Durante sus 60 años de historia, la inteligencia artificial ha tenido ciclos de éxitos extrapolados, entusiasmos efervescentes, expectativas excesivas y decepciones desalentadoras. [MÚSICA] >> Debido a los éxitos y avances recientes relacionados con el aprendizaje profundo, se ha generado un entusiasmo que nos lleva a preguntarnos si se está inflando una burbuja próxima a reventar. Algo similar ocurrió con el big data, que sigue siendo útil bajo la más modesta camisa de “ciencia de datos”, pero ya no suena tanto en medios. Con la aparición de los autos autónomos, disrupciones laborales, robots asistentes en el hogar, las expectativas han aumentado considerablemente. La inteligencia artificial finalmente está encontrando muchas aplicaciones en diversos dominios, lo que antes había sido muy limitado. Las empresas dedicadas a inteligencia artificial han estado creciendo. Por ejemplo, el valor de las adquisiciones de empresas relacionadas con la inteligencia artificial en Estados Unidos, fue diez veces mayor en 2017 que en 2015. Las empresas de tecnología más grandes del mundo han estado invirtiendo cientos de millones de dólares en inteligencia artificial. I.B.M, las distintas ramas de Alphabet, antes Google, Facebook, Amazon, Alibaba, Uber, Microsoft, Badoo, Yandex, etcétera. Nadie se quiere quedar atrás. Y si hacemos una búsqueda en Google scholar, podríamos pensar que la inteligencia artificial va en picada, ya que el número de publicaciones con el término “artificial intelligence”, se redujo en 2017 a la mitad del nivel de 2013. Sin embargo, “deep learning” ha estado creciendo rápidamente en el mismo periodo. Si siguen estas tendencias, en 2018 habrá más publicaciones que mencionan explícitamente al aprendizaje profundo, que las que mencionen a la inteligencia artificial. No diríamos que la inteligencia artificial está perdiendo popularidad; es común que cuando una disciplina crece y genera especialidades, como es el caso del aprendizaje profundo, la gente deja de referirse a la disciplina y lo hace directamente sobre la especialidad. En academia, casi todas las universidades tienen un área dedicada a la inteligencia artificial, aunque no tenga ese nombre. Por ejemplo, este año se lanzó la iniciativa en MIT IQ, Intelligence Quest, la cual coordina a nivel del instituto la investigación relacionada con la inteligencia en humanos y máquinas. >> El dinero está fluyendo y seguirá por lo menos durante algunos años más. Si se llega a otra etapa de decepción desalentadora o no, dependerá no sólo de los logros en los próximos años, sino también de lo realistas que sean las expectativas. [MÚSICA]