[MÚSICA] [MÚSICA] Hola a todos y a todas, soy Jéssica Faciabén. En este vídeo, vamos a trabajar los últimos conceptos del curso, y vamos a ver o a revisar cuestiones como la identidad y la sexualidad, atendiendo sobre todo a, el nuevo paradigma que puede suponernos para todo eso, internet. Así esta sesión está titulada como veis en pantalla, Identidades Virtuales y Sexualidad en Red. La cuestión de la Identidad, you se ha trabajado a lo largo de este curso y se vio cómo ha variado una noción de una identidad metafísica y esencialista donde el individuo se decía ser una cosa y esa cosa era invariable, inmutable y más tarde se pasaba una identidad denominada pues metafísica donde la construcción de la identidad se entiende como un devenir. En esta segunda clasificación de la identidad, vimos donde aparecía la figura del otro, el concepto de alteridad, para ello me interesa quedarnos en esta segunda concepción de la identidad y llevarla de alguna manera a internet. El internet más que en cualquier otro sitio probablemente, la idea del otro tiene una presencia y una agentividad fundamental en tanto que cuánto estamos en internet, cuando somos on line, requerimos del otro y de alguna manera exigimos la presencia del otro para que valide nuestra existencia en internet. Uno de los conceptos que se ha relacionado con la red es el concepto de prosumo. La palabra en sí, viene de la flexión de dos términos, producir y consumir. Así se entiende que, todo individuo en la red hace un ejercicio de prosumo. En tanto que, produce en esta cuestión textos, materiales, cualquier formato que aparezca en la red y a su vez, consume lo mismo llegado desde otros usuarios. Esta idea os la presento porque la identidad en lo virtual, en la red funciona de una manera de prosumo muy muy ejemplificante, es decir, nosotros somos en la red en tanto que hay alguien, hay algún otro que nos consume en la red y nosotros somos a nuestra vez, porque consumimos lo de otros en la red, así podríamos hablar de una identidad de prosumo en la red. En cuanto a la identidad, me gustaría también destacar que no estamos proponiendo una idea de identidad en lo on line, como una cuestión de disfraz como si aquello que somos en nuestra materialidad on line, fuera algo alejado completamente de nuestra materialidad off line. Hay que entender la identidad en la red hoy más que en cualquier otro momento, como una identidad donde lo digital y lo virtual se cruza y está permanentemente en nosotros, con nosotros, desde nosotros. Esta nueva concepción de la identidad va asociada de alguna manera a un nuevo estatuto del individuo. Algunos teóricos han propuesto el término de homo digitalis. En este sentido, el teórico Chul Han al que le estan haciendo referencia en este vídeo, definía el concepto como, es cualquier cosa menos nadie. En efecto, se manifiesta de manera anónima, pero por lo regular tiene un perfil y trabaja incesantemente para optimizarlo. En lugar de ser nadie, es un alguien penetrante que se expone y solicita atención. Esta cita refuerza esta idea, cualquier usuario de internet, solicita la atención del otro, requiere de esa alteridad para hacer de alguna manera completado sin ser cerrado, saciado, facturado de una manera inamovible. Vuelvo a insistir en la idea de esa identidad donde se deviene, ¿no? Donde yo devengo identitariamente en un proceso que no tiene límite, que es un proceso en continua construcción y por tanto es variable, es mutable. La misma idea del otro si la hacemos aterrizar en una cuestión más cotidiana, nos la vuelve a remarcar la teórica Meredith Haaf. Ella afirma, en el ámbito digital de nuestra vida cotidiana, no hay nada que parezca tan triste y desamparado como un estado de Facebook que no ha sido comentado ni ha generado ningún me gusta. Esta cita vuelve a poner como ejemplo, esa necesidad de existencia del otro para existir nosotros mismos. Donde la alteridad toma un papel fundamental en la cuestión identitaria individual. Mi yo requiere de un otro en lo virtual para poder existir. Otras de las cuestiones en internet es toda esa frontera entre lo que denominamos lo público y lo privado. Chul Han afirmaba, la falta de distancia conduce a que lo público y lo privado se mezclen. En internet es verdad que, nos exponemos de alguna manera. Y si os fijáis cuando usamos los términos de explicar algo en internet, decimos que lo hacemos público, publicamos en internet. No nos describimos, no nos narramos, no usamos esos verbos. Usamos justamente verbos donde la presencia de una visibilidad o de una exposición de parte de nuestra vida, queda a merced de todos esos ojos, que asumimos hay detrás de multitud de pantallas que pueden