[MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA] Vamos a ver ahora la KV 1. KV 1 es la tumba de Ramsés VII. Esta tumba es la primera que encontramos al llegar al Valle de los Reyes, al Valle oriental de los Reyes, a mano derecha. Y allà es la posición de KV 1, también la de KV 2. Recordaros que KV 2 es la tumba de Ramsés IV. Fijaros que KV 1 está en una situación realmente muy similar a la de KV 2 o, incluso, a la KV 9, la tumba de Ramsés VI, similar en cuanto a que estas tumbas monumentales quedan dispuestas en la parte inferior de una loma, en un saliente de la loma. Esto es interesante, dado que probablemente con esta acción, lo que buscaban los antiguos egipcios era liberar de algún modo la entrada de la tumba de las zonas más expuestas al agua de la inundación. KV 1, la tumba de Ramsés VII, también es una de las tumbas que desde siempre han sido accesibles a los visitantes. Prueba de ello también son los numerosos graffiti que se han hallado en su interior. De hecho, la monumentalidad de la tumba, como hemos ido viendo muchos ejemplos de época ramésida, ha sido un factor fundamental para que ese acceso haya estado libre de obstáculos, hasta las excavaciones en el último siglo. En este sentido, hay que indicar, sobre todo, dos actuaciones, por una parte, la muy posible actuación llevada a cabo por Alexander Piankoff, en los años 50 del siglo XX. En esa época él estuvo visitando varias tumbas del Valle de los Reyes, con el objetivo de realizar epigrafÃa y fotografÃa para documentar las las inscripciones e iconografÃa de estas tumbas, entonces es posible que, en su necesidad de poder recabar la mayor información sobre la tumba, tuviera que realizar estas labores de limpieza. Y por otra parte, tenemos las excavaciones de Edwin Brock, en 1983-1984, en la parte interior de la tumba, pero también, y no menos interesantes, las que llevó a cabo en 1994. Éstas se realizaron en las partes exteriores de la tumba y uno de los descubrimientos más significativos fue precisamente el hallazgo de lo que aparentemente eran dos grandes plataformas constituidas por escombros, que pudieran vincularse a torres de un pilono. Asà estarÃamos hablando de que la monumentalidad de la tumba KV 1 no sólo quedarÃa marcada por sus dimensiones, por esa entrada de grandes dimensiones, sino también por un acceso exterior a base de un pilono o algo similar a un pilono. La tumba, como podéis ver, es muy corta, apenas llega a los 45 metros de longitud. Tiene un desarrollo sencillo, tenemos que pensar que Ramsés VII reinó en torno a los ocho años. Con ocho años podrÃa haber hecho un monumento mucho más extenso, sin duda. Pero el trabajo quedó limitado a estos tres pilones corredores, A, B, C y el inicio de un cuarto corredor que, en este caso, quedarÃa casi como una cámara lateral. En el primer desarrollo de la tumba, volvemos a encontrar el libro de las Cavernas, el Libro de las Puertas. En lo que se improvisa como cámara sepulcral hallamos el Libro de la Tierra, también un techo astronómico y en la parte final, El monarca ante Osiris. Fijémonos ahora en las dimensiones del corredor, de los corredores, de la tumba. Tenemos una altura que llega a los 4 metros y 5 centÃmetros, con lo cual you es una cifra muy importante, pero dentro de lo que podemos esperar para la época y, en cambio, la anchura supera los 13 metros, 3 metros, perdón, 3 metros, 13 centÃmetros. Cuando entramos en la tumba, mano izquierda, hallamos esta imagen. Fijémonos como, en la parte izquierda, aparece el faraón, realizando una fumigación y justo a su derecha, encontramos un dios que en la inscripción es identificado como Ra-Horus-Akhty-Atum-Khepri, es decir una sincretización de dioses solares. En cambio, en la otra pared, en la pared de enfrente, en la pared de la