Carolina, hace algunos años, se casó enamorada de su esposo. Mencionaba que era atractivo e inteligente. Cuando llevaba dos años de casada, se enferma de cáncer. Después de estas dos situaciones crÃticas en su vida, esta cambió radicalmente. Sus amigos pensaban que ella iba a ser completamente diferente en su personalidad, sin embargo, seguÃa siendo como antes. Seguir siendo el mismo ante las inclemencias de la vida, es precisamente la base de la coherencia que los psicólogos tienen en mente cuando usan el término "personalidad". Sin duda, la personalidad involucra nuestra vida diaria. Tener amigos, enamorarse, relacionarse con compañeros de trabajo, elegir una ocupación o profesión, son todas las actividades que plantean preguntas sobre la personalidad. ¿Qué es la personalidad? ¿En qué se diferencia del carácter, el temperamento o las actitudes? ¿Es posible medir la personalidad? ¿Podemos cambiar nuestra personalidad? Abordaremos estas preguntas en el presente tema. Aurora tiene una personalidad muy optimista. Roberto no es guapo, pero tiene mucha personalidad. Los amigos de negocios de mi papá piensan que es una buena persona, deberÃan verlo en casa donde aflora su verdadera personalidad. Es difÃcil creer que Alejandra y Vicky sean hermanas, tienen personalidades opuestas. Describir la personalidad de alguien es una tarea del psicólogo. Al tratar de entender cómo son las personas, desempeñamos el papel del psicólogo. Cuando describimos a alguien y señalamos lo que reflejan sus cualidades, hacemos de manera informal lo que los psicólogos realizan más formalmente. Existe una pequeña diferencia de enfoque, entre lo que de manera cotidiana hacemos y lo que los psicólogos de la personalidad desarrollan. Es común que usemos la palabra personalidad para referirnos a aspectos especÃficos de personas concretas. Por ejemplo, Carolina. Por lo regular, los psicólogos la emplean de manera abstracta para indicar en qué consiste la personalidad de cada quien. Entonces, ¿qué es la personalidad? Los psicólogos durante mucho tiempo han tratado de definirla con exactitud. Se han ofrecido muchas definiciones, pero ninguna se ha aceptado de manera universal. De hecho, la personalidad es, en cierta forma, un concepto esquivo. Los psicólogos consideran la personalidad como el patrón único y de largo plazo de pensamiento, emociones y conducta de una persona. En otras palabras, la personalidad se refiere a la coherencia en como eres, has sido y serás. También significa la combinación particular de talentos, valores, esperanzas, amores, odios y hábitos que hacen de cada uno de nosotros una persona única. AsÃ, todos los miembros de una cultura particular tienen personalidad, mientras que no todos tienen carácter o al menos, no buen carácter. ¿Conoces a personas de buen carácter? Los psicólogos usan gran número de conceptos y teorÃas para explicar la personalidad. Por lo tanto, podrÃa ser prudente comenzar con algunas ideas clave, que te orienten mientras conoces más acerca de este tema. Usamos la idea de los rasgos todos los dÃas al hablar de la personalidad. Por ejemplo, Lorena es sociable, ordenada e inteligente; su hermana Isabel es tÃmida, sensible y creativa. Como observamos en nuestro ejemplo con Aurora, este tipo de rasgos de personalidad pueden ser muy estables. Piensa en lo poco que tus mejores amigos han cambiado en los últimos cinco años. Habitualmente los rasgos se infieren de la conducta. Si ves a Victoria platicando con desconocidos, primero en un supermercado y después en una fiesta, podrÃas deducir que es sociable. Una vez identificados, los rasgos de personalidad pueden servir para predecir el comportamiento futuro. Por ejemplo, notar que Victoria es extrovertida, podrÃa llevarte a predecir que será sociable en la escuela o en el trabajo. De hecho, tales coherencias pueden abarcar muchos años. Los rasgos influyen incluso en nuestra salud, asà como en nuestro éxito marital y ocupacional. Por ejemplo, ¿quién crees que será más exitosa en la carrera que elija? ¿Alejandra, que es concienzuda o Victoria que no lo es? Alguna vez te has hecho la pregunta, ¿qué tipo de personalidad tiene ella o él? Un tipo de personalidad se refiere a las personas que tienen varios rasgos en común. Informalmente, tu mente podrÃa incluir categorÃas como el tipo ejecutivo, el tipo atlético, el tipo maternal, el tipo "hip hop", el tipo "nerd", etcétera. Si intentaras definir estos tipos informales, quizá mencionarÃas una serie diferente de rasgos para cada uno. ¿Qué tan válido es hablar de tipos de personalidad? Al paso de los años, los psicólogos han propuesto muchas maneras de clasificar personalidades en tipos. Por ejemplo, el psiquiatra suizo Carl Jung sostenÃa que las personas son introvertidas o extrovertidas. Un introvertido es una persona tÃmida y reservada, cuya atención suele dirigirse a su interior. Un extrovertido es una persona arrojada y efusiva, cuya atención suele dirigirse al exterior. Estos términos se usan tanto, que podrÃas considerarte y concebir a tus amigos como el de un tipo o el otro. Sin embargo, saber si alguien es extrovertido o introvertido te dice poco sobre lo concienzudo que es o lo amable o abierto a nuevas ideas que es. En suma, dos categorÃas, o incluso varias, suelen ser insuficientes para capturar por completo las diferencias de personalidad. Por eso, clasificar a la gente en una lista de rasgos tiende a proporcionar más información que agruparla en dos