11 buenos hábitos de estudio que puedes desarrollar

Written by Coursera Staff • Updated on

Los buenos hábitos de estudio incluyen encontrar un lugar tranquilo para estudiar, tomar descansos, establecer objetivos y hacer exámenes de práctica. Aquí tienes la lista completa y las razones psicológicas por las que funcionan.

[Featured image] Woman studying in a quiet place at her home

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Estudiar puede ser difícil. La buena noticia es que cualquiera puede desarrollar buenos hábitos de estudio para que este sea más eficaz, eficiente y agradable.

¿Quieres desarrollar buenos hábitos de estudio? Empieza poco a poco—no esperes hacer todo lo que hay en esta lista, al menos no de inmediato; elige uno o dos en su lugar. También es importante que te fijes objetivos realistas y alcanzables. 

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Buenos hábitos de estudio para desarrollar

1. Encuentra un buen lugar para estudiar

Encontrar un buen lugar para estudiar es uno de los elementos más importantes para estudiar bien. Busca un lugar tranquilo, con un mínimo de distracciones, en el que puedas concentrarte y no te interrumpan los ruidos fuertes o la gente que quiere llamar tu atención constantemente.

Una biblioteca escolar o pública, una cafetería o un rincón tranquilo de tu casa pueden ser buenos lugares para empezar. 

¿Debo limitarme a un solo lugar para estudiar?

No necesariamente. Algunos estudios demuestran que cambiar ocasionalmente de lugar de estudio puede ayudar a retener la información. Esto se debe a que estudiar el mismo material en diferentes lugares ayuda a tu cerebro a crear múltiples asociaciones con ese material, lo que facilita que lo recuerdes [1]. Puede ser beneficioso encontrar tres o cuatro lugares en los que te guste estudiar y cambiar de sitio cuando te sientas atascado o necesites un cambio de ritmo. Dicho esto, cada persona es diferente. Encuentra lo que te funcione mejor.

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2. Minimiza las distracciones.

Elegir un buen lugar para estudiar puede ser el primer paso para mantenerte concentrado en tu trabajo. Pero hay muchos tipos de distracciones que pueden llegar a ti, independientemente del lugar que elijas para trabajar. Aquí tienes algunos consejos para minimizar estas distracciones:

  • Apaga el wifi: Si estás trabajando en una computadora y no necesitas el wifi, intenta apagarlo. Esto puede evitar que te adentres inadvertidamente en las partes del internet que te distraen.

  • Sé consciente de tu teléfono: No es ningún secreto que nuestros teléfonos inteligentes pueden distraernos enormemente. Apaga las notificaciones, mantén el teléfono fuera de tu vista en tu cartera o dáselo a un amigo para que no lo consultes con demasiada frecuencia para mantener tu concentración. También puedes probar una aplicación de concentración, como Forest o Focus To-Do, que puede bloquear las aplicaciones que te distraen y establecer horarios de enfoque específicos para las sesiones de estudio.

  • Estudia con un amigo: A veces, estudiar con un amigo o dos, tanto si estás trabajando en el mismo material o no, puede ayudarte a mantenerte responsable y concentrado. Asegúrate de que cada uno de ustedes esté en la misma línea de estudio y de que no se distraigan, al menos hasta que llegue el momento de tomar un descanso.

¿Debo escuchar música mientras estudio?

Escuchar música mientras estudias tiene algunos beneficios: puede mejorar tu estado de ánimo y calmar la ansiedad o el estrés. Pero los estudios demuestran que la comprensión lectora tiende a disminuir cuando la música es demasiado alta, tiene un ritmo rápido o contiene letras [2]. Limítate a las canciones relajadoras e instrumentales mientras estudias, y guarda los números alegres para los descansos.

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3. Toma descansos.

Tomar descansos intencionados se ha relacionado con una mejor retención, una mayor atención y un aumento de la energía. Las investigaciones demuestran que trabajar durante unos 50 minutos y luego hacer una pausa de 15 a 20 minutos puede conducir a una productividad óptima [3]. Aquí tienes algunas formas de darte un respiro:

  • Da un pequeño paseo

  • Escucha una canción que te levante el ánimo

  • Relájate con un amigo

  • Estira

  • Medita

  • Desconéctate y sueña despierto

  • Come una merienda o refrigerio

  • Date una ducha

  • Limpia el escritorio o la habitación

No todos los descansos son iguales. Se ha comprobado que consultar el teléfono o las redes sociales durante la pausa de estudio disminuye el rendimiento [4]. 

4. Espacia el estudio.

Estudiar a fondo puede ayudarte a sacar una buena nota en un examen, pero los estudios demuestran que es mucho más probable que olvides esa información en cuanto acabe el examen. Para retener realmente el material aprendido (y hacer que la época de exámenes sea menos estresante) es necesario que las sesiones de estudio sean constantes y estén bien espaciadas.

En vez de dejar el estudio para antes de un examen, repasa brevemente el material aprendido una vez a la semana. Si estás estudiando para un examen, espacia el estudio hasta varias semanas (o incluso meses, dependiendo del examen) antes del día del examen. Esto puede ayudarte a retener la información a largo plazo. 

5. Establece objetivos de estudio para cada sesión de estudio.

Establece objetivos de estudio para cada sesión de estudio que tengas. Estos objetivos pueden basarse en el tiempo o en el contenido. Por ejemplo, puedes proponerte estudiar durante dos horas, o repasar tres capítulos de tu libro de texto, o ambas cosas.

