[MÚSICA] Hola. Vamos a seguir con esta unidad dedicada al estudio del vínculo que existe entre el sujeto y las redes. Yo me voy a ocupar concretamente del estudio de la comunidad y voy a realizar una aproximación filosófica a esta noción, siguiendo el pensamiento sobre todo de Fina Birulés y de Marina Garcés. Antes de empezar con esta cita, debo decir que todo lo que aquí diga yo de la comunidad y a través de estas citas extraídas de 2 artículos de Fina Birulés y de dos obras de Marina Garcés, de 2 ensayos, debo decir que tan solo es una pequeña muestra de la reflexión que estas 2 pensadoras realizan en torno a una nación que es compleja, y que no puede utilizarse de manera, ¿cómo decirlo?, no se puede generalizar a la hora de hablar de la comunidad, debe especificarse el sentido y la acepción desde la que se utiliza porque últimamente se habla muchísimo de la comunidad, pero como advierte you Silvia Federici, no debe banalizarse este término porque nos jugamos mucho en él, y lo vamos a ir viendo. A mi me gustaría que todo lo que yo dijera sobre la comunidad se pusiera a dialogar con lo que aquí se ha ido exponiendo a lo largo de todo el curso y en conjunto del equipo docente ha ido exponiendo en torno a la identidad, a las transexualidades, a las intersexualidades, incluso a las comunidades queer, que serían pues la ilustración perfecta de esta idea de comunidad a la que apuntamos, que justamente you no está basada en un rasgo identitario compartido por todos sus miembros, sino en un rechazo sobre la categoría de identidad que, por ejemplo, pues las personas queer consideran que la identidad es un significante y semivacío que puede resignificarse y puede reinventarse de una forma constante y lo hacen a partir de la performatividad de género de un modo diverso a como es el esperado por la normativa. Lo vamos a ir viendo. Voy a leer esta cita y a ver qué os sugiere. Refiriéndose a Arendt, Roberto Espósito escribió a principios de este siglo, la comunidad es lo que relaciona a los hombres en la modalidad de la diferencia entre ellos. Esta forma de entender la comunidad política abre un importante espacio de reflexión, pues aquí la comunidad no se constituye sobre la base de una previa identidad compartida y estable. Esto es, frente a lo que ahora denominaríamos políticas de identidad, el énfasis se halla en la diferencia y en la distinción, en la singularidad. Es decir, que las comunidades antes eran pensadas en torno al rasgo identitario común que mantenían sus miembros, y que Roberto Espósito subraya que a partir de la reflexión que hace Arendt que es teórica política, recordemos que tiene numerosos ensayos muy interesantes, hombres en tiempos de oscuridad sobre el género biográfico, sobre la vida de diferentes hombres y mujeres que han marcado el siglo XX. Los orígenes del totalitarismo, qué es la revolución, qué es la política, etcétera, etcétera, es decir, es una pensadora. Arendt propone pensar el espacio político como el lugar que existe entre las personas, es decir, es ese inter, ese, ese interés, ese espacio que existe en la pluralidad, lo que permite y donde se instala la diferencia. Las acciones, dirá Arendt, como you dijimos respecto a la identidad, no es el comienzo de algo, no son el comienzo de algo, sino son el comienzo de alguien, constituyentes de quién es alguien. Por tanto, aquí al hablar de comunidad debemos romper con esa idea de colectivos cerrados y comunidades que se sustentan en la identidad compartida de sus miembros. En la comunidad está instalada, están instaladas en plural, las diferencias porque la diferencia es un concepto irrepresentable e irreductible por mucho que queramos agotar en nuestro discurso todas las diferencias posibles que nos atraviesan y nos constituyen, habrá muchas que pasen desapercibidas o que invisibilicemos de alguna manera porque es un concepto que nunca podrá de alguna manera representarse o estar siempre en constante resignificación. Bien, las preguntas que plantea Fina Birulés en su reflexión, me parecen muy interesante para poner pues eso, establecer este diálogo con las comunidades queer y con la reflexión que you hicimos sobre la identidad. ¿Cómo dar con una noción de subjetividad que dé cuenta de la diferencia como algo dado sin caer en definiciones esencialistas ni negar su especificidad histórico-política? Ella considera refiriéndose también a Arendt respecto a lo judío, que la nacionalidad de cada persona es algo dado que una persona no puede elegir, tal vez pueda elegirla en un futuro, ¿no? Decidir dónde nacionalizarse. Pero en todo caso, estas diferencias que nos constituyen y que muchas veces son retomadas por parte del poder y pensando en el marco del sistema sexo género, las personas intersexuales no eligen nacer con una ambigüedad sexual, entonces cómo pensar este algo dado sin caer en términos esencialistas sino estableciendo un discurso que permita ser a esas personas en un marco político, cómo establecer una comunidad donde esa diferencia sea considerada, interpretada como algo dado que debe tener su lugar en lo político. La subjetividad es siempre un relato y no la revelación de una esencia. Volvemos a retomar una idea que you presentamos en la reflexión que hicimos en torno a la identidad, si os acordáis vinculada con la narración, la subjetividad a parte de cómo lo exponíamos desde el paradigma de Judith Butler, es un proceso de sujeción a unas normas que una persona puede subvertir en mayor o menor medida en función de