o tres tipos. Si bien los tipos tienden a simplificar demasiado la personalidad, aún sà tienen valor. Casi siempre los tipos constituyen una manera abreviada de catalogar a personas que tienen rasgos clave en común. El autoconcepto es otra manera de entender la personalidad. El perfil general de tu autoconcepto podrÃa revelarse al responder a esta petición: "Háblanos de ti, por favor". En otras palabras, tu autoconcepto consta de todas tus ideas, percepciones, historias y sentimientos acerca de quién eres; es la imagen mental que tienes de tu personalidad. Nosotros formamos creativamente nuestro autoconcepto a partir de nuestras experiencias diarias. Luego, lo revisamos poco a poco, conforme tenemos nuevas experiencias. Una vez que existe un concepto estable de nosotros mismos, este tiende a guiar en qué ponemos atención, qué recordamos y en qué pensamos. Debido a esto, nuestro autoconcepto puede afectar en gran medida nuestra conducta y ajuste personal, en especial cuando es inexacto. Por ejemplo, SofÃa es una estudiante que se cree tonta, sin valor y un fracaso, pese a obtener buenas calificaciones. Con un concepto de sà misma tan inexacto, tiende a deprimirse, por bien que haga las cosas. Adviértase que además de tener un autoconcepto fallido, SofÃa tiene baja autoestima, o sea, una autoevaluación negativa. Una persona con alta autoestima es segura y orgullosa y se respeta a sà misma, una con baja autoestima es insegura, carece de confianza en ella misma y es autocrÃtica. Como SofÃa, las personas con baja autoestima suelen ser ansiosas e infelices y también sufren por lo general de un conocimiento insuficiente de ellas mismas. Su concepto de sà es incoherente, inexacto y confuso. La autoestima tiende a aumentar cuando experimentamos éxito o elogio. También nos defiende de experiencias negativas. El ser humano completo. TeorÃas de la personalidad. Como puedes ver, serÃa fácil perderse sin un marco para comprender la personalidad. ¿Cómo se relacionan entre sà nuestros pensamientos, acciones y sentimientos? ¿Cómo se desarrolla la personalidad? ¿Por qué algunas personas padecen problemas psicológicos? ¿Cómo se les puede ayudar? Para contestar estas preguntas, los psicólogos han creado una increÃble serie de teorÃas. Una teorÃa de la personalidad es un sistema de conceptos, supuestos, ideas y principios propuestos para explicar una personalidad. En este tema podremos explorar solo unas cuantas de las muchas teorÃas de la personalidad. Estas son las cuatro grandes perspectivas que consideraremos. Número uno. Las teorÃas de los rasgos intentan descubrir qué rasgos componen la personalidad y cómo se relacionan con la conducta real. Las teorÃas psicodinámicas se centran en el funcionamiento interno de la personalidad, en especial los conflictos y las luchas interiores. Las teorÃas humanÃsticas subrayan la experiencia subjetiva privada y el desarrollo de la personalidad. Las teorÃas conductuales y del aprendizaje social conceden importancia al entorno externo y los efectos del condicionamiento y el aprendizaje. Las teorÃas del aprendizaje social atribuyen las diferencias de personalidad a la socialización, las expectativas y los procesos mentales. ¿Heredamos nuestra personalidad? Aún los recién nacidos difieren en temperamento, lo que implica que este es hereditario. El temperamento, la materia prima de la personalidad, se refiere a los aspectos hereditarios de tu personalidad, como las predisposiciones biológicas a ser sensible, irritable y distraÃdo y exhibir cierto estado de ánimo habitual. El temperamento tiene gran impacto en el modo en que los infantes interactúan con sus padres. A juzgar por la personalidad adulta de Aurora, podrÃa suponerse que ella fue una bebé activa y feliz. ¿A qué edad se establecen firmemente los rasgos de la personalidad? La personalidad empieza a estabilizarse alrededor de los tres años de edad y sigue endureciéndose hasta los 50. Sin embargo, como ya se dijo, la personalidad madura lentamente durante la vejez, cuando la mayorÃa de la gente continúa volviéndose más concienzuda, agradable y emocionalmente estable. Todo indica que los estereotipos del viejo cascarrabias y la vieja loca, son en gran medida infundados. ¿La estabilidad de los rasgos de personalidad significa que se ven afectados por la herencia? Algunas razas de perros tienen fama de ser amigables, agresivas, inteligentes, tranquilas o emocionales. Tales diferencias pertenecen al campo de la genética conductual. El estudio de los rasgos conductuales heredados. Sabemos que las facciones, el color de ojos, el tipo de cuerpo y muchas otras caracterÃsticas fÃsicas son heredados. También lo son gran parte de nuestras disposiciones conductuales. Los estudios genéticos han demostrado que la inteligencia, el lenguaje, algunos trastornos mentales, el temperamento y otras cualidades complejas son influidos por la herencia. En vista de estos hallazgos, no serÃa sorprendente descubrir que los genes también afectan la personalidad. Hoy necesitamos las cuatro grandes perspectivas para explicar la personalidad. Cada una de ellas aporta una especie de lente a través del cual puede verse la conducta humana. En muchos casos, solo puede obtenerse una visión equilibrada cuando se considera cada teorÃa. En definitiva, el reto que hoy enfrentan los teóricos de la personalidad es cómo integrar las cuatro perspectivas principales en una explicación unificada y sistemática de la personalidad.