de circuitos, hablo de cortezas, incluso el sistema límbico, incluso de todas las áreas paralímbicas que son un poquito posteriores en la evolución filogenética y a la corteza cerebral, que es lo más evolucionado de nuestro cerebro, pero no sólo para describirlas anatómicamente en una figura, en un atlas o en una resonancia magnética, sino que son las bases de distintos comportamientos o de distintas respuestas. En el sistema límbico tenemos, por ejemplo, las zonas de las cuales depende el auto preservación y la vivencia de familiaridad. Lo que a mí me hace en este momento sentirme en una situación cómoda y conocida y no peligrosa y no generarme miedo. Si fuera lo contrario, esa zona estaría hiperactiva y llena de sangre y yo en este momento sentiría mucho miedo y ganas de salir corriendo o me quedaría paralizado. Y eso tiene una base anatómica en la amígdala, en pleno sistema límbico. Están las memorias genéticas en el hipocampo, o sea, hablo de bases anatómicas, demostrable, comprobable. El área septal que tiene que ver con la reproducción, que tiene que ver con la preservación de la especie. Te estoy hablando de auto preservación, memorias genéticas y preservación de la especie. Tenemos una zona de corteza frontal orbitofrontal donde está el yo social. Lo que en este momento a mí me dice cómo me tengo que comportar, qué es lo que puedo hacer y qué es lo que no puedo hacer en este momento. Áreas que cuando se lesionan aparecen síntomas importantes en los pacientes y después todo lo que fue la evolución de los procesos cognitivos en la corteza cerebral. Son localizaciones que uno puede claramente determinar. Este es el sistema psico que de forma neuro se comunica a través de neurotransmisores. Los neurotransmisores, vuelvo a insistir, los fabrica la neurona, los libera y conectan, acoplan con la neurona de al lado a través de una proteína que se llama receptor. Hasta ahí lo que sabíamos antes. Hoy con la biología molecular sabemos que ese acople no termina ahí la función, que de ese acople depende un montón de procesos moleculares como respuesta al estímulo de la neurona anterior. Quiere decir que cuando yo le mandé el neurotransmisor no sólo me acoplé, sino que en la otra neurona empezaron a responder cadenas metabólicas complejísimas, que depende de cómo sea ese estímulo hasta pueden llegar a modificar la expresión de los genes. O sea, mira como ya no era sólo el acople. Impresionante. No era. O sea, es importante porque esto sucede mientras dura el acople, que suele ser fugaz, pero no es el acople lo importante, sino que genera del otro lado ese acople. A veces hasta modificar la expresión de los genes. Por eso el medio ambiente puede llegar a. Es fundamental, el medioambiente es fundamental y por eso este es un sistema de adaptación. El sistema endocrino a través del hipotálamo, el hipotálamo es un núcleo diencefálico que está en el medio del cerebro, pequeñito entre cuatro y ocho gramos pesa un hipotálamo y regula todo. El hipotálamo está en contacto con la corteza, está en contacto con todo el resto del sistema límbico, regula toda la secreción hormonal y se comunica con el sistema inmunológico. Impresionante. ¿Sabes de qué es también responsable el hipotálamo? Por ejemplo, porque te regula temperatura, la osmolaridad, la hidratación y la regulación hidroelectrolítica. Pero en inglés es más fácil algunas veces, viste que existe sickness y existe illness. Esa sensación de "me estoy enfermando," que es inespecífica, que es más sickness. Claro, como sintomatológica Porque el illness es más una enfermedad. Es el hipotálamo que te está preparando para reaccionar frente a alguna noxa que te está empezando a agredir. Impresionante. Quizás modificando temperaturas, quizás modificando una serie de reacciones, porque ¿cómo se comunica el hipotálamo? El hipotálamo no habla como nosotros, habla a través de sistemas, hormonas, sistema endocrino, sistema motor y sistema nervioso autónomo. Claro. Simpático y parasimpático. Entonces esa es la forma en que se comunica. ¿Y por qué hablo del hipotálamo? Porque hoy en endocrinología y por supuesto en psiconeuro, se habla de ejes: hipotálamo, hipófiso, glándula periférica. Esto quiere decir que la hipófisis no es independiente. La hipófisis recibe comunicación desde el hipotálamo a través de péptidos hipotalámicos que van generalmente a estimularla, aunque en algún caso puede inhibirla, depende qué péptido esté actuando sobre la hipófisis, la hipófisis va a segregar una u otra hormona. Algunas hormonas tienen acciones per sé y otras viajan por la sangre para actuar sobre las glándulas periféricas. Entonces, cuando el hipotálamo le dice "X" a la hipófisis, la hipófisis le manda "X" mensaje, por ejemplo a la tiroides, y la tiroides libera hormona tiroidea. Cuando libera mucho el feedback negativo inhibe todo este mecanismo. Ese es el eje psiconeuroendócrino, la parte endocrina de la psico neuroendocrinología. Así como el neurotransmisor era el vehículo de información, la unidad de información del sistema neuro, la hormona es la del sistema endocrino. Ahora vos me puedes preguntar, ¿son tan diferentes? A veces sí y a veces no. Hay algunas sustancias que depende donde actúen pueden ser hormonas o pueden ser neurotransmisores. Y por eso un ejemplo, como sucede a veces con la adrenalina. La adrenalina liberada in situ frente a una neurona es un neurotransmisor, pero puede ir, cuando tenemos un gran estrés, las suprarrenales liberan adrenalina y noradrenalina por la sangre para estar preparado todo el organismo y se comporta como hormona porque actúa a distancia. A veces la misma sustancia puede ser hormona o puede ser neurotransmisor. Y el último, el sistema inmunológico, del que menos voy a hablar porque es el que menos sé también y porque es todo muy nuevo. Pero se empezó a encontrar función a los órganos linfáticos que creíamos que no funcionaban, se empezaron a describir otras funciones dentro de los linfocitos mismos. Linfocito es un subtipo de glóbulo blanco. Y estudiando el linfocito hoy en día sabemos perfectamente bien que tiene receptores para hormonas, que tiene receptores para péptidos, que tiene receptores para neurotransmisores y no sólo que tiene esos receptores, sino que el linfocito mismo los puede fabricar. Una hormona o un neurotransmisor. Un glóbulo blanco. Impresionante eso. Algunos se atrevieron a llamar al linfocito una hipófisis periférica. O sea, la hipófisis es muchos más grande que un linfocitos, que es una célula, pero la diferencia es que la hipófisis está siempre en el mismo lugar y actúa a distancia y el linfocito es como si fueran muchas hipófisis que van a actuar in situ donde se produce el problema. Pero serían como pequeñas hipófisis periféricas que van viajando por la sangre. Gran importancia que tienen ambas. Entonces, como un poco cierre de esto, me parece que con la psiconeuroinmunoendocrinología vemos como es la integración de todo esto y cómo los vehículos de información nos hablan que esta integración es posible y como todos pueden actuar en todos. O sea que ya no son de un solo sistema, sino que está todo integrado y este es el mundo de la psiconeuroinmunoendocrinología.