cómo se apropie de esos discursos, y de lo consciente que sea de los discursos que los atraviesan. Ahí empieza todo un proceso de desaprendizaje como me gusta decir a mí, que constituye también parte de nuestro viaje identitario de reescritura constante. Entonces, esta subjetividad también la vimos desde el paradigma de Adriana Cavarero que sigue también de cerca a Hannah Arendt, y en el paradigma de Cavarero esa subjetividad estaba vinculada muy estrechamente a la posibilidad de establecer o de escribir una narración en torno a la identidad de una persona, porque era nuestra condición narrable lo que constituía la identidad de nuestro ser, de quién somos. Entonces esta subjetividad dice Fina Birulés refiriéndose a Hannah Arendt es siempre un relato, es siempre narración. Y si es siempre narración, hay una trama que puede reescribirse, y esto es importante cuando pensamos en la identidad y cuando pensamos también en la noción de comunidad, porque esa comunidad después you veremos como damos el salto al mundo común y esa comunidad en el fondo nos está incluyendo a todos y tenemos que lidiar con una serie de diferencias a las que muchas veces pues no somos lo suficientemente receptivos o no tenemos la escucha adecuada, ¿no? Haciendo un poco de autocrítica. Entonces, esa subjetividad, si es un relato puede reescribirse, pero para ello deben ponerse en evidencia qué discursos conforman nuestras subjetividades, y hasta dónde tenemos poder o no de reinterpretar esa condición o ese algo dado que está en todos nosotros, ¿no? Bien, seguimos. Sentir gratitud por el don que se nos ha concedido, por el presente de la feminidad o de cualquier otra diferencia y tomarla como propia, tener iniciativa, re-presentarlo, ponerlo en juego a través de la palabra y la acción, en un contexto donde están los demás y desde donde descubrir quiénes somos, distinguirnos. En la misma línea que he estado diciendo y que recupero de nuevo todo lo que se dijo en torno a la identidad vinculada al concepto de narración, lo algo dado, la expresión de Fina Birulés que me parece muy ilustrativa de lo que es la diferencia, es algo dado, hay que establecer un discurso en torno a esa condición, a nuestra condición y a eso que nos constituye y por tanto nos la apropiamos, tenemos iniciativa, establecemos una serie de, o realizamos una serie de acciones que si lo ponemos, si lo concretizamos todo esto que se está diciendo en abstracto, podíamos referirnos por ejemplo al activismo trans de las identidades trans. Ese algo dado se reapropia y se constituye un discurso que you no está centrado en el supuesto y pongo muchas comillas en este supuesto, error que se les considera del cuerpo de las personas trans, si no que esas preguntas como visteis en el vídeo de Miquel Missé, están lanzadas a la sociedad porque el marco histórico, social y normativo, que no les considera como sujetos desde el paradigma de Judith Butler, ese marco es el que hay que cambiar justamente para ampliar una condición corporal como es la intersexualidad desde mi punto de vista, una condición corporal y es el marco el que hay que cambiar, porque es el que no permite que ciertas personas con esa diferencia tengan un lugar en el espacio público, en la política. De algún modo aquí se nos está invitando a la acción política de reapropiarse de ese algo dado, de ese don, sea la feminidad, sea la masculinidad, sean las nuevas formas de vivir las feminidades y las masculinidades, y yo pongo aquí la acción para no repetir las palabras de Arendt que son el comienzo de alguien, pues es la creación de mundos posibles y esto tenemos que permitirlos, que permitir esos mundos y que facilitar la creación de esos mundos creo que entre todos. Es responsabilidad en el sentido etimológico de esta palabra, de dar respuesta y no puede dejar de ser política, entre todos. Seguimos, hay una imagen muy ilustrativa de cómo sería esta comunidad pensada por Hannah Arendt, que es la de una mesa imaginaria a la que tiene que alguna vez que corresponderse una mesa real donde puede haber diferentes personas sentadas que tendrán una, no tienen un rasgo identitario común, más que pertenecen a la condición humana y están ahí sentadas porque, bueno están sentadas a una mesa, que es el mundo común, pero en realidad cada una comprende la identidad, la comunidad de una manera distinta. Voy a leer, ahora en realidad cada uno tiene solo su imagen de la percepción y no puede estar seguro en absoluto de que a la mesa vista le corresponda una mesa real, pues esta realidad se establece precisamente de manera fiable en la comunidad. Con ello desparece la mesa como el entre que une y separa, y queda una masa de individuos sin enlace. Aquí se está reivindicando la diferencia entre las personas y lo que nos une es el hecho de compartir un espacio tiempo y un vínculo como diría Judith Butler. Somos vulnerables en el sentido de que nuestra condición es estar expuestos a los otros, y estamos expuestos tanto a la violencia, a la interpelación de los demás, al amor, a la amistad, a las diferentes relaciones que se establecen entre las personas. Y la imagen de la mesa me resulta muy interesante porque da cuenta de una serie de personas reunidas en un momento concreto en torno a una mesa imaginaria posibilitando la creación de una comunidad sin necesidad de que compartan rasgos comunes, son seres, son personas, comparten la condición de ser humanos y por tanto tienen que comprenderse. Hasta aquí el primer vídeo. [AUDIO EN BLANCO]