[MUSIC] La educación de la sexualidad también contribuye al desarrollo de las competencias que las personas requerimos para analizar y transformar el entorno con el fin de generar las condiciones para disfrutar del más alto nivel posible de bienestar. En este curso vamos a profundizar en algunas de las competencias requeridas para manejar los cambios que se producen en las dimensiones biológica, psicológica y social que caracterizan la sexualidad a lo largo de la vida y en cada contexto sociocultural. De este modo, hemos definido un marco de referencia que tiene en cuenta algunas de las convenciones que se utilizan para el estudio del desarrollo humano. El primer referente para la descripción de las competencias es el temporal. Es decir, las competencias las presentamos organizadas de acuerdo con períodos de edad cronológica. Adicionalmente, como segundo referente, decidimos incluir los nombres que se asignan a estos períodos de edad, en la literatura del desarrollo. Por último, otro criterio que usamos para identificar las competencias que se fomentan a través de la educación de la sexualidad, es el de los cambios en algunas de las principales características de la sexualidad que suelen ocurrir en esas edades o períodos. [SOUND] De cero a cinco años Durante la infancia y niñez temprana, los niños y las niñas reconocen el sexo y el género. Asimismo, reconocen las figuras parentales como principal fuente de cuidado, y además adoptan hábitos de autocuidado. Por ejemplo, usar el baño para orinar sin pedir ayuda, y las principales rutinas de cuidado personal como lavarse los dientes [SOUND] De seis a nueve años En la niñez media, las niñas y los niños establecen nuevas relaciones por fuera del contexto de la familia, y adoptan las reglas sobre la manera como se deben tratar las personas entre sí, es decir las características del trato físico y verbal con personas de la misma edad. Además, son capaces de reconocer el trato diferencial y desigual que se da a hombres y mujeres. Por ejemplo, una niña que quiere jugar fútbol, pero la excluyen porque se cree que las niñas no deben practicar ese deporte. De diez a 14 años, durante la pubertad, las chicas y los chicos identifican y valoran los cambios del cuerpo que llegan con este período, como la primera menstruación y la primera eyaculación. A esa edad también reconocen las manifestaciones físicas del deseo, la excitación y la gratificación sexual, y distinguen diversas actividades sexuales. Por ejemplo, reconocen que el ritmo cardíaco y respiratorio se les acelera cuando ven a la persona que les atrae. [SOUND] De 15 a 18 años. Durante la adolescencia, al igual que en la etapa anterior, las chicas y los chicos descubren la atracción afectiva y sexual que experimentan por otras personas, y adoptan diversas prácticas de cuidado de sí mismos y de los demás en las relaciones afectivas y en el comportamiento erótico. Por ejemplo, reconocen el uso del condón como método de auto cuidado y de mutuo cuidado De 19 a 39 años. Durante la juventud y la adultez temprana, las personas afianzan su identidad con el sexo. Con el género y con la orientación sexual. De igual modo, se consolidan las decisiones con respecto al proyecto de vida afectivo y reproductivo. Por ejemplo, los hombres pueden decidir sin presión si quieren o no ser papás y cuándo serlo. [SOUND] De 40 a 59 años. En la adultez media Las personas identifican y valoran los cambios corporales que caracterizan la menopausia y la andropausia, y también son capaces de reconocer roles sociales diferentes a los de la maternidad, la paternidad o los relacionados con la relación de pareja. Además, los cambios corporales de este período de la vida favorecen la actualización de la sexualidad. Y la reflexión en torno al proyecto de vida. Por ejemplo, las parejas que you no tienen que cuidar hijos pueden sentirse más libres para dedicar tiempo a sus propios intereses y para aprender nuevas habilidades. [SOUND] A los 60 años o más. En la adultez avanzada y la vejez, las personas analizan críticamente su historia de vida, afirman su sexualidad como una faceta de la identidad y contribuyen a la actualización de la sociedad, compartiendo su propia experiencia. Por ejemplo, con base en su trayectoria de vida, pueden analizar los mandatos culturales que vulneran los derechos humanos en la sociedad. Y animar a que se generen transformaciones en las nuevas generaciones. Cabe anotar que este marco de referencia no constituye una teoría del desarrollo de la sexualidad, es únicamente una guía que propone el Grupo de Investigación Familia y Sexualidad. Para definir las competencias que se pueden fomentar con iniciativas de educación de la sexualidad. En los módulos siguientes tendrás la oportunidad de profundizar en los elementos de este planteamiento. Esperamos que este marco de referencia te sea útil como guía para la planeación, implementación y evaluación de iniciativas de educación de la sexualidad. No obstante, te recomiendo que al usarlo tengas en cuenta que el desarrollo de cada persona es, por una parte, como el de todos los seres humanos, es igual. Por otra parte, es como el de algunos seres humanos, similar. Y en muchos aspectos es como ningún otro ser humano, único. Por lo anterior, te invito a asumir una actitud crítica frente a los planteamientos que hacemos en los siguientes módulos, a partir de este marco de referencia. En particular es muy importante que te preguntes, ¿qué de lo que te planteamos ocurre o no en el medio sociocultural en el que vives y trabajas? ¿Cuál de los tres criterios usados en la descripción resulta más útil o pertinente en este contexto? ¿Qué otro criterio podrías incorporar al marco de referencia para describir y organizar las competencias que es importante fomentar a través de la educación de la sexualidad en tu entorno? Por último. Cabe señalar que en este curso hemos optado por abordar las competencias de acuerdo con el ámbito en el que se encuentran los agentes sociales que comienzan a cobrar importancia en la educación de la sexualidad, en la medida que crecemos. La familia, la escuela, los servicios de salud y comunitarios, los medios de comunicación. No obstante, debemos recordar que la educación de la sexualidad ocurre en todos los ámbitos de interacción humana, y que todos los agentes sociales participamos en esa tarea a lo largo de la vida. El grado de implicación de los agentes sociales varía según el contexto sociocultural en el que vivimos. Hay contextos en los que los agentes sociales de la familia cumplen un papel preponderante toda la vida, mientras que en otro son los agentes de saludo comunitarios los que más relevancia adquieren en el proceso. En síntesis, te invito a que en cada uno de los módulos que siguen identifiques cómo se aplica lo que exponemos a la situación particular del medio en el que vives o trabajas. [MUSIC]