No seas demasiado duro contigo mismo si no consigues estudiar todo lo que habías planeado; a veces estudiar puede llevar más tiempo del esperado. Sigue haciendo descansos bien espaciados y programa otra sesión de estudio.

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6. Recompénsate.

Recompensarse con premios—o "sobornarse"—se ha relacionado con un mejor autocontrol, y puede ser útil para formar buenos hábitos [5]. Decirte a ti mismo que recibirás una pequeña recompensa si terminas la sección que querías terminar, o quizás una recompensa mayor si tienes un día de estudio productivo, puede ser una buena motivación para llegar a tu objetivo. 

Las pequeñas recompensas pueden ser un dulce, una bebida caliente de tu cafetería favorita, un juego rápido de tu elección o un episodio corto de un programa de televisión. Las recompensas más grandes para un largo día de estudio o para terminar con un examen pueden ser conseguir tu comida favorita, pasar un tiempo de relajación con tus amistades o familia o hacer tiempo para tu actividad favorita.

7. Estudia con un grupo.

Formar un grupo de estudio tiene varias ventajas. Los miembros del grupo pueden ayudarse mutuamente a resolver problemas difíciles, darse ánimos, responsabilizarse mutuamente de los objetivos de estudio, aportar diferentes perspectivas y hacer que el estudio sea más agradable. Incluso explicar a los demás los conceptos difíciles puede ayudar a la comprensión y la retención.

Si tienes una sesión de estudio en grupo, establece un objetivo por el cual el grupo trabajará y haz descansos periódicos como si estudiaras solo.

8. Toma exámenes de práctica.

Los exámenes y las pruebas de práctica se consideran desde hace tiempo herramientas útiles para ayudar a los estudiantes a aprender y retener la información. Además de revelar las lagunas en los conocimientos y reducir la ansiedad ante los exámenes, el hecho de someterse a ellos nos hace recuperar la información de la memoria, una forma poderosa de retener la información que hemos aprendido [6].

¿No tienes un examen de práctica? Hay varias maneras de "ponerte a prueba" y obtener los mismos beneficios. Prueba los siguientes métodos:

  • Crea tarjetas de memoria

  • Escribe tus propias preguntas

  • Busca preguntas de práctica en el internet

  • Pídele a un amigo que te haga un examen

9. Utiliza tus propias palabras.

Expresar una idea con tus propias palabras aumenta tu comprensión de un tema y ayuda a tu cerebro a retener la información. Después de leer una sección del texto, resume los puntos importantes parafraseando.

10. Pide ayuda.

Es posible que te encuentres atascado en un problema o que no puedas entender la explicación de un libro de texto. Alguien que sea capaz de analizar el problema contigo puede proporcionarte la explicación que necesitas. Acércate a tu profesor, asistente, amigo o miembro de tu grupo de estudio para encontrar nuevas formas de entender lo que se te ha atascado. ¿Sientes que puedes beneficiarte de la ayuda de un tutor en una asignatura? Considera la posibilidad de buscar un tutor.

Y no te olvides de las innumerables herramientas en línea que puedes tener a tu disposición, como Khan Academy. Una búsqueda rápida a través de Google o YouTube también puede sacar a la luz artículos o vídeos útiles sobre temas que estás tratando de comprender.

11. Cuida de ti mismo.

Al final del día, tu cerebro es un órgano de tu cuerpo—cuídalo cuidándote. Haz ejercicio con regularidad, come bien, no bebas en exceso, duerme bien y cuida tu bienestar mental.

  • Duerme: Los estudios han relacionado la falta de sueño con la disminución de la función cognitiva, incluyendo la reducción de la capacidad de atención y el peor rendimiento en los exámenes [7]. Las necesidades de sueño de cada persona son diferentes, pero normalmente se necesitan entre siete y ocho horas y media de sueño por noche. Además, dormir más puede hacerte más feliz y beneficiar tu vida social.

  • Aliméntate: Intenta incorporar a tu dieta más frutas, verduras, fuentes vegetales de proteínas, frutos secos y aceites insaturados como el de oliva, que se han relacionado con un mejor rendimiento cognitivo [8].

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  • Ejercítate: El ejercicio aporta oxígeno a la parte del cerebro responsable del pensamiento, fomenta el desarrollo de nuevas células nerviosas y potencia las conexiones de las células cerebrales [8]. Esto hace que los cerebros sean más neuroplásticos y eficientes, además de aportar otros beneficios para la salud, como la reducción de la presión sanguínea, la disminución del estrés mental y el control del peso.

  • Cuida tu bienestar mental: La salud mental es importante porque nos ayuda a lidiar con el estrés, mejora nuestras relaciones con los demás, nos permite vivir con más sentido y ser más productivos en nuestro trabajo. Hacer ejercicio, comer bien y dormir bien pueden mejorar nuestra salud mental. Pero hay otras formas de fortalecer la fuerza mental, como conectarnos con los demás, practicar la gratitud, meditar y desarrollar un sentido de la vida [9].

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Formar buenos hábitos puede ser difícil, pero empezar con pasos pequeños y alcanzables puede prepararte para tener hábitos de estudio consistentes para el resto de tu vida.

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Article sources

1

New York Times. "Forget What You Know About Good Study Habits, https://www.nytimes.com/2010/09/07/health/views/07mind.html". Consultado el 11 de octubre de 2021.

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