leerlos. La frontera entre lo público y lo privado en internet, si es verdad que asume una delgadez extrema y en esa delgadez además existen poros, por lo que lo público y lo privado, funcionan con unas dinámicas distintas a como las aplicamos fuera de lo virtual. Lo que yo considero puede ser público, en mi vida off line, no tiene que ser lo mismo que considero lo público en mi vida on line. Eso no quiere decir que lo que expongo en internet, sea más verídico o menos verídico que lo que expondría en mi vida off line. Simplemente insisto, es la necesidad de repensarnos como sujetos cruzados por lo virtual y imbrincados en lo digital. Es verdad que si decimos que la falta de distancia conduce a que lo público y lo privado se entremezclen, suele suceder y desgraciadamente cada vez es más común que en internet esta mezcla o esta distancia entre lo público y lo privado en ocasiones se vea saboteada. Para ejemplificar este caso, os traigo el ejemplo de la página Ashley Madison. Ashley Madison tiene un lema aplicable a cualquiera de los ámbitos de su conexión que es la vida es corta, ten una aventura. La cuestión de ser conocida de esta página saltó a los medios hace pocos meses, cuando esta página sufrió el ataque hacker por el que los datos, nombres, dirección, contacto, apellidos de los usuarios que hacían uso de esta página, fueron publicados por internet y hechos conocidos por todo el mundo. La cuestión tomó una dimensión mediática porque entre ellos habían muchas personas conocidas del ámbito público y político de muchos países. La idea de Ashley Madison es una página donde se ayuda a la cuestión de la logística en el momento en el que alguien, quiere tener una aventura. Os propongo esta página, por que de alguna manera me sirve de unión. Por una lado para hablar de la identidad que you hemos hablado y por el otro para relacionarlo con la cuestión de la sexualidad de la gente. Si os fijáis en la diapositiva que estáis viendo, aparece diferentes cuestiones a poder relacionar. Si dije, empieza diciéndonos cuál es tu situación sentimental. Os leo, Hombre comprometido que busca mujer. Mujer comprometida que busca hombre. Hombre soltero que busca mujeres. Mujer soltera que busca hombres. Hombre que busca hombre y mujer que busca mujer. A partir de aquí podríamos decir, bueno, es una página que atiende a todas las sexualidades. Yo no diría tanto, si os fijáis, mientras que las posibles relaciones de esa heterosexualidad obligatoria que you vimos con la vía de lectura de la semana 4, aparece cierta especificación de la situación es decir, hombre comprometido, mujer comprometido. Hombre soltero, mujer soltera. Cuando llega a los términos de atender a esas sexualidades minoritarias o no hegemónicas, como podría ser la homosexual o la lésbica, el matiz desaparece. Es un hombre que busca hombre o es una mujer que busca mujer. Que quiere decir es que no necesariamente tienen que ser personas que se identifican con una sexualidad gay o con una sexualidad lésbica. Sigo, la comunicación digital deshace en general las distancias. Justamente porque se deshacen estas distancias, Pareciera que la red amplifica de alguna manera la variación, la variabilidad, la diversidad. Sin embargo, en todo lo que vemos con la cuestión de la sexualidad no así con la cuestión identitaria, porque si algo bueno tiene internet es que nos permite no tanto decir lo que somos de una manera cerrada, sino que nos permite todo aquello que podemos ser o por lo menos todo aquello que no queremos ser. Ese abanico de posibilidades identitarios de construcciones identitarias que un individuo puede llevar acabo en internet, sin duda es una fuente de beneficios y ventajas. Ahora bien, en la inercia de internet en esa velocidad que lleva y que parece que impele y empuja a no tener el minuto de reflexión, lo que nos encontramos es que toda la cuestión de sexualidad y por tanto de género, entendiendo que el género no puede nunca desvincularse de la sexualidad, adquiere unos matices que no han sido subvertidos, que no han sido variados y que están y que se sostienen justamente en la tradición que venimos conociendo desde la historia. Un ejemplo de una posible variación de esto sería la página Chatroulette la teneis en pantalla. Esta idea, esta página tiene la idea de conectar a individuos vía web cam con el matiz de que el usuario que entre en esta página no sabe y no va a elegir con qué individuo va a conectarse mediante su webcam. Es decir, yo entro y no sé si voy a hablar con un hombre, con una mujer ni cualquiera de sus variantes. Quiere decir con esto que no es que no existan otras variantes, sino que en principio atiende solo a la distinción hombre, mujer. La