derecha, según entramos en la tumba, hallarÃamos al faraón Ptah-Sokar-Osiris. Eso es la cámara sepulcral; una vez hemos dejado el segundo corredor con esas inscripciones vinculadas al Libro de las Puertas y al Libro de las Cavernas, llegamos a la cámara sepulcral, donde encontramos, ambos lados, cerca de 17 escenas que podemos vincular al Libro de la Tierra. Aquà vemos escenas de la parte derecha, de la pared derecha y en este caso, vemos la decoración, inscripciones que se pueden asociar a este compendio y que son las que veis en este esquema que se acabó de poner. Por encima de estas paredes, you formando parte del techo, podemos ver una serie de tablas, que constituyen los llamados relojes estelares ramésidas. Los relojes estelares ramésidas están constituidos por 24 tablas que sirven para quincenas. Cada tabla representa una quincena y nos da información sobre las estrellas horarias que los egipcios utilizaban en esa quincena del año. Aquà podemos ver el techo astronómico de KV 1, la tumba de Ramsés VII. Es evidente la presencia de la diosa Nut, por duplicado, y en cada lado, hallamos no sólo listas de decanos o estrellas horarias, sino también una representación, una doble representación, de las constelaciones boreales. Aquà vemos uno de los ejemplos: lista de decanos, en esas columnas, constelaciones boreales. Entre ellas, por ejemplo, el toro, es decir Meskhetyu, vemos también al león, el cocodrilo, vemos, por ejemplo, a Anu, es decir esa figura hieracocéfala que no es otra que el propio dios Horus en su lucha contra Seth, simbolizado por ese toro y por supuesto, también esa diosa hipopótamo, que no es otra que una manifestación de la diosa Isis. Y en la parte inferior del techo, como veÃamos antes, esas tablas de los relojes estelares ramésidas. En lo que podemos llamar Corredor D, aquÃ, a modo de cámara lateral, con su propio nicho, encontramos ambos lados escenas que muestran al faraón acercándose al dios Osiris, es lo que estarÃa indicando con esa flecha de color rojo. Y justo por encima del nicho, podemos ver una embarcación en la que aparece un cerdo. Vemos la parte izquierda del cerdo, con esa colita y un babuino que le golpea. Esta es una escena que sin duda recordaréis en la cámara sepulcral de Horemheb, en el Valle de los Reyes. Eso está vinculado al Juicio de Osiris y forma parte del Libro de las Puertas. Ese es el sarcófago de Ramsés VII. En realidad, estamos ante una bañera de un sarcófago que ha sido colocada al revés, de modo que en realidad a Ramsés VII se le entierra en un hueco practicado en el suelo, con una bañera de sarcófago a modo de tapa, como veis por las inscripciones y la decoración. Esta fue la disposición original de esa bañera empleada a modo de tapa. También de este mismo monarca, se han encontrado algunas piezas de su ajuar, por ejemplo ushebtis como éste, de calcita. Respecto a Ramsés VIII, desconocemos dónde fue enterrado. Si Ramsés VII tuvo un reinado aproximado de ocho años, con Ramsés VIII estamos hablando de un reinado entre uno y dos años a lo sumo. Ramsés VIII, por ejemplo, aparece en el listado de hijos de Ramsés III, en su templo funerario de Medinet Habu, aquà varios prÃncipes. Fijaros que todos estos prÃncipes tienen una cobra en la frente, puesto que ellos llegaron a convertirse en reyes. Si nos fijamos en el último de esta lista, vemos que se trata de Ramsés VIII que, como nombre de entronización utiliza el nombre de Aj-En-Imen. Es posible que Ramsés VIII, como prÃncipe, entonces el prÃncipe Ramsés Sethherkhepeshef, comenzara la construcción de KV 19. Ésta es una tumba principesca, aunque finalmente, una vez convertido en rey, abandonará esta tumba que fue utilizada posteriormente por un prÃncipe de la época de Ramsés IX. [AUDIO EN BLANCO] [AUDIO EN BLANCO]