El aprendizaje clínico sucede en cualquier escenario en el que haya un alumno, ya sea de pregrado o posgrado, y que interactúe con el equipo de salud brindando atención a pacientes o a la comunidad. Generalmente, para los profesionales de la salud, la evaluación de conocimiento básico, médico y clínico sucede en los primeros años de entrenamiento. En esa etapa, generalmente, se procura que el alumno adquiera conocimientos fundamentales para una práctica clínica con fundamento teórico. La evaluación dentro del ámbito clínico sucede generalmente en la última etapa de formación para los profesionales de la salud. enfocado de la manera adecuada, puede llegar a ser algo de mucho impacto y relevancia para los alumnos o aprendices. Generalmente, existen diversas oportunidades de evaluación dentro de un ambiente clínico que son dependientes del contexto en el cual se desenvuelve el alumno. Comúnmente, el aprendizaje clínico consta de diversos ejes: habilidades clínicas, juicio clínico, comunicación, profesionalismo. Uno. Habilidades clínicas. El profesional de la salud destaca, entre otras profesiones, por necesitar de diversas herramientas para hacer un adecuado diagnóstico y recomendar un manejo acertado. Tales habilidades son exploración física, interrogatorio, realización de procedimientos, interpretación de estudios de gabinete y laboratorio. La importancia de evaluar la adquisición de estas habilidades radica en la necesidad de obtener toda la información necesaria para poder brindar atención eficiente y segura al paciente. Dos. Juicio clínico. El juicio clínico se refiere al proceso cognitivo que permite al profesional de la salud tomar decisiones sobre el cuidado de un paciente. Estas decisiones, generalmente, se basan en la información obtenida mediante el interrogatorio, la exploración física o estudios complementarios. Evaluar este eje del aprendizaje clínico puede involucrar una observación del aprendiz a lo largo del tiempo, así como valorar la toma de decisiones y uso eficaz de los recursos. Tres. Comunicación. Escuchar al paciente, mostrar empatía, obtener información y poner atención a las señales verbales y no verbales son elementos que no son comúnmente valorados en la educación médica. Observar y evaluar las habilidades de comunicación son de suma importancia, ya que pueden brindar herramientas para que el aprendiz recabe información del paciente, discuta opciones de tratamiento, forme parte del equipo de salud de manera más eficiente o sea capaz de dar malas noticias de manera empática y efectiva. Cuatro. Profesionalismo. Dentro de los elementos clásicos del profesionalismo médico se encuentran : la primacía del bienestar del paciente, la cual se centra en el altruismo, la confianza y los intereses del paciente primero; la autonomía del paciente, el cual incorporan la honestidad y la necesidad de educar y empoderar a los individuos; y la justicia social, centrándose en el contrato social del médico con la comunidad, usando responsablemente los recursos a su cargo y respetando al paciente sin importar su trasfondo. El objetivo de evaluar el profesionalismo radica en comprobar que el aprendiz ha adquirido esas competencias y actitudes, así como detectar sus deficiencias. El no tener el profesionalismo en la lupa de la evaluación puede generar que el alumno brinde poca importancia a desarrollar esas habilidades. El profesionalismo es multidimensional en naturaleza, necesitando distintos métodos de evaluación para una adecuada valoración del individuo, tales como examen ECOE o Examen Clínico Objetivo Estructurado, observación directa, evaluación por pares, evaluación de 360 grados, portafolio. La retroalimentación es crucial para una mejora continua en las habilidades que están relacionadas al profesionalismo. Las habilidades clínicas comúnmente pueden evaluarse de dos maneras generales: ambiente simulado, observación directa. En el ambiente simulado, el alumno o aprendiz interactúa con actores o pacientes estandarizados, en los cuales se discuten problemas de salud mientras que un observador toma nota de los elementos de comunicación, evalúa y retroalimenta. Existen métodos de evaluación en el ambiente simulado que nos pueden ayudar a determinar la competencia clínica y evaluar las habilidades mencionadas. Los siguientes métodos pueden ser de utilidad: examen ECOE o Examen Clínico Objetivo Estructurado; caso clínico con paciente estandarizado; listas de cotejo llenadas por el paciente estandarizado, el evaluador, el alumno o un par; realidad virtual. En la observación directa la dinámica es similar. Sin embargo, se lleva a cabo en un ambiente clínico real, con pacientes reales, creando un sentido más claro de relevancia e importancia para el alumno. Generalmente, existen instrumentos de evaluación que nos ayuden a realizar este tipo de evaluaciones de manera más objetiva: Mini-CEX, DOPS, discusión de casos clínicos, evaluación de 360 grados. Como pueden ver, existe una amplia variedad de opciones para evaluar el aprendizaje clínico. Así mismo, las habilidades clínicas requieren de utilizar diferentes métodos para evaluar y de varios observadores para poder tener una evaluación objetiva y con retroalimentación relevante para el aprendiz.