idea de esta página podría parecer aparentemente social, sin embargo, muchos usuarios se han quejado de que en el momento en el que quieren hacer un uso social de esta página lo que se encuentran es toda una sexualización, donde cuando se conectan con otro individuo lo que se presenta es un individuo que está masturbándose, que generalmente suele ser un hombre. Es decir, como vemos la sexualidad o la sexualización de muchas de las páginas en internet acaba siendo una cuestión puesta en segundo plano. Es decir, existen numerosísimas páginas públicamente sexuales que en un buscador cualquiera las encontraríamos en primer término y existen todas esas sexualidades que acaban apareciendo como en un segundo nodo, en una segunda interfaz y que no buscan un público en general, sino que you atienden a una especificidad. Me interesa esta cuestión, porque volvemos de nuevo a esa idea de que internet ha convertido lo sexual en más tradicional que nunca. Y de alguna manera, cada vez que alguien quiere subvertir esta heteronormatividad, esta hegemonía a la que estamos acostumbrados, vemos que internet no ha sabido reformularse en un sentido de amplificar sin tener que poner en términos de jerarquía o de visibilidad. Por lo tanto, esa idea de la web 2.0 donde aparentemente eramos todos horizontales, que nos ampara justamente esa idea de prosumo de la que hablaba en cuanto al término de identidad en internet y lo relacionado con la sexualidad, aparece de un modo que no es tan horizontal. El ejemplo de esto y con esto pretendo acabar este vídeo, lo podemos encontrar también con las aplicaciones móviles que insisto, intentan conectar o facilitan la conexión entre 2 individuos, pero que de alguna manera el objetivo, el objetivo fundamental o generalmente así se entiende, es el de el encuentro sexual entre esos 2 individuos. Hay numerosísimas, os traigo solo algunas a modo de ejemplo justamente para ver como internet tiene esa heterosexualidad interante de la que no ha conseguido zafarse. Así por ejemplo existe la página, bueno más que la página perdón la aplicación de Tinder. Una aplicación para conocer personas destinada a un público en general. Y por lo tanto pensada para un público heterosexual. Y a su vez existen otras aplicación como Gindr o Romeo destinadas a un público homosexual. Y a su vez hay una nueva división destinada a un público lésbico que sería Wapa o Brenda. Os pongo este ejemplo, porque de alguna manera vuelve a mostrar como de alguna manera lo destinado a un público general, mayoritario es una página como Tinder. Es una secuencia de lecciones como lo que hemos visto en Ashley Madison, donde la especificidad o la posibilidad de abanico de elecciones entra dentro del paradigma heteronormativo. Para cuando se quiere dar reflejo a un paradigma minoritario no hegemónico, usemos el término que queráis aparecen esos satélites. Es decir, aparecen esas otras figuras que de alguna manera gravitan alrededor a modo de satélite sobre lo que diríamos la masa, lo general, lo establecido. Vemos por tanto, que la sexualidad en internet no está nada alejada de aplicar y utilizar los patrones de los que son herederos. La cuestión sería de alguna manera qué hacemos los usuarios y las usuarias con toda esta cuestión, cuando queremos posicionarnos y en el momento de posicionarnos tenemos que elegir si queremos ser un satélite o una postilla, aquello general porque internet de alguna manera permite una visibilidad, pero es verdad que utilizan diferentes interfaces para ello. Conectarse a según qué páginas están muy relacionadas con una cuestión más cercana a lo pornográfico que a lo social. Es decir, si una página como Tinder está vinculada o destila cierta sexualidad y es su función, tiene de alguna manera mucha más visibilidad que todas las demás aplicaciones destinadas a una minoría sexual. Así you para acabar el vídeo, recordar lo que hemos estado viendo. Es decir, mientras que internet de alguna manera en la cuestión identitaria, individual de cada sujeto ha conseguido facilitar herramientas para que el individuo pueda sentirse más voluble que nunca, ha hecho justamente el movimiento contrario respecto de lo relacionado con la sexualidad y el género. Creando por tanto, que todos esos individuos que quieren participar de otras realidades acaben formando esas comunidades que también se han visto en este curso y que están relacionadas por su diferencia. Es decir, formar comunidad a partir de las diferencias y no de aquello que hace una comunidad homogénea. Espero que os haya servido y que se haya aclarado todo, para cualquier cosa no dudéis en hacerlo explícito en los foros y lo aclaramos. Muchísimas gracias. [AUDIO EN BLANCO]