[MUSIC] La sexualidad, como lo hemos planteado, es una faceta de la identidad que implica procesos biológicos, psicológicos y sociales. Ahora bien, cuando hablamos de la niñez y de la adolescencia, en general estamos hablando de un período que abarca aproximadamente 13 años en la vida de una persona, y en el que pasan muchas cosas. Así que en esta lección nos dedicaremos a analizar transiciones que experimentan las niñas y los niños. En los tres procesos involucrados en el desarrollo de la sexualidad y las competencias que requieren para responder a los desafíos que estos implican. Para facilitar la comprensión de esta primera parte de la lección, nos concentramos en analizar una propuesta de seis competencias básicas relacionadas con el cuerpo que te voy a compartir en la medida en que avance el vídeo. Estas seis competencias son las mínimas que requerimos para manejar los cambios corporales que experimentamos a lo largo de la vida, y para responder a los desafíos con relación al cuerpo que nos plantea el contexto en el que vivimos. Para iniciar, hagamos el siguiente ejercicio que nos va a permitir contrastar nuestra propia experiencia con lo que conversamos acerca de los desafíos que implica el desarrollo de la sexualidad en la niñez y la adolescencia. Recuerda registrar las reflexiones que te suscite el ejercicio en tu portafolio de evidencias. [MUSIC] Los resultados del ejercicio que acabas de hacer muestran el tipo de mensajes que reciben niñas y niños con respecto a los procesos biológicos de la sexualidad. Como agente social que lidera iniciativas de educación de la sexualidad, necesitas conocer las creencias que prevalecen en tu medio sobre estos procesos para tomar decisiones sobre lo que vas a hacer para promover el bienestar de las personas. Con las que interactúas. [MUSIC] En este período de la niñez y la adolescencia, las personas experimentamos varios cambios corporales, unos más significativos que otros. Para definir las competencias es importante conocer los cambios a los que se van a enfrentar las niñas y los niños en ese período. Es por ello que aquí los vamos a describir brevemente. Entre los seis y los diez años, los cambios corporales que experimentan las niñas y los niños se centran principalmente en que el cuerpo continúa creciendo, aumenta la estatura y el peso, y la apariencia física se mantiene muy similar a la de la niñez temprana. El único cambio significativo, que para algunos puede representar una experiencia que afecta la percepción que tienen de su cuerpo dadas las reacciones que despierta en las otras personas, es el cambio de los dientes. Luego alrededor de los 11 años, comienzan los cambios que caracterizan la pubertad. Esto suele ocurrir, en la mayoría de los casos, a esa edad. Aunque en algunos niños y algunas niñas, puede suceder antes de los 11, y hay chicos y chicas incluso que la pubertad aparece después de los 16. En este período las transformaciones son externas, son notorias, aparecen las características sexuales secundarias, hay un crecimiento acelerado y, progresivamente, el cuerpo va adquiriendo la apariencia de una persona adulta. Los cambios que se experimentan en estos años tienden a estabilizarse alrededor de los 19 años. [MUSIC] Dada la trascendencia de estos cambios corporales en la vida de las personas, es importante que, en la edad escolar, las niñas, los niños, y adolescentes logren las siguientes dos competencias antes de que dichos cambios ocurran. De esta manera, estará en la capacidad de anticiparlos, de manejarlos cuando los experimenten y de asumirlos como una más de las características de ser un ser humano. Competencias uno y dos. Uno, identificar los órganos sexuales internos y externos y sus funciones, y diferenciarlos de los órganos que hacen parte del sistema urinario. Muy importante entre los seis y los nueve años. Dos, anticipar, comprender y valorar positivamente como parte del proceso de crecimiento, la aparición de los cambios físicos que llegarán con la pubertad, tanto en las niñas como en los niños. Es decir las características sexuales secundarias, el vello corporal, la menarquia o sea la primera menstruación, la espermarquia o sea la primera eyaculación, el aumento del tamaño de los senos, el cambio de la voz, la sudoración. Crecimiento acelerado. Muy importante entre los nueve y los 11 años. [MUSIC] A medida que experimentan estos cambios corporales, las niñas, los niños y los adolescentes afianzan una competencia que se fomentó desde la infancia y la niñez, el reconocimiento y la aceptación del propio cuerpo. En efecto, a medida que crecen y avancen su proceso de desarrollo, identifican las creencias, las percepciones, las actitudes y las valoraciones que prevalecen en el medio cultural en el que viven, con respecto a las características corporales, en particular las características sexuales. También reconocen las expectativas que socialmente se tienen con respecto a su cuerpo, por ejemplo, sobre cómo debe lucir un cuerpo para ser considerado bello, atractivo o saludable. Además, distinguen las normas sociales que regulan el uso que se le puede dar al cuerpo, y las reacciones que generan sus nuevas apariencias en las personas con las cuales interactúan cotidianamente. Ahora bien, como en la mayoría de las sociedades tenemos dificultades para comprender la sexualidad como una dimensión de la identidad, e integrarla a la dignidad de ser humano. Es fundamental que en la edad escolar proveamos las herramientas y oportunidades para que niñas, niños y adolescentes alcancen las siguientes dos competencias con relación al significado del cuerpo. Competencias tres y cuatro. Tres, analizar críticamente las creencias infundadas sobre los cambios en el cuerpo de hombres y mujeres durante la pubertad. Y reconocer dichos cambios como algo natural, valioso, una manifestación de crecimiento, muy importante entre los nueve y los 14 años. Cuatro, reconocer y valorar positivamente las capacidades de sus cuerpos, capacidades sensoriales, de velocidad, flexibilidad, fuerza, ritmo, coordinación, orientación y equilibrio, independientemente de que seamos hombres y mujeres Muy importante entre los seis y los 19 años. [MUSIC] En la primera lección del módulo dos, con Carlos, identificaste que hacia los seis años, en la mayoría de niños y niñas, you se ha instaurado por completo la privacidad. Es decir, diferencian claramente las partes del cuerpo que en cada cultura son públicas, de las que son privadas. Distinguen las actividades de la vida cotidiana que se llevan a cabo a solas, de las que se llevan con el apoyo de otras personas. Identifican los comportamientos con respecto al cuerpo que en su entorno se consideran apropiados, y los diferencian de los comportamientos inapropiados. En este orden de ideas, para fortalecer las prácticas de autocuidado que se comenzaron a promover en el entorno familiar, es muy importante fomentar las siguientes dos competencias en la edad escolar. Competencias cinco y seis. Cinco, mantener hábitos de aseo personal autónomos y cuando llegue la pubertad, resaltar la importancia del baño diario por el cambio en la sudoración, el monitoreo del ciclo menstrual para anticipar los días de sangrado y los días fértiles, el aseo de los genitales, específicamente el aseo del pene no circuncidado, la vulva y el interior de los labios mayores. La disposición y lavado de la ropa interior y la ropa de cama si ha habido una eyaculación o mancha menstrual, muy importante en los 11 años. Seis, identificar personas adultas de confianza en la red social a las cuales acudir en caso de que otra persona tenga comportamientos que vulneren su derecho a la privacidad, o el de otras personas cercanas a ellos. Desde los seis años, una competencia muy importante. [MUSIC]